Capitulo 8

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Leosville, 21 de abril de 2011

T.J observó a Gino dentro del estudio, no iba a decirle nada sobre la conversación que había tenido con Howie pero se le hacía imposible no pensar en ello. ¿Qué pasaba si Howie realmente lo descubría? Había trabajado tanto en que nada de eso sucediese para que todo se arruinara.

Griffin le tocó el hombro y T.J lo miró.

—¿Te pasa algo?

—¿Por qué lo dices?

—Llevas todo el rato aquí mirando a Gino con cara de preocupación, ¿está pasado algo?

—¿Cómo lo notas? Nadie más lo notó.

—Soy una cotilla, le presto mucha atención a todo—se encogió de hombros y pasó su brazo por los hombros del chico—. Además eres de mis mejores amigos, te conozco muy bien.

—Howie me amenazó hace unos días con encontrar a la persona que me gusta—susurró para que nadie más escuchara, no quería que fuese un secreto a voces, no quería que se volviese tan importante, no quería tener miedo.

Realmente no sabía lo que Howie podía hacer, pero tampoco quería descubrirlo, ya tenía suficiente con lo mucho que los controlaba, no necesitaba que tuviese otra razón para usar en su contra, menos quería que se metiese con Gino. Quería proteger a Gino a toda costa.

—Mañana en los premios puedes ir con Tori, así él cree que estás aceptando estar con ella y no te presta tanta atención.

—¿También crees que está usando a Tori?

—Howie usa a todos—comentó el pelinegro, se cruzó de brazos y se relajó un poco—. Mientras te necesite, te estará prestando demasiada atención.

Y eso era lo que no quería, quería regresar a cuando no levantaba sospecha, cuando salían a escondidas y todos los veían como dos chicos que se estaban divirtiendo, no como si estuviesen haciendo algo malo. Decidió salir del estudio, si se quedaba su cabeza iba a explotar por tantas ideas en ella, caminó hacia el lobby y se encontró con un grupo de chicas que estaba fuera del edificio, seguramente se habían enterado que se encontraban ese día ahí.

Más de una vez, había tenido la idea de que alguien del equipo daba la información sólo para sabotear, pero no debía desconfiar tanto en su equipo, eran ellos quienes se encargaban de todo lo que él necesitase.

El chico se asomó en la puerta principal y todas los fans comenzaron a gritar para intentar llamar su atención. T.J siempre había tenido la fama de ser uno de los favoritos de Kloss, todos lo catalogaban como un chico misterioso y romántico, coqueto con un toque de chico malo, cosa que le causaba mucha risa porque él era todo menos un chico malo. Quizás era su forma de vestir, solía usar chaquetas y ropa oscura que fácilmente podía convertirlo en un cliché.

—Si te acercas, debes hacerlo con mucho cuidado—le dijo Frederic, uno de los guardias de seguridad del lugar. T.J asintió y caminó lento hacia los fans.

Los guardias protegían toda la entrada y había protectores de paso para que no intentaran entrar. Él se acercó a unas chicas y comenzaron a gritar de la emoción.

—¡T.J!—escuchó su nombre varias veces.

—Te amo T.J.

—Salúdame a Axel.

—¿Quién es la chica que te gusta?—escuchó decir y volteó a ver a la persona. Quería corregirla y decirle que realmente no era una chica sino un chico, pero no podía, no tenía el permiso.

—¿Estás saliendo con alguien?

«Desde hace dos año y medio»—pensó y sólo le sonrió a las chicas.

Nacidos de las Estrellas #KlossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora