Intocable ➳ DO'B©

Capítulo 66

Rebeca

Me mire al espejo con ese vestido color rojo que me había dado Pili para ponerme esta noche, mis amigos se estaban comportando bastantes detallistas esta noche que llegarían a Puerto Vallarta, estaba emocionada, pero no creía necesario un vestido tan lindo. Todo lo que tenía puesto en este momento me lo regalaron las chicas por paquetería. Incluso el maquillaje. Cuando me lo dieron yo había insistido en por que me lo habían dado, pero ninguna quiso responder, me desesperaba que solo me sonrieran.

No estaba de humor, con lo que paso respecto a Gill, me había arruinado todo, incluso Dylan. Él me estaba haciéndome la vida imposible aunque no me hablara ni me diera una pequeña señal de que todavía me quería, no. Maldito.

Mire la hora en mi reloj y baje las escaleras encontrándome a mi madre justo en frente de la puerta con brazos cruzados. Sonreí al verla de pie ahí frente a mí, alegre que se haya recuperado tan bien después de todo este tiempo.

—Hola, mamá—salude colocándome en frente de ella. Su mirada decía orgullo y ternura hacia mí, ¿que acaso ella sabía algo que yo no?

—Te vez tan preciosa—acaricio mi mejilla y yo sonreí acariciando su mano con la mía sobre la suya—Pero hay reglas—me reí por eso.

—Ya tengo casi veinte, mamá.

Me sonrió maternalmente y me atrajo hacia ella abrazándome mientras acariciaba mi cabello.

—Si...siempre serás mi nenita, cariño—beso mi frente y yo cerré los ojos. Disfrutando ese momento.

—Siempre, mami.

—¿A qué hora tienes que llegar allá? —preguntó.

—A las 8—ella abrió los ojos de par en par lo que me hizo reír.

—¡Ya son las 8, niña!

—¡Debo ir entonces! —le dije imitando su misma expresión y ella me fulmino con la mirada pero después sonrió maternalmente.

—Llega antes de las dos—asentí y ella volvió a besar mi frente con cuidado—Te amo, Beca.

—Yo también, mamá. Gracias por dejarme ir—ella me volvió a abrazar y después abrió la puerta de la casa para dejarme salir.

—¡Estás preciosa! —gritó Brenda a lo lejos cuando me vio acercarme a la barra donde estaban ellas quien portaba un vestido azul sin mangas.

—Sabía que te iba a quedar perfecto—aplaudió dos veces Majo, ella tenía uno por arriba de las rodillas y negro con un escote en la espalda.

—Muy guapa para mi gusto—bromeo Tyler y se acercó a mí con una sonrisa, beso mi mejilla y después me acerco a los demás quienes me saludaron igual. Con entusiasmo—¿Sabes por qué estamos aquí?

Yo negué con la cabeza.

—Además de verme...creo que hay algo más aquí. Me tienen sin saber nada durante todo el maldito día.

Todos rieron por mi elección de palabras.

—¡Cuida el vocabulario! —gritó Ana.

—Pero es que ya estaba cansada—hice un puchero y Tyler me abrazo levantando una copa de vino igual que los demás.

—Este día estamos todos vestidos con nuestras mejores vestimentas—se señaló haciendo un pequeño baile y yo reí—Por qué festejamos el primer día que llegaste a Sídney, ¿lo recuerdas? —preguntó yo sentí un nudo en la garganta.