Despiertos

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En ese lugar no existían ni la noche ni el día, pero Ela instintivamente sabía que debía ser de mañana, en algún momento entre las 3 y 5 de esta.

Y fue en ese momento que su cuerpo empezó a calmarse y el dolor a cesar.

Miro de reojo a sus aliados y vio que el rojo de sus cuerpos también había empezado a menguar. Si no se equivoca en las próximas horas se irán despertando uno tras otro.

Miro al techo.

Y si lo que dijo Ra es creíble empezaran ola tras ola de ataques, mientras ellos deberán avanzar sin dudar, solo siguiendo el camino que el supuesto Dios les abrirá.

Ela cerró los ojos cansada y se recostó mientras escuchaba el leve crepitar de la ropa al moverse, a tres pies de ella, a la izquierda.

Si no recuerda incorrectamente ahí es donde dejo a Isac.

Por supuesto que él sería el primero de su grupo en despertarse.

Lo sintió ponerse a su lado, en cuclillas para verla

-Ni siquiera abrirás tus ojos para verme? No tienes miedo?

-Estoy cansada y contigo no es necesario.

-¿Los mataste?

Ella no necesitaba su vista para saber que él debería estar viendo la pila de cadáveres donde una vez estuvieron sus compañeros heridos.

-Ellos ya no eran tus soldados, los sobrevivientes están por ahí.

Ella solo se dignó a levantar débilmente su brazo señalando una dirección y rápidamente lo bajó.

Estaba tan cansada y más que dispuesta a aprovechar al máximo este relevo hasta que el ataque le quite de su preciada dicha el descanso.

-Como sabes que te creeré y no te arrestare por asesinato?

-Porque no estas ciego y puedes ver a simple vista que ya no son humanos- Ela abrió los ojos por un segundo retándole con la mirada- tu y yo sabíamos antes de entrar que aquí habría cosas más allá de nosotros.

Él le devolvió la mirada con intensidad hasta que esta volvió a cerrar los ojos.

Lo escucho levantarse y recorrer, seguramente inspeccionando el estado de sus tropas.

Ela se durmió con el rítmico y estandarizado sonido de sus pasos. Finalmente cediendo por completo a la inconsciencia.

Poco después de eso el hombre regresó a su lado y se agacho.

Su mano extendida sobre la cara de ella, sus dedos paseando por sus rasgos pero sin tocarla.

La mirada de él era profunda y obsesiva, un brillo oscuro en sus ojos.

-Estás aquí... funcionó

Susurro de forma reverenciada como si ni él mismo pudiera creerlo.

Los recuerdos de su tiempo actual con ella y los del sueño paseaba una y otra vez por su cabeza y lo llevaba a la única respuesta.

Esta no era su pasado como él había apostado cuando lo intentó.

No

Esta es toda ella su mente en un cuerpo más joven

Aquella que paso el mismo infierno que él y más

Su luz.

Su esperanza

El experimento 0001412, Chronos.

-Te encontré, te tengo

Agarró la punta de su coleta esparcida y la beso con anhelo

noche de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora