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Las horas del reloj avanzan lentamente, me pregunto cuándo se detendrán...

...
-Señorita Tn, lo lamento mucho, nuevamente hemos tropezado. - El cabeza de brócoli se disculpó por milésima vez con la pequeña azabache -Dejeme compensarla por las molestias.
-Joven Midoriya, no se preocupe, estoy bien, fue un pequeño tropezón. - La pobre chica se encontraba sentada en una silla, pues luego del incidente el baile continuo, y sir Nighteye se vio obligado a dejar a los futuros guardianes de la paz para dirigirse a atender a las demás personas, pues era probable que otra persona formara parte de ese gran y majestuoso equipo...
- Joven Midoriya, iré a dar una vuelta, usted debe disfrutar la fiesta. Le agradezco su preocupación, ¡pero estoy bien! Así que vaya con sus amigos por favor.
-Señorita Tn, lo lamento nuevamente, espero que su caminata sea agradable. - Y sin más ambos tomaron caminos separados...

La noche se torno fría, aunque las velas brindaban calor, la azabache camino dando vueltas por un pequeño redondel de rosas que se encontraban en el patio trasero del Castillo. De pronto, la chica pudo escuchar un suspiro...

-Sabes, deberías tener más cuidado, ir por ahí tropezando con chicos puede ser peligroso - la azabache volteó rápidamente, para encontrarse a pocos centímetros de distancia con el chico de cabello rubio... - ¿No lo creés? - agregó en un susurro cerca de la oreja de la chica.
- Es más peligroso que un chico semi-demonio me siga, no creés? - la cara de la chica se torno roja cual tomate, volteandose instantáneamente, quedó junto en frente del rubio. - Creía que los demonios no entraban a pueblos humanos. - suspiro cuando vio al chico en traje formal por primera vez, ¿Por qué no había llegado con su ropa habitual?
-Si bueno, mi madre me obligó a vestirme así, se supone ellos vienen a hablar de negocios. - En ese momento los negocios de los padres no podrían ser algo malo, es más, la chica estaba agradecida por la magnífica vista que podía tener de ese semi-demonio en traje. - Así que, por lo que veo, tienes solo ropa roja o corinta, no? - Elevó una ceja y por primera vez elevó una comisura de su labio, en el intento de una sonrisa.
-¿De qué demonios hablas? - la chica camino un poco para atrás, pero en ese momento se topo con una de las limitaciones que estaba hecha por plantas y rosas. El demonio camino hacia ella, la acorraló y se acercó de tal manera que sus respiraciones inicia un una pelea...

-¡Señorita Ryu! - Un chico de cabello verde como las plantas salió disparado hacia donde se encontraba la joven con el demonio.
-¿Pero que demoni- - rápidamente, el chico lo interrumpió.
-Necesita entrar, harán un anuncio importante. - pero el pobre chico se percató de la mirada dominante, imponente y enojada que lo observaba de parte de un caballero alto y rubio, le recordó mucho a un compañero de infancia... De hecho le recordaba demasiado, esa cara, el color de cabello y el color peculiar de los ojos. - Disculpa, tu eres?
-DEKU, NO TE HAGAS EL IDIOTA. - Sip, el chico había sido un poco despistado, después de todo Bakugo no había cambiado nada, o bueno eso creía el. - IDIOTA.
-Lo siento Kacchan, señorita TN, debemos ir. - silencio - ¿Señorita Tn? - pero cuando ambos muchachos vieron bajo el brazo del demonio ya no había nadie, ¡la chica había huido!

...

¿Y cómo no? Es decir, ella vio la oportunidad de salir de allí corriendo, no iba a desaprovechar tal oportunidad de oro, aunque le hubiera gustado quedarse un poco más de tiempo con el extraño sujeto y el cabello de brócoli. La chica había corrido suficiente como para ingresar a la entrada del Castillo. Camino un poco más para poder llegar al Salón inicial, pero habían tantas habitaciones que perdió la orientación..

-¡Ay, pero que despistada soy! Diablos, ahora tengo que ir salón por salón a ver en donde es la endemoniada fiesta. - se acordó el vestido, el cabello, y puso su pie firme en el piso justo para dar el primer paso...
-No sabía que las chicas decían "Endemoniada" Y "Diablos" - la voz divertida de un chico la despistó, la chica volteo para ver quien era el Galán que estaba perturbando su paz esta vez.
-Oh, príncipe Shoto, lamento el inconveniente. - dijo la azabachecon una pequeña reverencia - ¿Qué hace afuera? La fiesta es en su honor príncipe, se supone debería estar adentro. - <<más que pregunta, eso pareció un regaño,>> la pequeña vocecita que nos ayuda a no cometer errores le habló a nuestra amante del rojo- Lo lamento, creo que eso parecio más un regaño.
-No te disculpes, y por favor, llamame Shoto. - el chico se acercó un poco a la chica - Sabes, la fiesta esta un poco aburruda, iba a escaparme cuando te encontré.
- Ay, lamento haber interrumpido tu escape. Sabes casi son las 12 am. Y me temo que si no regresas a la fiesta mandaran a buscarte, pero...
-pero...
- ¿Qué pasaría si el príncipe Shoto desaparece por cinco minutos y me acompaña al patio principal? Hay unas banquitas, podrías sentarte y meditar un poco. - sonrió la chica, pero unos pasos rápidos la distrajeron.
-Joven Shoto, supongo que ella es su acompañante, mucho gusto - Un joven alto, rubio habló en ese momento - mi nombre es Mirio, por favor acompáñenme...

Ambos chicos se vieron y siguieron a aquel extraño que los guiaba de regreso al Salón principal...

...

Gritos.
Llantos.
Sangre.

Esas tres palabras resumían lo que acababa de pasar en un pueblo no muy lejos de aquel lúgubre bosque...



Continuará~

Caperucita roja y El demonio... O algo asi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora