Milán, 11 de abril de 2011
Gino tenía la cabeza apoyada en el sillón, habían llegado al hotel media hora antes y estaba muerto del cansancio, no tenía sueño por todo lo que había dormido en el avión pero sí estaba lo suficientemente cansado como para no querer hacer nada más que estar en el sillón del hotel. T.J brincó al sillón para molestarlo y caer sobre él.
—Bájate—le dijo Gino.
—Nop—respondió el chico, Griffin observó la escena y brincó sobre T.J para seguir molestando a Gino. Axel también se unió en una risa, era divertido cuando todos se juntaban para molestar a Gino.
—Aléjense de mí.
—Esta es nuestra venganza por haber dejado la banda hace dos años—respondió T.J.
—Supérenlo—respondió el chico intentando mostrar una cara seria, pero no pudo al final cedió a sus amigos y los acompañó en la risa.
Esas eran sus noches favoritas, cuando eran cuatro jóvenes sin preocuparse de la vida, divirtiéndose a escondidas del mundo entero.
—Los quiero mucho, chicos—murmuró Axel quitando su cuerpo sobre el de Griffin y sentándose al lado de ellos en el sillón.
Griffin se bajó de ellos también y miró con preocupación a Axel. Su mejor amigo había estado comportándose de esa manera por un tiempo. Ya había superado muchas emociones que la separación con su exnovia le había causado, sin embargo, en momentos muy específicos, la recordaba y todo se volvía triste.
T.J se sentó al lado de Axel y le dio un abrazo para reconfortarlo. El chico no esperó mucho para comenzar a llorar. El mayor le daba pequeñas palmadas en la espalda mientras que el rubio sólo lloraba por toda la rabia que sentía dentro.
—La extraño—dijo, T.J asintió mientras le daba palmadas en su espalda.
—Lo sé, Ax, lo sé—habló, Griffin se sentó al otro lado del chico y apoyó su cabeza sobre el hombre de su mejor amigo, Axel lo miró y se rió por la expresión que llevaba en el rostro.
—Me miras así y haces que me ría.
—Para eso estoy, para hacerte sentir mejor cuando estás mal—respondió el pelinegro—. Gino y yo iremos por algo de helado, ¿quieres?
—El helado es una cliché de rupturas—murmuró Axel.
—¿Entonces no quieres?
—Sí quiero—dijo y Griffin rio para luego tomar su chaqueta, sus lentes y caminar hacia la puerta.
Gino lo miró y se rio.
—Ya regreso, el Sr. Pasarela y yo iremos a comprar helado—mencionó Gino—, aunque dudo que tengan un SuperPot en Italia.
—No lo sabremos nunca si no vamos a buscarlo—mencionó el menor y abrió la puerta para marcharse con Gino.
T.J sobó la espalda de Axel y lo miró de reojo.
—¿Estás mejor?
—Es muy difícil, T.J—le dijo—, la recuerdo a cada rato, ¿por qué no puede si quiera enviarme un mensaje para decirme que ya no me quiere? ¿Por qué tuvo que dejarme así?
—A veces las personas no son sinceras con ellas mismas y tampoco pueden serlo con los demás.
—¿Crees que piense en mí? ¿Crees que haya escuchado el álbum?
—¿Qué pasa si es un sí a ambos?
—Me sentiré peor—susurró—, porque incluso así no quiso verme y darme una explicación.
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Nacidos de las Estrellas #Kloss
Teen FictionLas mejores historias de amor siempre son aquellas que ya terminaron. Aquellas en donde diste todo, en donde intestaste hacer lo posible para poder continuar pero por cosas que no pueden ser controladas, tuvieron que alejarse. Sin embargo, hay histo...