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Hace quinientos años el mal había gobernado, él había logrado encontrar el escondite del monstruo, en sus manos había estado la tarea de alimentarlo, fortalecerlo y cuidarlo mientras adquiría la fuerza para desatar el mal otra vez, ¿Qué ganaba con ello? Fácil de adivinar ¿no?, ganaría venganza, todos los que lo habían rechazado, humillado y desterrado iban a pagar...

Habían transcurrido quince años desde que su familia lo había abandonado, a su suerte el niño de apenas cinco años tuvo que sobrevivir por su cuenta, o almenos lo hizo hasta que encontro a alguien que lo criaria, de la misma manera que un padre a un hijo, le dio comida y educación, pero no perdió el tiempo entrenandolo para su venganza.
Él había escuchado que su enemigo había muerto, y sin heredero, no había ningún problema, le tocaría entrenar para su regreso, pero nadie lo detendría, menos con un joven muy fuerte de su lado.

—Falta poco para que estés listo —Comentó el joven mientras servía sopa en dos platos.
—Lo sé — Dentro de lo oscuro de una cueva, una voz ronca le respondió— Necesitaremos aliados.
—Tranquilo — finalizó de servir y se adentro aún más a la cueva — eso ya está resuelto...

...

La azabache había terminado de cambiarse, devolvió la capa y se colocó su capucha. El trayecto de regreso fue silencioso, y antes de llegar a la aldea, el semi-demonio se despidió agitando la mano, el pelirrojo se transformó en dragón y salieron disparados al cielo. La chica suspiro y retomó la caminata a la aldea.

De regreso paso por un arco de flores que daba la bienvenida a la aldea, paso por el mercadito saludando a sus amigos, paro para comprar algunos champiñones y tomates, y justo al momento de caminar para delante la chica tropezó con una canasta, al caer sintió el piso más blando de lo normal ¡Había caído sobre un chico! Sus ojos se encontraron, el color de los ojos le recordaron al color de la esmeralda. En sus cachetes tenía cuatro pecas de cada lado, el cabello al igual que sus ojos eran de un verde muy bonito. El chico estaba rojo cual tomate, pero lo que más le preocupaba a Tn era la cara que tenía la chica que estaba detrás de él.

—P-perdón, soy muy torpe ¿Estás bien? —La azabache se levantó de un salto del suelo.
—S-Si - el chico se levantó tras ella — ¿y tú?
—Deku-kun, la conoces? — preguntó la chica de cabello corto llevaba un sombrero de bruja, y una capa, con vestido, todo de un color fusia.
—Uraraka, Deku, no hay tiempo que perder, el príncipe nos solicitó con urgencia en el Palacio.—habló con rapidez y firmeza un chico que más bien guardia real— Si la señorita se encuentra bien, recomiendo retomar nuestro viaje.
—Cierto, pero rápidamente, soy Midoriya, ella es Uraraka y el es Iida. Es un placer conocerla señorita...
— Tn, Ryu Tn. El placer es mío, y lamento lo de la caída — la azabache les ofreció una gran sonrisa. La cual fue devuelta por los tres chicos-— pero como verán, se me hace un poco tarde y creo que a ustedes también, es mejor si me voy.-— dijo recordando que su casa estaba sola y ella tenía mucha hambre. — fué un placer conocerlos.
—Igualmente señorita Tn —contestó la chica con sombrero puntiagudo — quizá podamos ir al bosque algún día, ya sabes, entre chicas.
—Me encantaría — respondio. Y con una despedida de manos, cada uno retomó su camino.

...

—¡Katsuki!-— la mamá del joven Bakugo lo había esperado hacia dos días — Me tenías preocupada, ¡Masaru, tu hijo regresó! —agregó dándole un Zape en la cabeza al rubio. — ¿En dónde habías estado?
—Mamá, estoy bien. Nos agarró una tormenta de camino y pasamos la noche en una cueva. Kirishima me acompaño. — era claro que el chico estaba molesto, su madre tenía demasiada fuerza y sus golpes lo molestaban. —Además, ¿Cuál es la prisa?-— hacia dos días su madre lo había llamado con urgencia, y luego de su llamada, Kirishima recibió otra por parte de su tribu.
—El Reino Todoroki nos invitó a una cena. Irán unos viejos amigos nuestros. Ya sabes, de cuando se te daba la gana de convivir con humanos. — Intervino Mitsuki Bakugo. La madre del semi-demonio era rubia e influía poder en cualquier lugar. Pues al ser un demonio en su totalidad era muy poderosa. En sus años de juventud se había enamorado profundamente de un humano Masaru Bakugo, aunque la diferencia de especies era mucha, a ninguno le importó y decidieron casarse, luego un par de años después, nació Katsuki. Ensus primeros años de vida del joven semi-demonio, habían vivido cerca de un pueblo humano haciendo unos amigos. Luego a Mitsuki le agrado la idea de vivir un poco con los demonios y así se retiraron de la aldea humana para convivir un poco con los demonios. Pero a Katsuki no le agradaba la idea de estar más en manada, por lo que al cumplir sus diecisiete años decidió ir por su cueta.
—Arreglate niño — El padre de Bakugo lo acarició por la cabeza —No queremos que asustes a las doncellas y a los principes.
—Hola viejo — saludo el joven — ¿Por qué nos invitaron bruja? — agregó mientras la madre le tiraba una piedra en la cabeza.
—Al parecer, hay noticias importantes y quieren tener aliados...

...

Lejos del bosque, y de la ciudad humana, él había Estado pensando en los distintos finales que podrían pasar, pero el final siempre era el mismo, aunque le gustaría cambiarlo no podría, no importaba lo que dijeran, hicieran o pensaran, el destino de esas tres personas era el mismo, salvo que solo uno de ellos sobrevivía a la gran masacre...

—Joven Mirio, es hora — El gran vidente llamó a su aprendiz, era hora de emprender su viaje...






Continuará~~

Caperucita roja y El demonio... O algo asi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora