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El salón de clases era cómodo, pero después de todo era el salón de los destacados, en la escuela secundaria Saotome había una cierta cantidad de delincuentes, pero también asistían estudiantes comprometidos con el estudio, el reglamento del uniforme no era tan formal y la tintura también era bastante común, el salón A es donde iban los de mejores calificaciones, el B era promedio y el C todavía se defiende, pero el D y E estaban repletos de delincuentes juveniles sobre todo en el tercer año.

Las calificaciones de Hitoshi siempre habían sido muy destacables por lo que pudo ser transferido directamente al grupo A, pero a la vista de sus nuevos compañeros era lo contrario.

Apenas entro al salón de clases fue recibido por miradas de incredulidad, desagrado y confusión, a diferencia de los alumnos que aún estaban a fuera saltadose las clases los que estaban frente a Hitoshi eran la definición perfecta de alumnos modelos japoneses, cabello negro corto en el caso de los hombres, las mujeres lo traían sujeto en una cola de caballo, el uniforme completo negro y el uniforme de marinerita bien planchado, sin piercing, sin maquillaje, sin tatuajes, todo perfectamente en su lugar.

Y ahí venía ahí a destruir la armonía natural y dedicada de los demás, solo una mancha en una tela completamente blanca.

-Puedes sentarte en el lugar libre Bushida-kun - hablo el profesor Himura dando por finalizada la presentación.

Hitoshi diviso el asiento libre en la parte trasera de la segunda linea de asientos, mientras el profesor de literatura borraba la pizarra Hitoshi caminaba a su pupitre, un chico que se encontraba como en el tercer pupitre de la misma fila saco un poco el pie para provocar la caída del peliazul, pero justo un paso antes Hitoshi dio un pequeño salto evitando el pie sin perder el ritmo de sus pasos.

Sentándose en su ahora escritorio suspiro resignado, sus compañeros ya lo tenia apuntado, fue estúpido pensar que lograría evitar el bullying cambiando de pais.

La clase de literatura paso lentamente, Hitoshi hizo todo lo posible para tomar apuntes, en su mayoría estaba escrito en ingles, eso era algo que tenía que corregir.

Lo bueno de estar en la clase de inteligentes es que ellos se enfocan más en lo que dice el maestro que en molestar a el compañero inferior, a diferencia de sus antiguos compañeros que no desperdiciaban ninguna oportunidad para molestarlo durante las clases evitando que pudiera escuchar bien al maestro.

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La hora del receso llegó antes de que diera cuenta, guardo sus útiles y saco su obento, la mayor parte del salón se quedó al igual que el, Hitoshi se concentro en saciar su hambre e ignoro al resto de estudiantes.

Cuando terminó el receso reunió todo el valor que tenía (el cual era mucho después de todo era el líder de una pandilla, pero cuando se trataba de la escuela y otros estudiantes ese valor del tamaño de un tigre se reducía al de un gato recién nacido), se acercó al delegado del salón, podía sentir las miradas de los demás ocupantes de la habitación en su espalda.

—Disculpe molestarlo delegado, pero quería pedirle ayuda —Su voz era firme, pero por dentro temblará como Chihuahua, uso las palabras que había ensayado en su cabeza desde la segunda clase.

Por su parte el delegado de la clase se encontraba sorprendió por la formalidad más no quitó su cara de desagrado, parecía que no sabia disimular muy bien.

—¿Que es lo que quieres? —las palabras salieron de su boca sin detener la molestia en ellas.

— Quería preguntarle cómo llegar a la biblioteca.

El salón se quedó en silencio, el delincuente que había sido transferido a su escuela preguntaba por la biblioteca, el delegado quería gritarle que no se hiciera el listo, pero fue detenido por el chico frente a el.

—Y-yo lo siento, vo-voy a bu-buscarlo solo, Disculpe la molestias —el peliazul se inclino y salió lo más rápido posible del salón.

Caminando sin rumbo por los pasillos podía sentir como su garganta comenzaba a cerrarse y su corazón latía casi saliendo de su pecho, los alumnos en los pasillos lo vieron y comenzaron a susurrar, la ansiedad en Hitoshi aumento, su cabeza dolía, le faltaba el aire y su vista se ponía borrosa, vio su salvación en el baño de chicos, entro rápidamente y se dejó caer en el suelo.

No debió de haber ido a la escuela, pensaba el chico mientras sollozaba en el piso del baño, era solo el primer día y los de su salón solo lo veían como un perdedor, no sabía porque los chicos lo habían escogido como líder de Tártaros, era tan débil y patético, ¿Cómo demonios podría liderar una pandilla?.

¿Cómo siquiera puede seguir vivo si es un cobarde?

¿Porque tenía que tener miedo con cosas tan pequeñas como está?

Sería mejor si "el" tomara el control ahí

SI TAN SOLO NO HUBIESE PASADO

SI TAN SOLO ELLA ESTUVIESE AQUI



—¿Oye estás bien?

Sus pensamientos depresivos fueron desplazados por la voz de un chico que acababa de entrar a el baño.

"GENIAL AHORA ALGUIEN LO VERÍA SIENDO TAN PATÉTICO"

La respiración de Hitoshi se aceleró, se estaba ahogando en sus propios pensamientos, si piel picaba, picaba mucho, el dolor de los rasguños que se hacia lo mantenía despierto.

El chico que había entrado al baño notó el estado deplorable del de ojos verdes y se apresuró a dónde esté estaba sentado

—Esta bien, respira lo más lento que puedas, no hay nadie más aparte de mi —Intento tranquilizar a Hitoshi evitando a toda costa no decir cómo inútiles como "todo estará bien" tranquilízate" o "No pasa nada" —Concentrate en mi voz, levanta la cabeza y dime qué vez.

A pesar de no querer mostrar la cara se forzó a levantar la cabeza, no había mucho que ver aparte del chico que tenía en frente así que se concentro en verlo mejor.

—Muy bien hecho, ahora dime algo que veas en el baño.

El chico desconocido trataba de ayudarlo lo mejor que podía hacer a respuesta era cooperar, así que dijo lo primero que se le vino a la mente.

—Tus-tus ojos.

El desconocido pareció sorprendido por la respuesta, "Genial ahora además de patético también va creer que eres raro", pero desconocido recupero la postura y sonrió en respuesta.

—Muy bien, de que color son mis ojos.

—Son lavanda, Y-yo n-nunca ha-ha-habia vi-visto o-ojos de e-e-ese color.

—Los heredé de mi mamá, que más vez.

—Me gusta tu aro — su garganta se abrió haciéndole más fácil hablar —Y-yo tengo algunos, ya-ya sabes, me gusta el diseño.

—A mi también me gusta — la sonrisa del chico desconocido se volvió más brillante — Parece que ambos llevamos el uniforme con suéter, te sienta bien.

—A ti también, no pensé que habría tantos delincuentes en la escuela, creo que mañana trataré de combinar mejor mi uniforme.

—¿Ves? Lo estás haciendo muy bien, ¿Cuál es tu nombre?.

—Hitoshi,Bushida Hitoshi — el peliazul seguía con la respiración acelerada, pero poco a poco se tranquilizaba mientras hablaba con el de ojos lavanda.

—Mi nombre es Mitsuya Takashi —Se presento el chico.

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Hola, voy a estar un poco ocupado debido a que tengo exámenes, seguiré subiendo capitulos tanto como pueda, así que no se preocupen por qué este fanfic no será cancelado ni puesto en pausa.

Otra cosa que quería decir es que quería comenzar a ponerle nombre a los capítulos así que cualquier sugerencia para el título de los capítulos anteriores (de este ya tengo un nombre pensado) será seriamente considerado.

Gracias por leer y darme su apoyó

Abyss (Mitsuya Takashi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora