11:00

1.9K 228 42
                                    

El reloj nunca para, las horas pasan y pasan, pero yo sigo atrapada...

...

Oh si, el olor a sangre se hizo presente en un santiamén, atrallendo a más depredadores a lo que alguna vez fue una aldea... Las casas habían quedado destruidas, todo era un caso total, ningún sobreviviente había quedado para dar a conocer lo que había pasado, o eso habían pensado...

Sin embargo, en ese entonces habían pocos viajaron que recurrían a esa área, pero habían otras formas de saber que pasaba, pues desde la comodidad de una habitación en el Palacio de los Todoroki, Nightaye, uno de los pocos hombres que se enfrentó a All for One, y uno de los pocos que sobrevivió para contarlo, se encontraba buscando respuestas, ¿Por qué la visión había cambiado? ¿Acaso el futuro se había modificado? ¿Por qué después de tanto tiempo, decidió cambiar? ¿Quién era esa chica?

En anteriores visiones, aún sin saber quienes serían los participantes de esta batalla final, solo visualizaba a tres caballeros, ahora, por supuesto, que ya los había divisado, sabía que el chico de cabello  que parecía una pelusa verde, era la reencarnación del poderoso All Might; que el príncipe Shoto sería quién ayudaria a entrenar a los millares de caballeros de batalla que se requerían para esta pelea; y por último, el chico demonio, quién atraería a los demonios y criaturas místicas hacia la batalla... Pero la chica, ¿Quién era ella? ¿Por qué no la había visto antes? ¿Sería aleada o los terminaría engañando? ¿Cuál era su papel en todo esto?

Hasta que lo vio, dando vueltas a un futuro incierto, los vio, un grupo de jóvenes quienes se habían percatado de la llegada de All for One mucho antes que el, un grupo de jóvenes, quienes se estaban encargando de ganar personas y llevar la destrucción a otras, además de ver la terrorífica escena de All for one, era increíble ver los desastres que se aproximaban.

—Sir Nighteye — el jóven Mirio llamó la atención del sabio visionario que estaba sosteniendo su mano de una manera muy aterradora... Pues bien, Nighteye poseía un don, el problema de este era que necesitaba a una persona para ver su futuro desde sus ojos y ¿quién mejor que su unico aprendiz? — Se encuentra bien?
— Me temo que no, necesito con urgencia que llamen a los jóvenes que te he dicho el día de ayer... Necesito confirmar su aparición. — informó mientras analizaba la situación. Si era cierto lo que había visto en el futuro del joven Mirio, ya estaba retrasado...
— Enseguida señor — Mirio dio media vuelta y se dirigió a la puerta — ¿A la chica también señor?
—A todos Mirio... — y sin mas, el joven salió corriendo en busca que un transporte para ir a buscar a todos, aunque era más que claro que al príncipe Shoto sería el más fácil, decidió buscar primero al chico demonio.

...

La noche anterior había sido hermosa; el baile, la comida, los chicos... ¡Diablos! El chico rubio, él era el que merodeaba la cabeza de la pobre azabache, desde el inicio le había llamado la atención, y vamos, ¿A quién no?

Con un millón de escenarios creados por parte de la azabache, era imposible no intentar no emocionarse, aún acostada en su cama, daba pequeños grititos de emoción al recordar las palabras del demonio.

—"No es por presumir, pero básicamente también soy heredero de la dinastía de demonios" — remedo con voz grave. — AHHH, ¡basta!  Ya no puedo seguir así — dio un salto de su cama hacia el suelo — el es un demonio, yo soy una humana — repetía una y otra vez dando vueltas alrededor de la habitación — además, tengo una madre muy estricta, si se llegará a enterar que he hablado con un demonio, y que también le permiti acompañarme a casa, seguro me lleva  a la aldea donde trabaja y me deja en una habitación encerrada sin ver la luz del Sol por el resto de mi vida...

Antes de seguir con el teatro y el plan de como se escaparía de esa terrible habitación, varios golpes en la puerta se hicieron presentes, lo que asustó un poco a la Azabache...

—Si? — respondió ante el llamado — ¿Quién es?
—Señorita Tn, soy Shoto — la voz del jóven con el que había bailado anoche  la dejó en shock. ¡Era el príncipe! Sin más abrió la puerta, olvidando por completo el hecho de que se encontraba en pijama.
— Príncipe Shoto, ¿qué hace aquí? — cuestionó la jóven — Se encuentra bien?
—Oh, lamento haberla despertado. — dijo mientras observaba la pijama de la chica — Pero, me preguntaba si no le molestaría dar un paseo por el bosque.

En ese momento Tn estaba confundida, cómo era posible que el príncipe le invitará solo porque si... ¿Qué estaba pasando?

—Estaría encantada de ir. Sin embargo, prefiero cambiarme antes de ir a pasear — sonrió la pequeña jóven, y el príncipe le devolvió la sonrisa, afirmando con la cabeza.
—Gracias por aceptar, la esperaré aqui... — la chica asintió con la cabeza y se retiró a los adentros de su casa.

Los árboles de movieron de una manera extraña, no había viento, entonces algo los tendría que haber sacudido. Y fue justo en ese momento, cuñado una sombra enorme sacudió los árboles y cubrió la casa de la pequeña. Un gran dragón rojo descendió del cielo, y como jinete, llevaba al demonio con una mirada de pocos amigos, o más bien, la mirada de un asesino que acaba de ver a su nueva víctima.

—Jóven Bakugo — saludo el príncipe Shoto.
—Todoroki — le respondió con voz refunfuñona — ¿Qué no estas muy lejos del castillo? Tu escolta real te ha de extrañar — menciono con un tono burlón.
—Me temo que si, afortunadamente cuento con la compañía de la señorita Tn. — la mirada del joven demonio se endureció.
—Me temo que no podrás disfrutar mucho de esa compañia — mencionó bajando del dragón — ya que yo la llévare a dar un paseo. — la mirada del joven príncipe se oscureció...
—Ya estoy lista joven Shot... — al ver a los dos jóvenes tan galantes afuera de su casa, a la pobre chica iba a caer desmayada en cualquier momento — Joven Bakugo, mejor dicho, heredero de los  demonios, ¿Qué haces aquí? — cuestionó con una sonrisa en su rostro.

Pero nadie le fue capaz de responder, ya que una cuarta voz se unió a la conversación...

—Oh! Qué alegría, encuentro a tres de las personas que buscó en el mismo lugar. — celebró Mirio — se solicita la presencia de los tres urgentemente en el castillo.
—¿Y tú quién Diablos eres? — cuestionó el semi-demonio.
—Es Mirio, ¿esta todo bien? — llegó el turno del menor de los Todoroki.
— Me temo que no, es de mayor urgencia que vayan al castillo.
—¿Quién nos manda a llamar? — esta vez fue la pequeña jóven quién cuestionó...
— Sir Nighteye.

Al escuchar el nombre, los tres jóvenes se apresuraron a correr, el príncipe Shoto monto su caballo y  Bakugo a su dragón, pero la joven no tenía un método de transporte, por lo que ambos caballeros se ofrecieron a llevarla, pero no dio mucho tiempo a elegir, pues Mirio hizo que el caballo del príncipe saliera corriendo, por lo que solo quedó la opción de ir en dragón. Agarrando de la cintura a Bakugo, Tn subio al gran dragón, y el joven demonio con una sonrisa brillante despegó sin más.




~Continuará

Caperucita roja y El demonio... O algo asi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora