Dieciséis.

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Toda la semana la pasé rogando por que llegara el viernes, con la mirada perdida, hablando lo más mínimo con todos, evitando a Adrian de vez en cuando y sobre todo intentando no encontrarme con aquellos ojos que me desarmaban por completo, fue una tarea casi imposible ya que parecía, me lo encontraba en toda la facultad. Las chicas y Caleb, un poco asustados por mi actitud, intentaron reanimar me una y otra vez pero fue tarea difícil.

Al fin ha llegado viernes y lo agradezco demasiado, solo tengo que pasar una hora más de tortura en clase de mate y puedo huir libremente.

Ya en la clase, Thomas no se aparece por ninguna parte y sigo sin entender porqué eso duele tanto.

-Lunes de la próxima semana será el examen, no olviden estudiar todo lo que hemos hecho en todo este lapso. Preguntas abiertas, respuestas sólo con bolígrafo negro, letras y números legibles, si sus exámenes no cumplen con estos requisitos automáticamente serán nulos. ¿Alguna pregunta?

La mano huesuda y amarillenta de Rosslyn se eleva rápidamente y Adrian asiente hacia ella.

-¿Podría ayudarme con un repaso antes del examen, profesor?- dice de una forma descarada pero al parecer a nadie le importa o no se dan cuenta.

-Voy a estar muy ocupado Ross, busca a alguien que pueda ayudarte, ¿Alguien más?

- Ya será en otra ocasión- dice ella lo suficientemente rápido y fuerte para que pueda oírlo. Voltea a verme significativamente.

Adrian responde una cuantas preguntas más y da por finalizada la clase. Cuando estoy a punto de salir me detiene haciendo una pequeña seña.

-¿Estás ocupada hoy en la noche? - me toma con la guardia baja. Creí que estaba ocupado, levanto una ceja inquisitiva.

-Hum, creo que no- digo sin poder pensar en alguna mentirilla. Lo cierto es que no tengo ánimos de absolutamente nada.

-Bueno me pregunto si quizá, ¿Quieres venir a una fiesta? No es nada formal ni nada de eso, ¿Recuerdas de las fiestas que te hablé? Bueno, mis amigos van a hacer un super reventon hoy y como no pudiste asistir las veces pasadas... - siempre se ve tan cómico cuando se remueve nervioso.

- Quizá podría ir un rato- digo dejándolo al azar- quiero estudiar para los exámenes que se avecinan- eso es un tanto cierto.

-Bien entonces espero y vayas, si no, entiendo que quieras estudiar.

Su cara angélical hiere mi mala conciencia.

-Gracias, entonces... Quizá te vea luego.

Asiente con esperanza en los ojos y salgo de ahí un poco incómoda.

-¡Culona!- escucho gritar a aquella voz tan absolutamente conocida. Varios chicos me voltean a ver y descaradamente me ven el trasero para confirmar la teoría. Idiotas.

Volteo lentamente y Nicol, Amanda y Caleb vienen hacia mi haciendo un relajo tremendo por el pasillo, riendo animadamente como cabras locas. Quisiera poder unirme a sus desembrollos y relajarme un instante.

-Hey, hola, heeeey- Caleb me da un abrazo asfixiante.

-¡A rumbeaar!- dice Amanda y me da un caderazo.

-¿Estás lista?- dice Niki.

-¿Para irme a casa? Por supuesto.- digo un poco temerosa.

-No seas boba, hoy nos vamos de fiesta- dice Niki- y no esperamos un no por respuesta.

-Paso.

- Para nada, vamos a ir a mi casa, las arreglare y dejaré como todas unas modelos de Glamour. Así que es hora.- suelta Amanda animada y Caleb suelta unos aplausos muy gay.

Mala suerte con él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora