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— Papá~ —Arrastrando sus palabras la pelirroja se quejó, pues era prácticamente arrastrada por su insoportable y altamente infantil padre según su criterio propio—, te dije que no quería tener que lidiar con... —La muchacha miró de reojo tanto a quien era el socio de su padre como a quien se suponía era hija de éste.

Lo primero que sus ojos apreciaron en esta era un increíble prejuicio dirigido a su persona, algo que en su cabeza solo le daba razones para no querer entablar mucha relación con esta. Pero luego estaba el semblante de su padre, una sonrisa que aprendió a reconocer con el tiempo y el pequeño acto de guiñar el ojo, algo tenía que hacer para tener amistad con ella… tal vez no era tan mala como expresaba su mirada.

— Hola guapa ¿A qué hora pasas por el pan? —No tardó en partirse de risa con lo primero que soltó de su boca, risa que también contagió a su padre.

— ¿Disculpa? —El mismo comentario hizo confundir a la coreana.

— No te preocupes niña, mi hija es algo… pendeja —Se noto como Hayden haria una mueca por dicha expresión que uso—. Charles, ella es mi hija Hayden —Sin pronunciar ninguna palabra Hayden realizó una reverencia.

Al poco rato la expresión serena que mantuvo Hayden al presentarse desapareció para volverse una sonrisa de inmediato— Bueno, yo procedo a-

— A acompañar a  la hija de mi socio, aún no ha acabado —Padre e hija se miraron luego de la interrupción, Hayden estaba visiblemente cansada debido al pesado viaje que habían tenido. Aun así lo entendía y no le quedaba de otra que acatar órdenes de su padre—. Haz amigos.

Vale —Acomodo un poco su suéter apegándose con confianza a la chica, tomándola del brazo sin consentimiento alguno—. Me debes una computadora nueva, en cuanto a ella me la robare un momento, así que permiso.

Sin tardar la extranjera se llevó de una manera que se podría considerar casi a rastras a esa pequeña mujer de la sala principal en donde llegaron. Una vez ambas desaparecieron del rango de visión de los dos adultos Marcus, el padre de Hayden, siguió con su sonrisa habitual— Serán excelentes amigas —La mirada de este se centró en la de su socio— ¿No lo crees Charles?

— Tu y tu supuesta hija son un par de raros —Charles miró a su invitado, una mirada en la cual se notaba su completa desconfianza—. No se exactamente que es lo que estás planeando hacer pero mas te vale que no toques a mi hija en ningún momento, no creo que te quieras arriesgar a que ellos se enteren de tú hija.

— Viejo amigo, me parece que estás pensando mal —De forma calmada Marcus se expresó—, igual tarde o temprano se enteraran de ella ¿No crees que es mejor que lo hagan desde ahora? —El silencio reinó unos segundos entre ambos adultos, hasta que el extranjero bostezo— Bueno… hablando de trabajo ¿Como cuanto cobra ese perro faldero tuyo por ser guardaespaldas?

Charles se vio interesado de inmediato pues lo veía como una muy buena oportunidad, demasiado buena para aprovecharla pero al fin  al cabo tal vez podría obtener ventaja de la situación.

Oh pobre perro sarnoso~, recuerda no morder más de lo que puedes… peor si es la mano que te dio de comer.

«——————————»

— Vamos Crysti que ya encontré la cocina —Un tono meloso salía de los labios de la pelirroja, un tono destinado nada más a incomodar a la coreana buscando revelar la verdadera actitud de esta, esa que se escondía tras su mirada— ¿Gustas que te preparé algo? 

Por otro lado la mente de Crystal era un completo caos, todos sus pensamientos rondaban a todo aspecto negativo que podía sonsacarle a la de ojos verdes. Todos y cada uno siendo mayormente sobre la apariencia de esta.

— Lo siento, me tengo que ir —En los aproximados diez minutos que llevaban juntas fueron las primeras palabras que le dirigió y por su mismo contexto las últimas.

Hayden la observó darle la espalda para marcharse de su lado, en su rostro se formó una sonrisa no perceptible para la de baja estatura al estar de espaldas. Había logrado su objetivo de revelar parte de la cara que ocultaba Crystal, así que como en un chiste, era hora de hacer el remate.

— Vaya, pensé que alguien con un porte tan maduro como el que tienes sería mucho menos infantil —Aquellas palabras hicieron detener a Choi y que girase levemente su cabeza. Tenía su atención—. Bueno ¿Que se podía esperar de alguien que nació en cuna de plata y sábanas de seda?

— ¿Qué pretendes insinuar? —La asiática pondría completamente su atención en la latina, con una expresión que mostraba su enojo por sus palabras.

— Solo digo la verdad, en cuanto entre en tu campo de visión y empecé a tratar de socializar contigo lo unico que senti fue el desprecio de tu mirada —Sin mucho rodeo tomó una de las frutas disponibles en un tazón de la encimera y se la llevó a la boca—, crees ser socialmente superior a mi y eso solo me demuestra que eras como muchos otros nuevos ricazos. No te preocupes es una expresión de donde vengo bonita.

La coreana observó a la de cabellos rojos sin ninguna palabra en la boca y con bastantes preguntas rondando en sus pensamientos ¿Realmente era de esa forma? Su persona no lo percibe de esa manera… aunque debía de aceptar que estaba viendo de una diferente a aquella joven.

— ¡Crystal! —Aquél llamado hizo que ambas jovencitas voltearan su mirada, viendo a otro chico de edad contemporánea en la entrada de la habitación— Al fin te encuentro. Ya tenemos que irnos así que por favor apresúrate.

Para Crystal ya era costumbre la apariencia y presencia de su guardaespaldas, pero para Hayden ver a alguien tan alto y con un físico tan prominente hizo que casi se ahogara con la fruta que comía. 

— ¡Hayden! —Para su suerte o desgracia fue auxiliada de inmediato por Crystal, con unas palmadas en la espalda y un vaso de agua al poco rato — ¿Qué te pasó? Te ahogaste de un momento a otro.

— No es nada, tengo que irme —La pelirroja no tardó absolutamente nada en correr lejos pues no podía soportar la vergüenza de haber sucumbido a sus hormonas tan fácilmente.

— ¿Quién era esa chica? Nunca la había visto realmente —Gun le dirigió su pregunta hacia Crystal, está estando confundida al no entender del todo esa reacción por parte de parte de ella.

— Es hija de un socio de mi padre, aunque creo que puede caerme bien —Respondió a la pregunta luego de que su cerebro procesara las palabras con las cuales la pelirroja le callo la boca.

Gun miró algo sorprendido e integrado pues había pasado lo suficiente con la joven Choi para conocer esa manía de no confiar en alguien y fijarse inmediatamente en la apariencia. Aunque claro, siempre había una primera vez para todo.

Y esa chica había llamado su atención.

Rosas y Espinas  |《Lookism》|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora