Abyss (Mitsuya Takashi)

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Su semana se había ido a la mierda cuando su quinto novio la abandono por una chica de su mismo salon, Omai sabia por experiencia que el estudiar en escuelas distintas complicaría la relacion, sobretodo porque su novio estudiaba en una escuela mixta, al menos este si había sido directo en decir que ya no sentía nada por ella y no la había engañado tan descaradamente como los anteriores 4 relaciones de Omai.

Un suspiro de resignación salió suavemente de sus rosados labios antes de salir de su casa rumbo a su escuela, decir que era cercana a Rui seria una mentira, una pequeña, pero mentira al fin y acabo, conoció a la pelinegra hace 3 meses en una una situación nada agradable, saludo a su vecina mientras recordaba aquel día.

Su cuarto novio le había sido infiel con una chica fresa que pensaba que porque su padre era dueño de dos locales de ropa cara ya era de alta alcurnia, la chica lo sedujo con regalos y coqueteos descarados, pero al ver que el todavía no terminaba con ella se le ocurrió el plan mas estúpido y repúgnate posible, contrato a un trio de chicos para que la golpearan y abusaran de ella.

Omai regresaba a casa de sus clases particulares como de costumbre cuando fue llevada a la fuerza a un callejón, uno la agarro de los brazos mientras los otros dos trataban de sacarle la ropa, Omai le enterró la uñas, pateo a el idiota 2 en las bolas, saco alfileres de su mochila y se los clavo de lleno en el ojo derecho a el idiota 3, mientras este gritaba de dolor, idiota 1 y 2 se arrojaron sobre ella, la rubia les aventó su mochila, golpeo a cada uno hasta el punto en que sus rostro se desfiguraron, golpeo y golpeo hasta que le falto el aliento, la sangre manchaba su uniforme y nudillos, sus ojos enrojecidos retenían lagrimas.

Con la adrenalina bajada Omai se fijo en su situación, el pánico invadió su mente, no se arrepentía, pero que pensaría su madre si la policia le decia que habia molido a golpes a unos chicos hasta este punto, las cosas se complicaron mas cuando escucho como dos de ellos parecían ahogarse, se retorcia maniaticamente, para solo dejar de hacerlo minutos después.

Ahora se encontraba peor, no podían estar muertos ¿verdad? se repetía en su mente mirando los dos cuerpos fríos en el piso húmedo del callejón, no sabia que hacer, la meterian a la cárcel y si no era la cárcel a la correccional, estaba perdida, había sido defensa propia, esos tipos iban a abusar de ella, no podían encarcelarla por defenderse.

tap tap tap tap

Escucho unos pasos acercarse a el callejón, el pánico exploto en su corazón, la tenue luz de la luna iluminó a una mujer no mucho mayor que ella.

-¿Necesitas ayuda? -pregunto la adolescente como si la sangre y los cuerpos no existieran.

Puede que ese dia le allá vendido su alma a un demonio, pero ¿Que hubieran hecho en su lugar?.

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La compañía de la enfermera era bastante buena, durante sus conversaciones descubrió que se llamaba Nagisa, la mujer lo ayudo a sentirse mas cómodo, era muy buena buscando temas de conversación que ambos puedan hablar con toda libertad.

Solo le quedaba una clase más antes de que la escuela terminará, Mitsuya le había dicho que lo esperaba en el salón del club de costura lo que quiere decir que el era parte del club, el de ojos lavanda le había llamado mucho la atención, parecía alguien bastante maduro y amable, quería saber que más había debajo de esa máscara.

—Por más que me allá gustado tu compañía chico, pero debes volver a clases —fue lo que dijo la mujer pelinegra.

La mujer miraba de reojo al muchacho quien a regañadientes se levantaba de la cama de la enfermería, parecía ser un gran chico, pero a la vez muy callado, no era tímido, solo callado como si temiera que lo alejarán solo por expresarse, había conocido a muchos de esos, en su mayoría de familias abusivas, como por ejemplo un chico de 3-c llamado Hakkai que casi siempre parecía metido en sus propios pensamientos y es muy reservado.

Bushida hablaba bien de su familia, no era excesivo o a propósito, solo un comentario sencillo, por lo que tacho abuso verbal o físico de la lista, pero también hablaba menos de su madre y parecía excesivamente hablador de sus hermanos, por lo que Nagisa llegó a la conclusión "Madre trabajadora, hermano que parece padre adolescente".

Nagisa también conocía de ese tipo, Mitsuya el chico que había traído a Bushida a la enfermería era el ejemplo claro, muchas chicas hablaban acerca de lo buen hermano que era y casi no hablaban de su madre.

Tal vez lo mejor era que hiciera amigos por cuenta propia, parecía que el joven Ikeda lo era.

Hitoshi salió de la enfermería, pero no fue muy lejos, se recargo de espaldas en la pared del corredor y sus nervios volvieron a atacar, las manos le sudaban y el pánico invadía su cuerpo, tenía mucho miedo de volver al salón y la vergüenza de que sus compañeros se burlaran de el invadió su estómago dándole náuseas, quería vomitar su desayuno y casi lo hizo cuando una carga de reflujo llegó a su garganta quemándola, pero logro regresarla a tiempo.

Los alrededores comenzaban a dar vueltas y su dolor de cabeza se activo de nuevo, saco su celular y busco distraerse en su galería, sus manos temblaban, cambiaba la imagen rápidamente sin míralas dos veces.

De la nada se detuvo, su atención se fijo en una imagen que Rui le había enviado, la foto estaba titulada como "Capitán segunda división ToMan".

Era Mitsuya

En la foto estaba Mitsuya sentado en una moto, vestía un uniforme que debía de ser de ToMan, su cabello platinado y sus atrayentes ojos lavanda eran claros en la foto.

Mitsuya lo esperaba en la sala del club, el lo esperaba, solo tenía que lidiar con una clase más y podía ir a Mitsuya.

Usando toda su voluntad Hitoshi se puso derecho y camino a paso lento por los largos pasillos, "Solo una clase más, solo una clase más" su mente se concentro en ese pensamiento.

Cuando por fin estuvo en la puerta de la clase le dió una última mirada a la foto de Mitsuya y se dijo a si mismo " 10 segundo de valor" respiro hondo y abrió la puerta.

—Permiso maestra —pidió amablemente con voz neutra.

—Adelante — concedió el permiso, después de todo un chico

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Hitoshi se inclino respetuosamente, camino lo más rápido que podía, su corazón saltaba casi saliendo de su cuerpo, "Solo media hora más amigó" hablo en su mente como si el órgano pudiera escucharlo, podía sentir las miradas de los demás jóvenes en el salón, su cuerpo era un manojo de nervios que al mínimo roce explotaría.

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Llegando a su escritorio jalo la silla provocando un rechinante ruido provocado por la fricción, su cuerpo se estremeció, casi no pudo evitar que sus manos taparan sus oídos, se sentó rápidamente, soltó el aire que venía conteniendo, pero ahora tenía que levantar la mirada, tenía que levantar la mirada y enfrentarse a sus compañeros para poder mirar el Pizarrón.

¡¡¡TENÍA QUE LEVANTAR LA MIRADA!!!

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La maestra escribía fechas de la lección de Historia.

En su último segundo de valentía su cabeza estaba en alto, sus compañeros no lo miraban todos estaban enfocados en sus libros y tomaban apuntes de lo que decía la maestra.

Una sonrisa orgullosa se filtro en su rostro, su corazón seguía saltado como loco, pero se tranquilizaria, Hitoshi pudo pasar su última clase sin más problemas.

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Disculpen la tardanza, rehacer el capitulo me tomo mas de lo que tenia pensado, pero escuchando la música de de videos de tiktok la inspiración por fin llego.

Quería hacer doble publicación, pero debo adaptar el siguiente capitulo con todas la cosas nuevas que le puse a este, la siguiente publicación no tardara mucho, puede que sea mañana o pasado.

Gracias por leer y espero que les alla gustado el capitulo.