Pasaron unas cuantas semanas desde que Douma decidió adoptar a aquella niña de ojos esmeralda, el se encargaba de alimentarla no queria que ninguno de sus sirvientes estuviera con ella, quería analizar su comportamiento tan amable y alegre, el en esas semanas le leía libros y incluso hizo que esa niña se durmiera a su lado por lo mientras.
Kotoha incluso estaba aún lado de el cuando el atendía a la gente que venía a pedirle ayuda.
La pequeña niña se quedaba atenta con su kimono verde, sonriendo, y el la veía con una sonrisa.Paso un rato y la luna iluminaria aquel lugar, ella estaba en la ventana viendo las estrellas, vio un pequeño gato blanco, y ella salto de la ventana para ir por el, aquel gatito corría...
- ven pequeño...ven .....te cuidare mucho y el te aceptara el es bueno!!!
Ella llegó ala fuente y por fin lo atrapó, ella se emociono por tener al gato le dió vueltas, sonrió...
- ahora te vas a llamar ...ya se que el señor Douma nos diga cómo te vas llamar.
Sonrió feliz pero detrás de ella una figura imponente, musculosa, de largos cabellos negros con unas tonalidades de color morado oscuro, aquellos ojos brillantes de tonos amarillo brillante se posaron a esa niña, el camino aprisa y de un solo movimiento, la levanto con su mano ella grito y soltó aquel felino....
Kokushibo había tomado a la niña y la miro fijamente, se fijó en sus ojos esmeralda y su largo cabello aquella niña manoteaba...el le dijo con frialdad:
- que demonios haces aquí pequeña intrusa....
Aquella niña tembló de esa voz fuerte y ella se atrevió a contestar apesar del miedo
- suéltame o le diré al señor Douma que te saque de aquí!!!
Kokushibo el lanzo una mirada aún más fría asustando mas a la niña, pero ella de armo de valor y le pateó la cara, el la aventó y cayó al suelo.
-insolente!!! Cómo te atreves hacer eso, te iba a perdonar la vida, ahora vendrás conmigo pero antes buscaré a Douma....
Aquella niña se trató de levantar, empezó a llorar, Kokushibo la levanto y se la llevó, aunque ella se forcejeaba
Mientras tanto
Aquella chica de largos cabellos de color rojizos estaba acostada en unos cojines, la mirada lasciva y sonriente de Douma, el se acercó y le empezó a besar los senos mientras con su otra mano le abría las piernas, su cabeza bajo para introducir su lengua en la parte íntima de esa chica, su lengua se movía rápido succionaba su clítoris mientras ella gemia arqueando su espalda, su cuerpo de esa mujer se empezó a calentar, sus pezones de endurecieron y el se abrió su pantalón saliendo aquel miembro erecto y duro, la tomo y elevó las piernas y la empezó a penetrar intensamente moviendo sus caderas y mordiendo el cuello de esa chica.
En la parte de afuera en el perpetuo silencio, aquella chiquilla lloraban y manoteaba a Kokushibo, el estaba harto pero a la vez le impresiono de esa niña que no tenía miedo...
- suéltame!!!!
El la levanto y la vio fijamente a los ojos, se dió cuenta de la inocencia de esa niña...y ala vez su estupidez en estar en un lugar donde de un solo golpe podría ser un bocadillo de aquel.
Caminaron por el pasillo el traía cargando a esa niña, ella manoteaba y lloraba, sus pies descalzos los movía. Un sonido de una mujer los alertó, Kokushibo y la niña entraron, vieron a Douma encima de aquella mujer de cabellos rojizos, la estaba penetrando por debajo de aquella sábana, mientras mordía su pecho,
la niña sorprendida grito....- que está haciendo!!!!
Kokushibo le desagrado esa escena y le cubrió los ojos a la niña, Douma se percató de ambos y estaba furioso, tomo la sábana y se cubrió.
- Kokushibo que demonios haces con mi hija!!!! Suéltala.
El hizo una mueca de desagrado y la soltó aquella niña estaba de pie asustada, el se acercó y le dijo:
-Kotoha no deberías estar dormida...
Su mirada de él se torno fría, le dijo aquella mujer que se pusiera la ropa y se llevará a la niña a su habitación, la mujer lo hizo y se la llevó ahí donde ella se quedó sentada en el cojín con la cabeza baja, se sentía triste y recordó la cara de Douma toda fría y inexpresiva.
Quiso salir de nuevo pero la ventana estaba cerrada y ella trataba de abrirla con sus pequeñas manos
En la sala estaba Douma y Kokushibo ambos se veian con seriedad
- Douma que es esa estúpidez de tener a una hija ... Acaso la vez así o es solo una mascota que no más te aburrirá y matará como las demás.
Douma suspiro y sonrió, en si si el quería podía matar a Kotoha pero algo había sucedido, creo que se había acostumbrado a esa niña
- Tan bien me conoces Kokushibo dono, esa niña solo quiero tenerla conmigo nada más, quiero ver si ese corazón puro lo puedo corromper y que mejor que uno de una niña pequeña, Kotoha es y será mi hija cuando sea el tiempo ella será fuerte y sin una pizca de piedad.
Kokushibo lo miro de nuevo con desagrado
- y que harás si Muzan se entera de ella..., No sería mejor dejarla ir al fin no sabe que clase monstro eres.
Douma soltó una carcajada y lo miro con una sonrisa
- quien lo diría la primera luna sintiendo compasión por una niña, eso es nuevo en ti.
Muzan no puede decirme nada y si me lo dice pues utilizaré artimañas para tenerla conmigo, pero eso sí Kotoha se quedará conmigoKokushibo se levanto y se dió la vuelta.
- con que así se llama esa pequeña... Es una lastima el destino que le tocará
En aquella habitación, Kotoha por fin había abierto la ventana, saco sus pies, vio de nuevo al felino de hace un rato y lo llamo, el animalito se acercó a ella y lo abrazo.
- eres tan suave y cálido... Te voy a querer mucho....
Atrás de ella unas manos la adentraron ala habitación ella dió la vuelta y era Douma el le sonrió y ella bajo su cara apenada abrazando a ese animalito, el la tomo y la sentó en el cojín y con su abanico le levantó la cara.
- Kotoha lo que hiciste hoy no estuvo bien... Te di una orden de que durmieras y no lo hiciste, te dije que no puedes hablar con extraños ya que ellos te pueden lastimar.
Douma le quitó el gato y lo observó, lo tomo del cuero y vio que la pequeña estaba callada
- se que lo quieres conservar Kotoha y pues te lo puedes quedar, ahora no quiero que esto se repita
Kotoha estaba apunto de llorar, pero el la abrazo.
- gracias por dejarme tenerlo señor Douma, me portare bien.
El se separó de ella y le sonrió.
- no me digas señor Douma puedes decirme padre si gustas, por qué ya lo seré para ti.
Aquella niña cambio su rostro a una mirada más tierna y sonriente, el la acostó y le leyó un libro mientras ella abrazaba el gato hasta quedarse dormida.
Salió de la habitación cerrando todo, el ahora estaba dispuesto a que nadie se acercara a esa niña
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Pequeña Flor de Loto
RomanceHistoria de Douma x Kotoha A veces el amor despierta en dónde no debería despertar, y esto traerá consecuencias.