¿Dónde estamos?

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Cuando el pie de la última persona pisó el bosque este pareció temblar y palabras empezaron a flotar sobre la cabezas de todos.

" Este es un regalo o una maldición? Depende del lado que salga vencedor, puedes obtener poder o ser el alimento de este. He aquí el lugar de la esperanza y desolación, 100 concursantes acaban de entrar la pregunta es ¿Cuántos la prueba pasarán?"

Y con la ultima palabra el aire, las plantas y los arboles empezaron a retorcerse y deformarse.

Ela sin dudarlo agarró con fuerza en un abrazo a Virginia mientras eran teletransportadas a otro lugar.

Una especie de cruce entre un lamento y un quejido se escuchó en el aire y Ela con un salto solto a su prima. Y sin perder tiempo se había puesto en pose defensiva, arma en mano, cuando una sombra se acercó a gran velocidad a ellos ! ella sin dudarlo disparó a la cabeza!.

La figura se desplomó pero su impulso la terminó lanzando a poco pies de ellos.

Era una especie de jabalí, pero casi no tenía carne en el cuerpo, era como si estuviera momificado!! pero la carne y piel no fue tratada adecuadamente y estas se caían en ciertos lugares putrefactas.

Era grotesco y la cabeza volada no ayudaba mucho a la imagen.

Los soldados miraban en shock. Ela solo evaluó su entorno, poco a poco más quejidos empezaron a escucharse a su alrededor, en un momento entre la niebla que cubría el ambiente parecieron abrirse cientos de ojos rojos como la sangre acercándose a ellos a grandes velocidades.

-Disparen a la cabeza y que no los muerdan o arañen!!- Rugió Ela mientras empezaba a disparar.

Ella entró en un estado muy familiar, no recuerda cuántas veces es que estuvo en una situación como esta, una ola de zombis viniendo uno después de otro en filas interminables, ola tras ola que solo le dejaba espacio para respirar, recargar su arma y esquivar, repitiendo esa acción hasta que o ya no haya enemigos o se quede sin munición.

Los chasquidos de las balas se escuchaban junto a los gritos de los zombies y soldados, sesos volando por doquier, ella sabía que Virginia e Isac flotaban a su lado, varias veces hizo combos con ellos cubriéndose la espalda pero no pensó mucho en ello

Tras una hora todos los animales estaban muertos.

Y ella jadeando cuando al fin logró darse un respiro noto algo muy malo en el ambiente.

Algo muy muy malo.

La niebla a su alrededor parecía cambiar al entrar en contacto con los cadáveres de esos animales, o más bien con la sangre de estos, parecía absorberla y poco a poco se iba tiñendo de rojo.

Un Rojo muy, pero muy familiar para Ela.

Ella sin perder tiempo empezó a buscar a su prima con la mirada entre los agotados soldados, al fin notándola a pocos pies de distancia asistiendo a uno de sus aliados heridos.

Ela miró a Isac que estaba haciendo lo mismo.

Bueno la niebla ya había surgido.

Si la cuestionan después solo lo justificara que fue una visión de pre-despertar.

Ya habiendo encontrado una excusa y sin querer perder cada segundo precioso corrió hacia ellos y agarró a Isac del brazo.

-No hay tiempo para decirte por qué, pero separa a todos los soldados heridos y mantenlos a cierta distancia de los sanos.

Isac la miro, sus ojos gris profundo y misteriosos llenos de preguntas, exigiendo respuestas

-No, no hay tiempo si quieres que la mayor cantidad de tus soldados sobrevivan solo has lo que te digo

Isac quería decir algo, exigir explicaciones o negarse, en este ambiente hostil es mejor tener a los heridos en el centro de su grupo para poder protegerlos adecuadamente, pero un dolor repentino de cabeza lo detuvo, esta parecía querer estallar y recuerdos de gente siendo dañada por seres parecidos a estos animales, también putrefactos, también secos pero humanoides. Los mismos con los que antes había soñado, esos seres mordiendo, arañando a humanos, humanos volviéndose nuevamente estos seres, un ciclo continuo. Isac cayó al piso arrodillado, Josué su segundo al mando corrió a auxiliarlo pero el solo veía a la figura en retirada con ojos profundos y complicados.

Sin más le dio la misma orden que Ela le había dado, separa a los heridos, a una buena distancia de ellos, pero dentro de su rango de disparo.

Ela ya se había alejado para hacer justamente eso, empezó a mandar a los soldados heridos a una parte tras un rápido y menor tratamiento de primeros auxilios.

La verdad a los más graves ella quería matarlos, sus posibilidades de supervivencia eran tan bajas, no valía la pena el riesgo.

Pero ella no podía hacerlo.

En primera, nadie aún sabía nada del virus ella no tiene justificación para asesinar a alguien solo por resultar herido, sería como que ella traicionará a sus camaradas de armas solo porque los considera una carga.

Dos, estaba segura que si le ponía una mano encima a sus soldados Isac la sometería en ese mismo segundo para luego llevarla a recibir su pena.

Ella no quería, ni podía ser atada o esposada, muchas gracias.

Así que...solo recemos que ella despierte antes de que ellos se conviertan, esta es una apuesta.

Una apuesta de vida o muerte, Lady Luck no la abandones ahora.

Ya podía sentir su temperatura corporal elevarse poco a poco y la somnolencia que empezaba a invadirla.

Ya estaba comenzando.

Fue junto a su prima cuya cara empezaba a igualar su cabello de lo roja que se ponía y la hizo acostarse a su lado.

Esta de lo atontada que la dejaba su fiebre solo se dejó guiar sin decir nada.

-No importa cuán caliente sea, cuán doloroso sea o cuanto desees morir, solo piensa en aguantar, en resistir !! Piensa en tu mamá, en tu papá y en tu hermano aguanta y aguanta!! que si resistes podrás despertar...

Ella le repitió esas palabras una y otra vez hasta que ambas cayeron a la inconsciencia.

Ellas solo deben aguantar.

Aguantar la agonía del despertar. El dolor abrasador que te trae el bautismo de la niebla sangrienta, de la Noche de Sangre.

Solo por medio de ese dolor infernal es que sus renacimientos vendrán.

noche de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora