Prólogo

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¿Hay acaso un ser más triste que el ser humano?

No.

Porque la humanidad olvida.

O peor ignora.

Hasta podemos decir que ni los animales son tan tristes como nosotros, ellos son protegidos del peligro por aquellos instintos que nosotros olvidamos y las lecciones dolorosas las guardan con recelo por ello muchos usan la violencia para domesticarlos.

Porque ellos aprenden del dolor, aprenden a no cometer esos errores nunca más.

Pero se puede decir eso del ser humano?

No.

Nosotros olvidamos, nosotros ignoramos y por ello la factura ha llegado.

Las personas ignoraron las señales como siempre lo hacen.

Lo hicieron como ignoraron los ríos de sangre.

El derretimiento de glaciares.

Los cambios climáticos drásticos en países que no pueden hacerlo.

Todo atribuido al mayor pecado de la humanidad.

El calentamiento global.

Entonces esos terremotos, ésos tsunamis pasaron desapercibidos.

No llamó la atención lo cercano de los tiempos.

Que sean por todo el mundo incluso en estos lugares como el país P que no debe tenerlos.

Bueno más que ignorarlos les llamaron la atención, lloraron y pidieron recaudaciones u ayudas.

Pero a las semanas nada.

De vuelta al olvido a intentar retomar sus vidas

Las erupciones volcánicas que estallaron al fin lograron sacar algo de terror.

Les asustó.

Algunas personas se aterraron del poder de la madre naturaleza.

Pero nuevamente a las pocas semanas, la noticia dejó de importar y la ficha de la ignorancia volvió a reinar..

Pues como siempre es solo la naturaleza pasando factura.

Tachando de locos a aquellos que clamaban por el fin del mundo, que era una advertencia de los cielos que el final estaba cerca.

Esos locos tenían razón, pero no era obra de Dios o del Diablo

O puede que sí, pues nadie sabe cómo surgió solo que ocurrió.

Y el cielo no salvó a sus creyentes ni el infierno liberó a sus demonios.

Porque los demonios que plagaron la tierra nacieron de los humanos.

Seres que perderían la humanidad y se volverían bestias sedientas de carne.

Pero todo eso es solo el futuro, mientras que en el presente solo eran desastres naturales y los locos alarmistas sólo alteraban a los crédulos.

Triste ser humano engañándose con la monotonía del día a día.

Incluso el mayor pecado, la mayor amenaza fue ignorada.

El catalizador de todo.

La noche roja o la noche de sangre como se le apodó después.

Era tan hermosa como venenosa y mortal.

Una ligera niebla inundó al mundo una noche.

Esta como dice el nombre era roja, llegó y se fue con rapidez pero por 15 hermosos minutos el mundo parecía teñirse de rojo.

La luna, el suelo y las plantas parecieron haber absorbido ese rojo y su belleza parecía sacada de un cuento de hadas.

O al menos así lo describieron aquellos que se habían asomado en sus ventanas o estado por la calle esa noche.

Bello e irreal un paisaje digno de cuentos y narrativas.

Cuánta razón tenían era un paisaje digno de narrativas.

Pero narrativas de horror pues fue el comienzo del terror y la pesadilla del mundo.

Esa niebla contiene algo.

Algunos dicen que era la esencia del mal que salió de los infiernos para envenenar la tierra.

Otros decían que era un experimento del gobierno que se salió de control.

Y los más extremos que era algo mandado por seres espaciales para la evolución de la especie humana.

Nadie tiene certeza de nada.

Solo que esta vino dos veces.

La primera fue esa noche y miles de millones de personas enfermaron desde el comienzo hasta el final por una semana los hospitales se llenaron.

No importaba cuanta intravenosa, líquidos o comida se les daban sus cuerpos parecían rechazarlos, secándose a velocidades increíbles.

Fue un golpe bajo para la humanidad pues en 3 días el virus afectó a un 20% de la población mundial por lo que se iniciaron cuarentenas con prácticamente cada país uniéndose a ellas.

El caos empeoró al notar que las aguas y los suelos se habían contaminado volviéndose tóxicos.

Fue repentino.

Fue duro.

Y causó que los gobiernos de todo el mundo cierren sus fronteras ahora no solo por el virus sino por miedo.

No sabía quién lo causaba o porque.

¿Era esta una nueva arma biológica? Era este el preludio de la tercera guerra mundial?

Los gobiernos desplegaron a sus respectivas fuerzas armadas para proteger sus fronteras listos para el despliegue, defensa o ataque..

Fue la semana más tensa para todos con el 40% de la población mundial caída, el golpe final y devastador llegó con la segunda Luna de sangre.

Esta ya no fue vista por nadie como hermosa.

Si no como la señal de muerte.

Y así fue.

Ese paisaje teñido de rojo junto a los gritos de miles de personas fue el comienzo de todo.

Esa noche aquellos muertos por el virus despertaron.

Aquella noche cientos o miles de personas fueron cruelmente mordidas por ellos abriendo con horror un nuevo capítulo para la historia humana.

Aquella noche fue el comienzo del apocalipsis

noche de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora