Capítulo 6

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Rebeca

—Adelante, que es bastante buena—Argumento mi madre. Por el susto, di un brinco e instintivamente coloque una mano sobre mi pecho, conteniendo el pequeño grito que hace unos segundos iba a soltar por la sorpresa.

—Sí, pero solo miraba—le dije con una sonrisa extrañada. Ella sonrió de regreso, pero esta contenía un poco de compasión, como si un niño de 5 años le hubiera preguntado algo y no hubiera entendido la respuesta que le fue dada.

— ¿Pasa algo que quieras contar a tu madre? —coloco una mano en mi mejilla dando una leve caricia maternal. Al instante pensé en el asunto de la fiesta, me dieron ganas de preguntarle, pero se me hizo algo no opcional por el momento. Nunca había ido a una fiesta que no fuera familiar, pero también estaba la otra parte de mí que quería sinceramente algo interesante que contar a sus "Hijos y Nietos". Dude por unos segundos, pero al final solo negué.

— Estoy bien.

—Entonces vámonos, cariño.




Apenas llegue a casa y corrí a mi cuarto con Holly siguiéndome. Abriendo la puerta de la habitación, lo primero que hice fue sentarme en la cama soltando un suspiro casi melodramático. No sabía porque pero el asunto de la fiesta me tenía reventando la cabeza. Era una lucha entre sí y no.

—¿Debería ir...? —Me cuestione, pero pareciera como si le estuviera hablando a mi mascota por mi vista en ella. Por su lado, Holly no me regalaba ni una pizca de su atención por estar mordisqueando y llenando de baba un objeto que no estaba en mi campo de visión —¿Que tienes ahí? —Pregunte esperando que no fuera de nuevo los tacones de mamá.

Me acerque al Golden Retriever y estire mis manos hacia ella tratando de tocar lo que tenía. Su modo juguetón se encendió cuando empezó a tratar de morderme. Batalle un poco con el pero al final me lo dio.

Suspire algo irritada, era la dirección de la fiesta a medio comer y babeada.

<<¿Qué más da?...¿qué puedo perder?>>

Me encogí de hombros y corrí a la habitación de mi madre. Ahí estaba ella arrodillada en el suelo acomodando y doblando algo de ropa para uno de los cajones más pequeños. Su cabello estaba en una cebolla floja y portaba su pijama de puntos celestes, parecía estar bastante relajada así que opte por no desperdiciar la oportunidad.

—Oye mamá.

—¿Mhm?

—Recuerdas que en el centro preguntaste si quería hablar de algo contigo... ¿no?—hable tratando de no sonar torpe. Ella asintió doblando una playera tipo Polo.—Pues, me invitaron a una fiesta y... —Empecé— es hoy en la noche, irán personas de mi escuela, suena divertido. Juro llegar temprano y no portarme mal... ¿puedo ir?...

—No.

Me quede afónica. Y cuando logre mover los parpados, junto con la mandíbula que estaba en una O, volví a preguntar.

—¿Qué?, ¿Por qué?—susurre indignada— Vengo hasta aquí a preguntarte si puedo ir a una fiesta. Cuando muchas hijas no lo han hecho, e incluso algunas no lo consideran, ¿para qué me digas un...no?... ¿así en seco?—me queje y ella volteo a verme con algo de firmeza.

—Un no, es un no. Además es muy noche—mire la hora en el reloj colgado en la pared de su habitación.

—Son las 9 apenas...

Intocable ➳ DO'B©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora