07:00

2.4K 236 14
                                    

La pequeña niña se encontraba inconciente en el césped, bajo la sombra de un roble, que para su suerte, se encontraba en crecimiento. Todos sabemos que una simple nuez a una corta distancia no deja inconciente a nadie, pero, ¿Qué hay de un niño un año mayor? Así es, a la pequeña niña de los cabellos tan negros como el ébano le cayó encima un chico más grande que ella.

—Oye Oye — el pequeño niño movía de un lado a otro a la azabache — Niña, despierta.
—Mmmm — la pequeña empezó a abrir los ojos muy lentamente — ¿Qué me paso?— sus ojos toparon con los del chico. El niño tenía ojos amarillos, un color que no sabía que podía existir en los ojos. Su cabello era de un color mostaza, y en su flequillo llevaba un mechón negro, en forma de rayo. — ¿Quién eres tú?
—Soy Denki, Denki Kaminari. Y tu, niña rara, te cruzaste en mi perfecto aterrizaje. — el niño ayudó a la pequeña a ponerse de pie.
—¿Yo? ¿Niña rara? — alzó una ceja y lo señalo con el dedo — tu eres el niño raro que anda trepando y cayendo de los árboles.
— Supongo que ambos somos raros  — el llamado Denki sonrió y extendió la mano — en ese caso... ¡Somos el club de niños raros! — la pequeña niña soltó una carcajada —¿Cuál es tu nombre, miembro del grupo de niños raros?
—Me llamó Ryu Tn. Supongo que es un gusto conocerte — la pequeña niña  sacudió su falda — ¿Qué hacías encima de un árbol?
—Oh, estaba intentando agarrar una ardilla que me tiro una piedra en la cabeza — otra carcajada salio de la boca de la chiquilla...

Conforme el tiempo pasaba, los niños se iban haciendo cada vez más cercanos. Todas las tardes en las que la madre de la pequeña niña estaba ausente, la pequeña azabache solía escabullirse de su casa para encontrar a su nuevo amigo, que todos los días la esperaba, sin excepción, junto a aquel roble en donde se conocieron.... Al pasar el tiempo, Denki se dedicó a robarle a los ricos para darle a los pobres, además de ser todo un Galán con las chicas. La azabache, por otro lado, se quedó en la aldea, junto su abuela y su madre. Claro que de vez en cuando, Denki pasaba a saludar, mejor dicho, a hurtar la comida de su amiga...

Actualidad~

—Denki, debes dejar de aparecerte por ahí como si nada — La azabache encendió la pequeña estufa, y preparó un poco de té.
—Recuerdas que cuando éramos niños,y tu madre se encontraba en tu casa no me dejaba entrar. — mencionó el chico mientras se sentaba en una silla de madera.
—Lo recuerdo — La chica sonrió ladinamente — siempre estabas en la puerta con una rosa para que te dejara entrar, y un día, de la nada ya estabas comiendo con nosotras.
—Así es, el otro día la ví. Trabaja duro. — comentó mientras se levantaba para sacar dos tasas de porcelana.
—Ya lo sé. — la chica por el otro lado dos bolsas de té.  — ¿A pasado algo interesante? — pregunto mientras dejaba las bolsitas de té en las tasas.
— Ahora que lo mencionas, en el pueblo del Oeste,  he escuchado que un mal anda suelto. Ya sabes,  supuestamente una bestia despertó en el bosque. — Al escuchar esto la chica no pudo evitar pensar en el semi-demonio. — claro que aún no han tenido avistamientos de eso.
— Entonces, ¿Cómo saben que existe algo así? — la tetera sonó, el agua ya estaba lista para servirla...

Luego de haber tomado el té, Denki decidió quedarse a pasar la noche, pues había empezado a llover. La azabache no tuvo problema alguno, pues estar con Denki era reconfortante, de alguna extraña manera. Antes de que Denki decidiera marcharse de la ciudad, pasaba una buena cantidad de tiempo en la casa de Tn. Los padres de Denki eran personas que agradables, personas que ayudaron a Tn luego de que su madre se fué...

...

La lluvia estaba demasiado fuerte, casi como tormenta, pero nada le impediría llegar al castillo de los Todoroki, pues el destino de todos los seres vivos dependia de esa noche. Al estar más cerca del Castillo, la cabeza le dolió, ¿Acaso era una nueva visión? No, pues el futuro no puede cambiar en un segundo, o almenos eso pensaba. . .

El carruaje se detuvo, dando señal que ya había terminado el viaje. Unos caballeros los recibieron, ayudando a bajar algunas maletas, e ingresaron al castillo.

—Presentando a Sir. Nighteye y a su aprendiz, Mirio,  quienes vienen desde lo más lejano para ver a su Majestad. — Las puertas del Palacio de los Todoroki se abrieron dejando ver a un hombre poderosos sentado en un trono junto a otras cuatro sillas reales, de las cuales solo una estaba ocupada, por una poderosa y elegante mujer, la reina y el rey estaban esperando a Nighteye desde que escucharon los rumores de una supuesta amenaza...

—Nighteye, viejo amigo — el rey bajo de su trono para abrazar a su amigo, la reina hizo lo mismo — mira,  ahora ya tienes un aprendiz.
— Muy buenas noches caballeros, supongo que tendrán frío y hambre luego de este largo viaje, me tome la libertad de reservarles dos habitaciones para que descansen. — la reina ya había indicado a los Caballeros donde dejar todo el equipaje de los visitantes.
— Muchas gracias sus Majestades — dijo Nighteye mientras realizaba una reverencia. — Con gusto aceptaremos su amable invitación a comer.
— Sus Majestades,  si me disculpan, necesito ir a cambiarme antes de comer, si podrían indicarme en donde se encuentra mi habitación — el joven Mirio era alto, muy bien entrenado y con  un cabello amarillo cual sol.
—Por supuesto Joven Mirio. Jiro, ayuda al joven porfavor. — una muchacha con el uniforme de caballeros, cabello corto y de un color azulado.
— Claro su Majestad. 



~~Continuará

Caperucita roja y El demonio... O algo asi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora