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La noche calló de manera apresurada para muchos, eso incluyó a Hayden que después de un largo día llegó a su hogar le tocó salir nuevamente con aquel gran perro que si se lo proponía podía arrastrarla por todo el barrio.

— ¿Cómo es que te enteraste tan rápido? —Escucho desde el otro lado de la línea, era el rey de rombos quien le hablaba en el momento— Literalmente tenemos a la gente pendiente de las páginas rivales y tu como si nada llegas y nos dices eso.

— Ustedes manejan tanto páginas legales como ilega- ¡Moredate carajos! —Grito interrumpiendose a si misma— Lo lamento, estoy con el perro.

— ¿Un perro?- Mejor ni preguntó —Un suspiró cansino se escuchó a la par de unas risas de fondo—. Continúa por favor.

— Te digo mis secretos luego, acabó de llegar a dónde quería —Ignoró de manera olímpicamente las quejas del gemelo mientras s separaba d l micrófono—, bye bye darling~.

Una sonrisa se pintó en su rostro, entrando al local del gimnasio no sin antes dejar a su perro sentado cual estatua a las afuera. Adentró se llevó algunas miradas debido a la ropa que portaba pues la misma hacía la ilusión de no tener absolutamente nada debajo, aunque más atención se llevaba la pelinegra que estaba de salida con su ropa deportiva.

— Por un momento pensé que no ibas a venir —Choi correspondió el saludo en forma de beso en la mejilla de la otra—, ya voy de salida.

— Quedamos en que te iba a acompañar en el gym, no que iba a venir a torturarme junto a tu —le respondió, desviando su mirada ahora al joven que recién llegaba a su lado y que en poco minutos ocasionó que algo se le alborotada a la pelirroja—. Oh my- que jodidamente sexy.

Ambos asiático quedarían en confusión debido a que la recién llegada comenzó a reír sin parar y su rostro de a poco se coloraban casi igual que su cabello, al punto de verse en obligación de tapar su boca para no reír con fuerza

— ¡Hayden! ¿que te paso ? —La pelinegra se acercó un poco para verificar que esta estuviera bien, le surgieron mas preguntas que respuestas al ver como se tapaba la cara y las risas solo continuaban— ¿Hayden?...

— Estoy bien —Hizo una pausa tomando una gran bocanada de aire para calmarse, estaba pensando seriamente que debía dejar de ponerse así tan facilmente—, solo fueron cosas mías solamente.

— Eres una niña extraña —Nuevamente Hayden tapó su rostro con un ataque de risa después de volver a fijarse en Gun.

— Putas hormonas de adolescente —Para ella era una reacción incontrolable, como si de alergias se tratara... tendría que dejar de leer manwhuas de tipos mamados por un tiempo.

Hayden finalmente se calmaría acompañando a aquel par que estaba metidos en su propia conversación, aunque claro el chisme le llamaba más rápido y no dejaría pasar así como así las cosas.

— Hay chiquito, a este paso me volveré loco —Hablo para si misma acariciando la cabeza de su mascota. Llamando a su vez la atención de Choi que recién se percato de aquel gran animal.

— ¡¿Donde conseguiste a un perro tan grande?! —Cristal se impresionó ampliamente y Gun también se impresionó altamente debido a la raza de aquel perro.

— Un perro marca gran danés~ —Sonrio con dulzura, agachándose para abrazar a su mascota— Tan pequeño y bonito.

— Definitivamente... Estás demente para creer que ese perro es pequeño —El joven que los acompaño se limito a decir aquello antes de ignorar a la pelirroja, no valía la pena darle mucha vuelta.

— ¿Desde cuándo los perros tienen marca? —El comentario de Crystal solo logro sacar una risa a Hayden en aquel momento.

«——————————»

— ¡Hayden! —La de cabellos negros en su cuerpo pequeño logró alcanzar a su amiga justo antes de que seguramente fuera atropellada, esta misma volviendo a la realidad debido al sonido del pito del carro— ¡Mira por dónde vas la próxima vez!

Días pasaron entre la escuela y el trabajo nocturno, su mente divagaba nuevamente por no tener información estable por aquel tema de las apuestas ilegales. Tanto era así que no lograba mantener la suficiente atención para si quiera preservar su propia vida.

— Lamentó eso, solo estaba... pensando —Una vez no hubo peligro siguieron hasta el minimercado que era precisamente su actual destino, entrando de manera rápida pues el hambre llamaba— Oe man este lugar siempre tienen mis papitas favorita. Hola chico panda, holi Zoe —Paso de largo saludando a Daniel quien se quedo extrañado por el apodó, mientras que la otra chica saludo con una sonrisa a la de cabellos rojos.

— ¿Por que cojes las de sabor a tocino? No que eran horribles —Las dudas de la pelinegra aumentaron cuando Hayden tomo mas cosas que según ella no deberían ser de consumo humano.

— Se las debo a alguien —Las llevó hasta la caja con la intención de pagarlas, pronto la lluvia empezó a caer dejándolas un poco varadas en el lugar donde no perdió el tiempo para socializar con quién serían sus compañeros de clase. Más no se esperó que Jiho Park entrara entrará prácticamente en ropa interior.

— ¡Llamaré a la policía! ¡¡Aceptaré mí castigo!! —Grito aquel pequeño chico desesperado, pidiendo perdón prácticamente de rodillas— ¡Te pagaré!

La primera en compadecerse de aquel joven fue Hayden, que se agachó acariciando su mojado cabello en una manera de consolarlo— No vallas aún con la policía.

— Ella tiene razón, te meterán a prisión a ti también —Continuo Crystal, sorprendiendo aún más a los presentes—. Mí hermana conoce a alguien que puede ayudarte.

Hayden sonrió disimuladamente cuándo vio a la pequeña tomar el teléfono asumiendo a quien iba a llamar. Y definitivamente tampoco desaprovecharia la oportunidad de lograr quitar un peso de encima.

Aquello se volvería muy interesante.

~♤~

:D

Rosas y Espinas  |《Lookism》|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora