Capitulo 38

978 60 6
                                    

—¿Ven esto?—Alzo mi mano hacia la cámara y ellos enfocan el anillo de matrimonio—Estoy felizmente casada—Sonrío a la cámara, Lis micrófonos se acercan más a mi—No sé de dónde a salido todo este escándalo, pero después de todo no es más que eso—Niego todo suspirando—Solo es un escándalo, mi esposo y yo estamos en nuestro mejor momento—Miento descaradamente con una sonrisa—Nuestra relación no está rota ni apunto de terminarse—Finalizo dejándolos satisfechos.

Me escoltan hacia el auto y al instante se forma un tipo de propuesta.

Empujan a mis guardadoras dejándome más apretada contra ellos.

Un tiro suena al aire y un guardia me lleva al suelo protegiéndome pero rápidamente es apartado dejándome expuesta.

Se escuchan tres tiros más y la gente empieza a correr como loca.

Miro a mi alrededor buscando al del arma, no puedo usar mi don ya que estamos rodeados de civiles.

Alguien toma mi cabello llevándome contra el piso abruptamente.

Jadeo al ver a la persona encima de mi con su arma apuntado a mi cabeza.

—No te muevas—Es Akemi.

—¡¿Que mierda?!—Grito enojada.

Ella aprieta su agarre en mi nuca lastimándome más, la punta del arma apunta más fuerte contra mi frente y me tranquilizo para dejar de forcejear.

—¿Sabes?—Empieza sonriéndome como una verdadera psicopata—Yo fui a tu boda...

La miro sorprendida sin saber que decir, el arma apuntándome pierde la autoridad ya que no le dan miedo.

Ahora solo quiero escucharla.

—Fui como mesera... No sabes cuánto me dolió ver al que se supone sería mi esposo casarse con otra... Los vigilé durante años, incluso logré que te engañara usando mi don—Su confesión me deja inmóvil, sin palabras—Aunque al principio se resistió... lo obligué a acostarse conmigo una y otra vez, porque tenía que ser mío a toda costa. Y aunque lo obligaba pensaba que estaba follando contigo, te nombraba... hasta que finalmente pudo resistirse y me... ¡Abandonó!—Ella está llorando, maldita descarada.

Su arma se presiona más contra mi dejándome un moretón, su mano lastima aún más mi nuca y su rodilla se presiona contra mi estómago.

Yo... Oh por Dios, Katsuki... No fue su culpa, no me fue infiel porque quiso.

Fue ella, todo este tiempo....

—¿No te enseñaron a no tocar las cosas no son tuyas de pequeña?—Su mirada es realmente aterradora, pero no para mi.

—Tengo la misma pregunta para ti, pero un poco diferente—Me atrevo a sonreírle demostrando que no me intimida—¿No te enseñaron a respetar las cosas que nunca fueron tuyas... ni lo serán?

Me da una cachetada que me voltea la cara, reacciono y aparto el arma tirándola lejos, cambiando rápidamente de posiciones ahora teniéndola bajo mi merced, le doy una cachetada aún más fuerte que la de ella haciendo que le sangre el labio.

Y luego le doy otra y otra más, golpeó su estómago con mi rodilla y alzo su cabeza para estrellarla contra el pavimento.

—¡Esto es por meterte con mi esposo en contra de su voluntad!—Vuelvo a golpear su cabeza contra el suelo—¡Esto es por creer que eres superior a mi viniendo con valentía a atacarme pensando que ganarías!—Me levanto con ella y la tiro al piso dándole una patada en las costillas—¡Y esto es por ser una perra!—La tomo del cabello arrastrándola entre el montón de gente que aún corre como loca.

Los que corren la pisan y tropiezan con ella y suelto su cabello dejándola por ahí.

Mis manos están llenas de sangre igual que mis mejillas y observo mi conjunto blanco de hoy manchado de rojo.

¿La maté?

Espero que si.

Sonrío caminando a los baños, observo mi aspecto y parezco un tipo de enferma mental.

Veo a Katsuki entrar al baño y no se que como ha llegado o por qué está aquí.

—Oh, por Dios... La mataste—El está sonriendo.

Me acerco a él y lo beso con ansias.

—Tú hiciste que la matara—Digo contra sus labios y él aprieta mi cintura entre sus brazos.

Problemas En El Paraíso || Bakugou Donde viven las historias. Descúbrelo ahora