Problemas En El Paraíso || Bakugou

Capitulo 26

Me he recuperado por completo, ya estoy bien y volví a mi rutina de siempre, solo que ahora ya no está Katsuki.

—Podría quedarme—Dice mi futuro ex esposo mientras le pone la mochila a Katsu y a Natsuki.

—Perdiste tu hogar al primer error que cometiste—Suspiro y el solo me mira en silencio apretando la mandíbula—Vamos niños, llegarán tarde y mamá tiene que ir a trabajar.

—¿Estas segura que ya puedes volver a tus labores?—Katsuki pregunta y yo tomo a mis hijos en mis brazos.

—Espero volver y no encontrar nada por aquí que sea tuyo—Camino a la salida y subo al auto con lo niños—¿Listos?

—¡Siempre!—Ambos sonríen.

No se que pasará ahora, como irá todo desde hoy, sin Katsuki.

Creo poder manejarlo.

Estaciono el auto enfrente de su gran escuela y ayudo a bajar sus almuerzos los cual Katsuki a preparado esta mañana.

Los llevo a la puerta y para nuestra gran suerte, que se note el sarcasmo, Akemi está recibiendo a los niños en la puerta.

—Buenos días—Saluda y nadie le responde.

Los niños solo la miran en silencio y yo la miro mal.

—Sean educados, mis bebés—Me agacho a besar sus mejillas—Pero con las personas correctas—Les sonrío y ellos me sonríen—Vendré por la tarde por ustedes y iremos a comer un helado, ¿Les parece?

—Si, mami—Ambos asienten y besan mis mejilla para entrar a clases.

Me doy la vuelta para ir a mi auto pero un mano me detiene tomándome del brazo.

—Espera—Akemi habla y yo me suelto bruscamente.

—No vuelvas a tocarme—Siseo con desprecio y agilizo el paso para llegar a mi auto.

Subo enfadada y lo pongo en marcha, enciendo un poco de música y One of the girls de the weeknd, Lily rose-deep y Jennie suena por los altavoces del auto.

Disfruto la música como si la viviera, esta música me hacer querer practicar, de nuevo, pole dance.

Lo practiqué hace un tiempo pero lo dejé por los niños, y por Bakugou.

Llego a mi destino y apago todo entrando a mi agencia.

—Buenos días—Les sonrío a los empleados.

—Buenos días, señora Bakugou—Hacen una reverencia y yo subo a la oficina de mi esposo.

—No esperaba que vinieras—Dice Katsuki al verme entrar.

—Solo venía de paso, tenemos que hablar sobre los niños—Rodeo el escritorio para estar de su lado y me siento en la mesa.

—¿Que pasa con los niños?—Mueve su silla para quedar enfrente de mi.

—Quiero cambiarlos de escuela—Hablo viendo como se peina el cabello y se acomoda el traje.

—Me parece bien—Sonríe—Has lo que quieras.

—¿Ya sacaste tus cosas de mi casa?—Pregunto alzando una ceja.

—Si, de tu casa—Habla divertido.

—¿Te doy risa?—Lo miro mal.

—Me causas muchas cosas, ¿Que te puedo decir?—Sigue con la estupida sonrisa.

Siento su mano en mi pierna y un leve cosquilleo sube hasta mi intimidad.

Se levanta de su silla aún con su mano en mi pierna y subo mi cabeza para poder verlo a los ojos.

Su mano se adentra bajo mi corta falda y sus dedos hacen a un lado mis bragas.

—No...—Jadeo al sentir sus caricias.

Su otra mano agarra mi cintura subiendo un poco mi blusa, sus dedos acarician mi clítoris haciendo arquear mi espalda.

—Está mal...—Suspiró cerrando mis ojos—Tú...Nos vamos a separar.

—Al parecer tu cuerpo no quiere eso—Su cabeza va a mi cuello y siento sus labios dándome besos por la clavícula y sube a mis mejillas.

Sus dedos se adentran dentro de mi y suelto gemidos de placer al sentirlos moverse con rapidez y aspereza.

—Más... Quiero—Logro decir apretando mis manos en puños.

—Conozco perfectamente tu cuerpo y sus puntos, cariño—Besa mis labios y correspondo como tonta.

Siento un tercer dedo entrando en mi y suelto un pequeño grito de dolor y placer.

Suelto mis jadeos y gemidos sin importar que nos escuchen.

—Estas muy ruidosa, ¿Marcando territorio?—Su mano aprieta mi cuello haciéndome respirar con dificultad.

Grito al sentir mi liberación y el me besa con desespero, adentro mi mano entre sus pantalones y siento su dureza.

Desabrochó sus botones y hago a un lado mis bragas.