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—Kirishima ¡por Dios! De no ser por tu olor me hubiera muerto del susto — Nuestra azabache se volteó quedando cara a cara con el pelirrojo.
—Oh, lo lamento — dijo él, mientras se rascaba su cabeza y sonreía, mostrando sus dientes de tiburón — Te vi y pensé en saludar.
— Y veo que vienes solo ¿verdad? — dijo la pequeña mientras observaba a sus alrededores — No veo a Bakugo por aquí, eso es nuevo.
—Si, Bakugo tenía unos asuntos en tu aldea — dijo viendo hacia el cielo — parece que lloverá, el cielo se inicio a oscurecer...

La azabache dirigió su vista hacia el cielo, que definitivamente se estaba oscureciendo, pero un pequeño llanto hizo que su cabeza iniciará a buscar el lugar del que provenía aquel lamento.

—Kirishima — dijo llamando la atención del pelirrojo — ¿escuchaste ese llanto?
—Mmm, escuché un sonido — dijo mientras se unía a la búsqueda del causante de aquel sonido — Viene de aquel lado del bosque — dijo mientras apuntaba a dónde los árboles eran más grandes, en dónde las cosas siempre eran un poco más sombrias, en aquel lugar se encontraría con la criatura que estaba lamentándose — ¿Quieres ir a inspeccionar?

La pequeña azabache asintió con la cabeza, iniciaron la caminata, lento pues no querían que su presencia fuera notada, caminaron por el sendero y cada vez que se acercaban a aquel lugar tan misterioso, el lamento era cada vez más audible...

Entonces fue ahí, una pequeña figura apareció enfrente de Tn y Kirishima, una niña de aproximadamente seis años, con el cabello plateado y un peculiar cuernito en la frente, al verlos, la niña no espero nada y corrió a abrazar a la azabache, quién quedó totalmente perdida.

—Ayudame — las palabras salieron de la pequeña boca de la niña, la súplica fue casi inaudible, pero la azabache lo comprendió.

¿Quién era esa niña? ¿Qué hacía en el bosque sola? ¿Ella era quien había pedido ayuda anteriormente o habían más?

Sin más remedio que ayudar a la pequeña, decidió guardarse todas las preguntas que la atacaron en ese momento, y decidió llevarse a la niña lo más rápido posible, suplicándole a Kirishima que se convirtiera en dragón, salieron volando de aquel bosque que tenía un ambiente sombrío.

...

—¿Mina? — dijo él semi-demonio entrando completamente a la habitación en donde se encontraba la peculiar chica — Estás loca, ¿qué haces aquí?
— A mi también me alegra verte primo — dijo la chica con un tono notorio de sarcasmo — Oye, dejemos los dramas para más tarde, quieres? 
—¿Estás loca? Además ¿Porqué estás en el hospital? ¿No que te puedes curar sola? — Interrogó el joven semi-demonio con una sonrisa burlona en los labios — Deja de hacer drama y vete, seguramente por andar de excursionista te golpeaste.
—Bakugo es suficiente — Interrumpió Sir Nyghteye — Tu prima estaba aquí por una grave lesión, llegó anoche sangrando y casi inconciente... Necesitamos saber qué pasó.

La mente de la chica rosa se transportó a otro lugar, volvió a escuchar los gritos de socorro y desesperación... Volvió a ver las casas brillar ante el fuego, pero lo que más atrajo su atención fueron aquellas bestias gigantes,  peleaban fuerte, ellos eran quienes la habían herido a tal magnitud... Al estar muy herida y llegar a temer por su vida, no encontró más remedio que esconderse en una casa en la que el fuego había cesado, pero la imagen que percibió la dejo más horrorizada de lo que ya estaba, pues los cuerpos calcinados de las personas se encontraban en el suelo...

—Hubo un ataque en la aldea en donde me estaba quedando — inicio a narrar la chica rosa.

«Llevaba un día en esta aldea, todas las personas eran amables y no me rechazaron al enterarse de que era una demonio. Esa noche todo estaba muy tranquilo, decidí ir a dar una vuelta por los alrededores, tenía planeado regresar a casa, pero cuando llegue un incendio devoraba la aldea entera... Creí que habia sido un accidente, así que corrí a sacar a la gente de sus viviendas, pero nadie quería salir... Ellos elegían morir en el fuego que en las manos de las horribles bestias que habían llegado a arrebatarles la paz; salí de las viviendas con la intensión de asesonarlas, si me daba prisa salvaría a las personas, pero cuando los ví... Jamás había visto algo así, son nuevos, ellos han sido creados por alguien... Eran negros, blancos y cafés, tenían la expresión de muerte en la cara, devoraban personas y animales... Intenté detenerlos, logré derribar a uno, pero apareció otro por atrás y me enterró una garra en el estómago. Me escondí porque si seguía peleando moriría...

Ahora la parte más importante, aunque no logré ver sus rostros, hay personas atrás de esto, personas que le sirven a alguien, y lo que hicieron con la aldea fue solo una demostración de lo que esas bestias pueden llegar a hacer... Ellos los llamaron Nomus.»

...

—Encuentrenla, no ha de vivir lejos, hay pocas aldeas alrededor — El chico de guantes hablo con tono alterado a todos quienes lo escuchaban, ¿Cómo era posible que la hubieran encontrado? — Ah qué clase de idiota se le ocurre venir al bosque con todo lo que está pasando — Dijo mientras golpeaba la pared — ¡ENTREN A LA NIÑA, NO LE IMPORTA SI TIENEN QUE DESTRUIR MEDIO BOSQUE O UNA ALDEA COMPLETA! — gritando de la ira y la desesperación por haber perdido ha aquella niña que le traería tanto, se alejo de aquel pequeño espacio...

Entro a la habitación de la niña, y observó dibujos en las paredes, un dragón, una chica y un joven... En el otro muro, encontró a un chico de cabello verde, uno rubio y otro de cabello oscuro y largo, tenía la sensación de haberlo visto hace mucho o de haber escuchado de alguien con la misma vestimenta, paso al tercer muro, y observó una cueva, un ejército de cosas extrañas y un grupo que iba saliendo de la cueva... Pero en la cuarta pared, no habían dibujos, no había nada, pero al alejarse un poco, noto que había una distorsión en el muro, así que con fuerza agarro el bloque que quedaba imperfecto. Al quitarlo, los que estaban abajo de el cayeron al suelo, mostrando una puerta que seguramente la había dejado libre...

...

Después de tanto viajar, encontró la aldea que tenía a los chicos que el estaba destinado a entrenar... Sabía que era un gran reto, pero no le interesaba, después de todo había sido compañero de All Might... El señor Aizawa al fin había llegado...


Continuará~

Caperucita roja y El demonio... O algo asi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora