noche de sangre

Confrontación

Con ambos perdidos en sus pensamientos las horas restantes pasaron volando.

Antes de darse cuenta Ela estaba frente a su habitación de Hotel.

-Tu..tu descansa bien, mañana a las 12 nos encontramos si?

Ela miró débilmente a Isac antes de entrar con rapidez al cuarto, cerrando la puerta de golpe.

Isac la vio partir y entró a su cuarto sin más

Ambos tienen muchas cosas que pensar creyendo que sería una noche de insomnio.

Pero sin darse cuenta ambos cayeron dormidos.

La luna se apiadó de ellos y con un hechizo de sueño esta noche se llevó sus sospechas.

A las 12 en punto del día siguiente Isac estaba en la puerta de Ela completamente uniformado y con aura de superior.

Ela ya había hecho sus preparaciones mentales y le invitó a pasar.

Isac se sentó, cruzó las piernas y la miró con seriedad esperando que ella empezara.

Ela se removió incómoda pero luego respiró profundo, se golpeó con fuerza la cara para animarse.

Se paró con una postura firme como para enfrentarse a sus padres, solo concentrándose en informar y nada más.

Ella no es débil.

Ella no puede rendirse ante el miedo.

Debe enfrentarlo con valentía como siempre lo ha hecho pues los demonios no se irán solo porque cierre los ojos.

Solo cuando los enfrentes, cuando los derrotes es que desaparecerán.

Y la vida es igual, ocultarse, lamentarse y temer de nada te servirán.

Solo caminando con firmeza sin parpadear, aunque el camino sea incierto e incluso ella no sepa a donde ir es que ella tendrá una oportunidad de llegar a algún lugar.

-Pregunte señor.

Isac vio las mejillas sonrojadas de la mujer por el golpe, su postura firme y sus ojos agudos.

Se vio tan heroica y hermosa que daban ganas de tirarla para sus brazos

Su corazón saltó un latido y sintió que estaba por sonrojarse como un puberto.

Con rapidez calmó sus emociones antes que cualquiera se diera cuenta y con voz helada comenzó.

-Qué buscas.

Ela ya había pensado esta mañana cuando se despertó en todo lo que él podía preguntar y en las respuestas que podía dar.

Ella no podía decir la verdad.

Pero tampoco mentir.

Ella estaba segura que él se daría cuenta.

Así que fue con la mejor tirada, los mejores mentirosos son aquellos que no mienten del todo.

Las medias verdades serán sus armas.

-Un remedio.

-Cual, para quien y porque debes ir en persona.

-Crysamtemun Tiempunmysti es para la tía y me dijeron que esto es demasiado raro, casi un mito pero aun así deseo probar suerte si la encuentro.

-Porque para tu tía, hasta donde yo sé, aunque su cuerpo es débil no hay nada en especial que requiera que busques remedios para ella con tanta urgencia. Además, donde obtuviste información de dicha droga y que esta si es tan misteriosa se encuentra aquí.

El tono de Isac era duro y despiadado como interrogando a un sospechoso, se notaba que no la creía pero Ela seguía sin cambiar su rostro.

Es más, ella lo miró con seriedad, una pequeña sonrisa de suficiencia asomando a sus labios.

-¿Usted no lo sabe señor? La actitud sospechosa de los animales no es suficiente para enviar un escuadrón especial y a varios de los mejores científicos del país, por mucho que al presidente le preocupa su imagen simplemente los beneficios no cubren las pérdidas, ustedes vieron señales de un nuevo virus solo eso puede justificar su presencia.

La expresión de Isac se hundió aún más, pero no dijo nada.

-Padre tiene contacto con varias empresas farmacéuticas y lo sabe, vientos de esto llegó a sus oídos y yo lo oí, sé que se teme que el virus sea infeccioso aunque aún no está confirmado, sabe que el cuerpo actual de mi tía podría caer ante una simple queja, deseo fortalecerla por si la situación termina siendo tan grabe como se piensa.

-De donde obtuviste la información.

-Como le dije antes, el virus por mi padre, la planta por un libro viejo.

-Explique.

-Padre deseaba ser médico, por ello en parte cuando ascendió al puesto de presidente incluyo los tratos con industrias farmacéuticas a la empresa, así que nos sobran libros sobre ello en la biblioteca de la familia, encontré esta hierba en un libro de medicina antigua china , consulte con un experto y este dijo que efectivamente esta hierba existe y que hay un 20% de posibilidad de encontrarla en acantilados.

-Y el más cercano está en este valle.

-Exacto, por su rareza esta hierba no tiene mercado, hice un pedido de búsqueda y de paso decidí probar suerte por mi misma.

Isac la miró con dureza.

- La explicación puede sonar convincente para ti. Pero para mi? A mis oídos estas son solo excusas.