Capítulo 59

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Rebeca

Cuando Dylan aparco en el restaurante de Mc Donalds di un suspiro que me hizo temblar el labio inferior de los nervios. Aquel lugar era para mí de los mejores cuando era pequeña, disfrutaba entrar y ver el color dentro, con una cajita feliz y mi alegría era superada por cualquier cosa. Pero ahora...ahora solo pienso el querer que la tierra me trague.

En menos de dos minutos escuche como Dylan me abría la puerta de copiloto, ni siquiera me había dado cuenta hasta que el aire me acaricio frescamente.

Lamí mis labios y salí del auto mirando la ventana del local que me dejaba apreciar el interior de este. Cuando localice a quienes vine a ver, el corazón se me acelero y me estuve haciendo presa del nerviosismo de nuevo.

No sabía si iba a superar el rechazo, o las miradas de cada una de las chicas, tal vez solo me hablaban por compromiso y lastima, ¿podría yo ser capaz de sentir de nuevo alegría si ellos me rechazaban?...digo, tampoco fui la mejor amiga del mundo para ellas y menos para Pili, que ella siendo tan buena persona conmigo yo fui capaz de lanzarme hacia ella tratando de proteger... ¿a qué, alguien que no valía la pena?

Tenía ganas de llorar y sin embargo no lo hice, también de correr y dejar de sentir miedo. Pero a la vez quería, quería ir y hablar con ellas, reír y que se sintiera todo bien como lo era antes.

Un roce se hizo en mi mano, y después un ligero cariñoso apretón. No fue necesario bajar la mirada para darme cuenta de que era Dylan diciéndome con solo ese pequeño gesto que él estaba conmigo y que no me iba a dejar.

<<Oh, Dylan. Gracias>>

— ¿Estas lista? —preguntó mi novio en voz tranquila, él me miraba con sus ojos castaños que ahora me miraban compasivos.

—Si—dije en un suspiro algo dudoso.

Él me coloco una mano detrás de la espalda y me hizo dar un paso, como siempre lo hacía, Dylan estaba ahí para impulsarme siempre.

Al estar frente a la puerta fui yo quien la abrió y juro que sentí mis piernas junto con mi cuerpo temblar de tal vez emoción.

Los chicos reían entre ellos y bromeaban, una pequeña sonrisa se me escapo mientras caminaba hacia ellos, tal vez recordando lo bien que se sentía eso cuando pasábamos tiempo juntos.

Me detuve a unos metros de la mesa donde se encontraban mis antiguos amigos y sus miradas no tardaron en fijarse a mí, no sabía que decir y eso me hacía sentir tan estúpida. Sentir todas sus miradas era tan nuevo como antes fue viejo.

—...Hola... —fue lo único que pude formular mientras miraba hacia abajo, mis dedos de entrelazaban y no, así, yo haciéndome un propio y tonto juego. Pase grueso y pude sentir un nudo en la garganta cuando nadie hablo, cerré los ojos y no sé...solo esperaba que aquel momento incomodo terminara.

—Hola, Pequeña.

Abrí los ojos de la impresión cuando los brazos cálidos de Sean me abrazaron. Él siempre me había ayudado, hasta recuerdo cuando se había peleado con Rick por ayudarme. Sean siempre tan especiales. No dude y lo abrace. Cuando se separó de mi acaricio mi brazo amistosamente dedicándome una sonrisa al final que yo igual correspondí.

Casi lloro cuando todos los de la mesa se pararon a saludarme.

—Te extrañamos, Beca—confesó Lucas abrazándome igual, casi cargándome por lo alto que era.

—Hola, "Mendesita"—Logan beso mi mejilla.

—¡Beca!, ¿cómo estás? —Tanner llego a mi lado y me abrazo.

Intocable ➳ DO'B©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora