la charla

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Ela miró a sus hermanitos riendo y hablando sobre sus futuros superpoderes.

-Es genial que sea un apocalipsis zombi estilo novela china porque si fuera estilo película hollywoodense sería mil veces peor - bromeó Yuki antes de empezar a dictar las diferencias.

Ela los vio reír y bromear y un destello de egoísmo parpadeo en su corazón.

Ella sabía que el tiempo era valioso, que cada segundo contaba.

Pero aun así un día, solo una noche ella egoístamente anhelaba esta escena.

Esta calidez

Deseaba que sus padres ya llegarán, siéntense en la mesa, charlar a gusto, bromear, reír.

Ella deseaba volver a disfrutar despreocupadamente solo una vez más, absorber cuanto pueda de este ambiente calmado antes que se rompa cuando sus padres escuchen lo que ella tenga que decir.

Ya sea que le creen o no, nada en la casa volverá a ser igual.

Y ella no puede soportarlo.

"Una noche, solo una noche déjame ser egoísta"

Ela miró con seriedad a sus hermanos.

-Niños tienen prohibido mencionar cualquier cosa de esto a nuestros padres hasta la mañana

Yuki volteo a ver a su hermana junto con Yugi.

-¿Porque? Es que acaso no acordamos decirles?

La mirada de Ela transmitió un toque de tristeza.

-No quiero arruinarles la fiesta, déjenlos disfrutar esta noche con sus hijos.

Los gemelos la miraron, se miraron y asintieron vacilantes.

El resto del día y noche transcurrió sin fallas, el ambiente durante la cena fue cálido y acogedor.

Ela disfruto como no lo había hecho en 10 años.

Pero todo tiene un final y cansados ​​se dirigieron a la cama

A eso de la media noche Ela escuchó un ruido fuera de la puerta.

Rápidamente saltó de la cama y agarró el objeto más cercano a su alcance como arma que resultó ser su lámpara de noche y se colocó en pose de lucha preparándose para lo que sea.

Dos pares de ojos fueron los que la recibieron.

Los gemelos la miraban desde la puerta

-¿Eh? que hacen levantados?

Yuki levantó su almohada mostrándosela a su hermana en una petición silenciosa

Esta entendió y asintió volviendo a la cama.

Los niños corrieron tras ella.

Ambos se colocaron a su izquierda y Ela se puso de costado extendiendo su brazo derecho para quede sobre ambos como siempre hacía

Yuki que estaba en la punta empezó a jugar con los dedos de esta.

El silencio se mantuvo unos minutos hasta que fue roto por Yugi.

-Es en serio todo lo que nos dijiste esta tarde Ela?, en verdad el mundo se acabara?.

Su voz ya no era feliz ni emocionada, era triste y rota, un susurro tentativo temeroso a respuesta.

Ela cerró los ojos sintiendo al niño acurrucado en su pecho y la niña jugando tímida y nerviosamente con sus dedos.

-Si.

noche de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora