Capitulo 16

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La llegada a Corea fue magnífica, me sentí relajada y dejé atrás mis problemas, al menos por un tiempo.

Este día lo tendríamos de descanso y mañana empezaríamos todo.

Llegamos al hotel y todos subimos a la suit, dónde nos quedaríamos.

Repartieron las habitaciones y por desgracia me tocó con Akemi.

La observaba guardar sus cosas en un lado del closet, empecé a desempacar pensando que tan mala suerte tenía.

Acomodé todo y ignore sus intentos por entablar una conversación.

—¿Quieres ir a comer algo?—Preguntó ella.

—No, gracias, no tengo hambre—Respondí lo más amable posible.

Salí de la habitación y seguido salí del hotel para ir a comer algo.

Entré a una de las tantas tiendas y compré ramen y postres.

Pagué un montón de cosas para comer, cuando estaba ansiosa comía demasiado.

Abrí una de las cinco bebidas que compré y preparé uno de los cuatro ramen que compré.

Me comí todo, incluyendo los siete postres que compré y las diez mini pizzas.

Compré otros dulces que puedo siempre llevar conmigo y comer, mientras caminaba por las calles de corea recibí una llamada.

¿Dónde estás?—Era Bakugou—Aún no has llegado con los niños, ¿Fueron al parque?

No nos esperes, los niños se quedaron en casa de Shoto, estoy en una misión en Corea, me demoraré unas semanas y ellos quedaron al cuidado de Momo.

¡¿Por qué no me dijiste nada?! ¡Soy su padre, puedo cuidarlos! ¡Iré ahora mismo por ellos!

—¿Ah sí? ¿Y cuando vayas a trabajar con quién los dejarás?—Respondí fastidiada—Dejalos dónde están, que están mejor así.

Colgué, seguido llamé a Momo para preguntar por mis hijos y avisarle sobre Bakugou.

Llegué al hotel y ví a Akemi salir de este, se acercó a mí y empezó a platicar sobre algo a lo que no le presté atención.

—¿No crees que deberíamos ser amigas? Digo, Katsuki es mi mejor amigo y tú eres su esposa.

—¿Es tu mejor amigo o solo eres una más de sus zorras?—Murmuré poniendo los ojos en blanco.

Ella dejó de caminar y yo seguí mi camino.

—Por favor, no le vayas con el chisme a mi marido—Voltee a verla para después seguir mi camino.

Al siguiente día empezamos todo lo relacionado a la misión.

Me prepararon, tintaron mi cabello y me pusieron pupilentes.

Mi parte era descubrir quien era el jefe y acercarme a él.

Para eso, tendría que hacerme pasar por una bailarina en un bar que este frecuentaba, mi objetivo era llamar su atención para que pida que lo vea en una de las recamaras.

Llegué al lugar y seguimos los pasos, baile frente a su mesa, me citó a su recamara y descubrí quien era.

Le dije que no era de acostarme al primer encuentro ya que no era una prostituta.

A él le gustó así que dijo que me esperaría.

Ahora, en las próximas semanas recaudaría información hasta lograr encontrar pruebas para incriminarlo.

Cuando vuelva a Japón lidiaria con mi esposo y los otros problemas.

Problemas En El Paraíso || Bakugou Donde viven las historias. Descúbrelo ahora