El rubio se escondió en los restrictivos confines del cuarto de baño. Se mantuvo inmóvil, de pie, simplemente entumecido por largo rato.
Su estómago aún dolía, de hecho, el padecimiento se volvió mucho más agudo, por otro lado, su cintura y espalda también se sentían incomodos, la sensación en su bajo vientre mortificadamente hinchado era repulsiva. Apretó sus ojos con toda la fuerza que reunió, frustrado.
¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasarle algo como esto? Nunca lo consideró, además... ¿cómo era posible?
Sus ojos se abrieron, el párpado superior se separó del inferior con lentitud. Flemáticos, en cámara lenta. Suspiró lo más calmado que la serenidad se lo permitió. Sus manos movieron sus dedos nerviosamente antes de bajarlas hacia su prenda inferior, debía de todos modos comprobar cómo es que esta cosa lo había pillado.
Sus ojos recorrieron su cuerpo con morbo, era evidente su malgastada epifanía. Suspiro con alivio, no había ahí abajo una vagina o algo parecido, el viaducto del derrame es en sí su mismo tracto urinario, ahora que centra la atención en la sensación, es como si sintiera perpetuos deseos de orinar, a excepción de que los fluidos son estos anormales desechos, atípica sangre proveniente de esos órganos engorrosos que Jael alababa cada vez que recordaba la existencia de ellos.
De acuerdo, ahora que ha sucedido esta desgracia, hay que pensar, ¿sería conveniente buscar a Jael? ¿podría confiar en cualquier otro médico si no él?
Su corazón se destempla, está desilusionado a causa de esta situación. Además, por otro lado, dicho episodio tuvo lugar frente a la araña, ¿había algo peor que eso? el accidente ocurrió justo delante de los indeseables ojos curiosos de su enemigo.
El Kurta resopló con apatía, ¿y si se quedaba aquí adentro el resto de su vida? se burló de esto.
Ahora pues, hay tantos aspectos que desconoce, por ejemplo ¿esos síntomas lacerantes son normales? Por otro lado, ¿cuánto tiempo dura esta cosa? ¿la cantidad de sangrado que saldrá por ahí se medirá en unidades de qué? Y lo más alarmante, ¿podrían surgir otro tipo de cambios? El Kurta se alarma y casi corre para mirarse al espejo. Mirando su rostro en el reflejo, observa sus ojos, el color de la piel, los labios, toca su nariz, incluso sube su camiseta y la quita con urgencia, admirando sus brazos, tórax y sobre todo el pecho.
Ahora puede respirar mejor, sólo ha cambiado el detalle de la... ¿cómo debería llamarlo? ¿así como lo ha escuchado? ¿menstruación?
Suspira.
Exacto, así se le llama a ese fenómeno. ¡Por supuesto que no es una chica! Nunca ha sido una. Sólo... es una persona con particularidades ambiguas. No está orgulloso de esto, no recuerda cuándo ha sido el día en que se ha sentido bien por la condición de su cuerpo.
¿Hace cuánto tiempo que dejó de ingerir el tratamiento para que pudiera suceder el accidente?
Su mente recapacita y evalúa a detalle matemáticamente el tiempo transcurrido, recuerda fríamente, había suspendido la ingesta del catalizador hormonal justo después del incidente inusitado en la ciudad de York, cuando la fiebre lo derrumbó, después de ese episodio, dejó arrumbado íntegramente el tratamiento. De hecho, cuando se despidió de Leorio y regresó a trabajar de guardaespaldas con su jefe, no creyó conveniente surtir sus recetas, lo que ocasionó la escases del remedio. Después de todo, estaba tan ocupado investigando el paradero de los orbes escarlata que tanto desea recuperar, así mismo, la localización del líder de las arañas para rematarlo le robó atención.
Cometió un gran error, ¡mierda! Y estás son las tristes y penosas consecuencias. Una vez más se analiza en el espejo. Sus ojos se dan cuenta de que el derramamiento de ese líquido desagradable es como un escape de agua en una llave rota.
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El infierno de tus ojos
Hayran KurguKurapika viaja en búsqueda del líder de las arañas. Con el tiempo ha decidido que es mejor acabar con su vida, un bandido libre siempre será un problema, además, él posee una eterna sed de venganza. Con su corazón todavía rodeado por la cadena de re...