Capítulo 49 Parte 3

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Rebeca

Abrí la puerta de mi casa para dar entrada a mi pelirroja amiga. Cuando ella me sonrió le correspondí con el mismo gesto.

—¿Esta...todo bien? —preguntó con una media sonrisa.

No dije nada solo me quede mirándola, no quería que fuera cierto lo que los demás decían, es decir, lo sabía: que probablemente me estaría teniendo como "amiga" para lo que sea que quiere Ashley conmigo. Es como cuando un niño no quiere madurar, pero en este caso si yo no maduraba saldría herida y no quiero eso.

No solo yo, también las personas que me rodean, mis amigas y amigos e incluso Dylan.

—Vamos a mi cuarto... —susurre y empecé a subir las escaleras con pereza.

—Me estas asustando—dijo riendo un poco Gabriela cuando ambas entramos a la habitación.

Me senté en mi cama al igual que ella y por milésima vez mire su ropa. Portaba tacones altos, unos jeans ajustados, una blusa blanca y ajustada, joyas doradas y lentes igual.

Y yo...¿unos jeans de segunda y un buzo?, moderna yo.

—Solo te haré preguntas...

—¿Por qué?

-Solo responde, ¿de acuerda?

—Okay...

Suspire y me pregunte a mí misma que le diría.

—¿Cómo se llama mi perro? —Hable y ella frunció el ceño con diversión algo fingida.

—¿Qué clase de pregunta... ?

Por mi mirada ella dejo de reír y me miro igual de serena que yo a ella. Se quedó callada y después de un momento dijo:


—Holly—contesto, descartando la primera pregunta, que con tan solo pensar en Dylan, había traído a mi mente.

Algo en mí se esperanzo y quise mil veces que nada de lo que los demás decían fuera cierto.

—¿Tengo hermanos?

—No.

Sonreí.

—¿Cómo se llama mi mejor amigo?.

—Marcus... —carcajeo con elegancia—Que cosas dices...

—¿Por qué me hablaste por primera vez?

Ella se reservó las palabras, su rostro se volvió muy indescriptible, no sabía si ella tenía miedo o estaba pensando.

—¿Por qué?...¿Debe de haber motivo?

—Si... —suspire—solo responde—hable en voz baja.

—Por qué... —paso grueso—Eras nueva y quería socializar.

Mire sus irises azules, se notaba el nerviosismo. Y entonces sus ojos se movieron de los míos me dieron ganas de llorar, ella me mentía...pero todavía tengo preguntas.

—¿Por qué no alguien más?, había más personas nuevas.

Sus ojos navegaron de un lado a otro.

—Am... —me miro y sonrío un poco, una risa nerviosa salió de sus labios pintados—Tenias algo...

<<Ríndete, Beca, ya no tiene caso que sigas aguantando a malas personas en tu vida>>

—¿Qué?, ¿lo que tu amiga Ashley quería?, ¿querías dañarme?, ¿o incluso quitarme a Dylan?, ¡Dímelo de una maldita vez porque si alguna vez fuiste mi amiga me contaras que esto no tiene que ver con nada en contra mío!

—¡No!, yo no quiero nada malo para ti... —me sonrió con algo de melancolía—...eres mi amiga, Becky.

—¿A qué te referías con eso de que todos tenemos dos caras?, ¿era una indirecta?

—Yo solo...no sé.

Apreté los labios porque me dieron ganas de llorar.

—Si...Ashley te dijo que te hicieras mi amiga por algo—sorbí de mi nariz aunque no había llorado todavía—más vale que te largues...

—Pero...

—Eres la primera amiga que tengo de verdad, Gaby, y me estás haciendo encariñarme...pero si todo esto es una mentira yo te voy a odiar como nunca.

Los ojos azules de Gabriela se quedaron quietos en los míos, sus labios estaban cerrados y se notaba que no sabía ni que decir o hacer. Después de unos minutos aparto su mirada de la mía, yo no dije nada.

—Entonces me voy... —susurro parándose de mi cama y cambiando a la puerta con pasos de muerto. —Lo siento, Becky. Si sentí cariño por ti pero...no eres mi clase de amiga. Adiós...

Y se fue.

Al suspirar sentí como lloraba, no sabía ni siquiera si ella de verdad me intento de hacer daño o algo así. Pero duele perder a una amiga, duele de verdad. Y aun peor, si yo ya sabía que su amistad era falsa, ¿Por qué dolía tanto?

Una Semanas después.

Gabriela ha dejado de hablarme durante este tiempo, y pues puede que tarde o no, pero decidí que le hablare a Dylan hoy. Aun me duele saber que tal vez Gabriela solo se juntaba conmigo porque Ashley le decía. Pero no culpo a Gabriela, culpo a Ashley por saber manipular a la gente, y me da prensa, aunque no podía decir nada; que sabía yo de su vida si nunca me contó nada. Tal vez tenía problemas de los que yo no sé...aun así, ¿tan capaz seria de dañarme?

—Gracias, Mamá—sonreí a donde ella estaba que era el asiento de piloto. Con una sonrisa mi madre cambio la palanca de cambios y el auto se quedó sin moverse.

—Tu padre hablo—dijo con tristeza en su mirada. Preste atención a lo que decía y como sabía que esto eres tan fuerte como para ella y para mí, tome su mano y le di ligeras caricias haciéndole saber que no estaba sola.

—¿Cómo estas? —le pregunte. Sonrió casi haciendo una mueca para no llorar.

—Quiere volver a intentarlo.

—¿Lo dejaras?

Las lágrimas se salieron de sus ojos y mi corazón se estrujo al imaginarme la respuesta que diría.

—No—negó con la cabeza y soltó mi mano para colocar la suya en su boca quitándole el paso a un sollozo. No pude evitar soltar una lagrima , quería llorar y lo más seguro es que lo haría.

De verdad que ambas habíamos tenido la sensación de que esta mudanza iba a ser algo bueno, que nos cambiaria a todos, y vaya que lo hizo, tanto algunos como para bien y a otros para mal.

Suspire temblorosamente.

—¿Cómo están los abuelos? —Pregunte queriendo cambiar de tema.

Se encogió de hombros.

—Ansiosos a que lleguemos a casa.

Mordí mi labio inferior para aguantar el llanto, recordándome a mí misma que pronto nos iríamos de nuevo a Vallarta, pero aquello lastimaba.

—Ve a clase, hija. Después hablaremos mejor de esto. —trato de dedicarme una sonrisa. Con una mano limpia la lagrima que caía de mi ojo y me acaricio el rostro—Te quiero, ¿de acuerdo? Todo saldrá bien.

Asentí con una sonrisa.

<<Nada puede ser peor>>

Abrí la puerta del auto y baje cerrándola detrás mío. Mamá arranco casi al instante.


Solo espero que en realidad todo se arregle.



Intocable ➳ DO'B©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora