-Magnifica elección señorita Leyva- dice levantándome junto a él.
-No me hagas darte una patada en el culo, Thomas.
Ríe, hoy lo ha hecho de una manera exquisita que jamás había escuchado en él –tampoco es como si lo conociera desde hace mucho- me hace querer escucharlo más seguido pero sé que eso no puede ser, tengo que sacarme la curiosidad que este hombre causa en mí, no puedo darme el lujo de bajar la guardia con él.
-No te diviertes muy seguido, ¿he?- Comienza a brincar en medio del trampolín, yo solo intento sostenerme fuertemente de las mallas que nos rodean, por un momento me hacen sentir atrapada en una jaula pero retiro el pensamiento tan pronto como llega.
-Por lo visto tú te diviertes muy seguido- Intento con todas mis fuerzas no ser el tema de conversación, realmente hablar de mi es lo último que me vería haciendo con este chico.
-Sin descanso- dice y brinca más alto en el trampolín, su camisa se levanta hasta su pecho y ver toda esa masa muscular junta me quita por completo el aliento- vamos, brinca conmigo.
-Me debes una respuesta.
-Vaya que eres una estirada- da una pirueta hacia atrás- no contestaré nada hasta que no te hayas divertido un poco.
Me marea verlo brincar pero sé que quiero hacerlo, no por nada yo había comprado esta cosa que ahora me estaba saliendo contra producente con este chico enseñándome su trabajado cuerpo.
-Lo prometiste- le digo insistente, quiero saber más, quiero curiosear un poco sobre él, quiero exprimir todo el jugo de lo que tenga que decir aunque la verdad es que no tengo una pregunta para hacer.
-Tenemos toda la noche, Indi.
Y una vez más, señoras y señores, me ha dejado sin absoluto aliento, sé que debería negarle toda la noche pero una parte de mí y mira que hablo de una gran parte, se niega por completo a rechazar tales palabras. Quiero tener toda la noche, tal como él dice y tampoco quiero comenzar una discusión porque comienza a quedarme claro que tiene un temperamento demasiado variante, en un segundo puede bajarse, tomar sus cosas e irse por la puerta delantera. Agradezco que no estemos a la vista de todos, puedo sentir la privacidad pero eso me atemoriza un poco de igual manera. Antes de dejarme pensar, por segunda vez en la noche, Thomas toma mi mano entre la suya, grande y suave.
-Solo porque sé divertirme- digo finalmente.
Brincamos y brincamos, él me enseña unos cuantos trucos y piruetas que vaya que me sorprende que sepa usar esta cosa tan bien, aunque la verdad es que no imagino una cosa que le pueda salir mal a este sexy chico. Ríe con mis tontos intentos por seguirle el paso y termino riendo de la misma manera, peleamos a carcajadas y por un instante puedo sentir la ligereza de mi cuerpo, puedo vislumbrar una pequeña parte de lo que sería si todos los días hiciéramos algo parecido y un pequeño recuerdo se cruza por mi cabeza, el recuerdo de aquella vez que fuimos al centro comercial y lo bien que la pasamos después de comprar los helados, de la forma en que tomó mi mano, el problema era que este chico era tal y como todos decían, un peligro para los corazones blandos y ni que decir, yo intentaba ocultar aquello por miedo a ser tan lastimada, no podía siquiera permitirme el pensar en él pero estando cerca perdía los estribos por completo. No tenía el control, ni siquiera el de mi cuerpo y esa noche fue cuando lo descubrí. ¿Por qué no pude alejarme de él antes?
-¡Vamos, lo estás haciendo genial!- dice Thomas junto a mí.
Lleva un rato intentando enseñarme a saltar en una doble pirueta hacia adelante pero es un poco difícil ya que no tengo tanta fuerza para impulsarme. Vuelve a tomarme de la cintura, río como una colegiala y me levanta nuevamente para que tome fuerza. En el tercer brinco me decido a dar la voltereta ya que he tomado una altura demasiado elevada y creo que me saldrá por fin después de tanto intento.
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Mala suerte con él.
Teen FictionSus ojos me miraron detrás de aquella cortina enorme de pestañas, ¿Cómo podía nunca haberla visto antes? Mordió su labio inferior hasta tornarse blanquecino y retorció sus dedos en forma de nerviosismo, eso me hizo sonreír como un tonto pero antes...