Intocable ➳ DO'B©

Capítulo 51

Rebeca

Solté un suspiro cuando me senté aun lado del lavabo de manos hecho de mármol que estaba en el baño de la habitación de Dylan.

Él me había traído aquí después de la pelea que paso en la escuela, sus padres habían ido por mí a detención como tutores y me dejaron quedarme en su casa con ellos todo el tiempo que fuera necesario.

¿Recuerdan que anteriormente dije que me dolía todo sentimentalmente?, bueno...creo que ahora me duele todo físicamente.

Mire a Dylan, cada movimiento que hacía para mí era perfecto, pero permanecía tan callado y su mandíbula estaba ligeramente apretada al igual que su ceño.

—¿Por qué no hablas?... —susurre cuando el llego a mi dejando un cambio de ropa que me regalo su mamá a mi costado derecho. Levanto la mirada revisando si había algo mal en las heridas que había curado su madre sobre mi rostro. Ahora tengo rasguños de gata, especie: Ashley.

—No sé qué decir—dijo de igual forma.

  — ¿Estas enojado? 

—No.

—¿Entonces por qué estas así?...

Levanto la mirada de un rasguño que tenía en la mejilla y me miro. Sus ojos castaños me hicieron sentir mariposas a pesar de lo destrozada que me sentía por lo que ocurría en mi vida.

—Estoy preocupado...por ti.

Sonreí como pude, aunque estoy segura de que pareció una mueca al intentar no llorar.

—Tengo miedo.

No paso mucho cuando sentí que sus manos tomaron mis piernas, dio un tirón hacia el para juntar nuestros cuerpos y quedar frente a frente. Así, estando tan cerca me abrazo.

Oh,  Dylan.

Escondí mi rostro en su cuello, abrazándolo como si no quisiera que se alejara de mí nunca. Dylan era ahora la única persona que me quedaba y no quería que él tampoco se fuera. Aun siendo yo tan cabezota, el sigue estando a mi lado.

Cuando empecé a llorar, Dylan apego su cuerpo más al mío si es que eso era posible, incluso me levanto un poco de la encimera con tan reconfortante abrazo.

—Si yo no me hubiera alejado...las chicas no estarían enojadas conmigo.

Apreté los labios juntos, ocultando un sollozo que se iba a escapar de mi control.

—Soy una tonta...mamá dijo que todo estaría bien...y no lo está, todo va de mal en peor. No tengo a mi papá cerca y ni siquiera sé si sabe del accidente, Mamá siempre pareció fuerte y no sé si ella se sentía mal, nunca le pregunte y no me acuerdo de haberle dicho que la quiero...

—Tu mamá está bien, Rebeca. No digas eso.

Mordí mi labio inferior tratando de contener mis lágrimas.

—...¿Me dejas darme una ducha? — de nuevo trate de sonreír. El asintió y salió del baño.

Necesitaba tiempo a solas, para que nadie me viera quebrarme.