El ambiente en el complejo de los Vengadores era pesado, podían sentir la mala energía en todo el ambiente, al igual que las feromonas de cierto alfa rubio. A pesar de que se encontraba en el gimnasio, el olor se filtraba y penetraba todo el lugar, era por ello que pocos se encontraban en el lugar. Natasha, Clint y Bucky.
Natasha y Bucky a pesar de ser de igual manera alfas y percibir el aroma de Rogers por todo el lugar marcando territorio, no les molestaba pues sabían que no solo se trataba de un supersoldado, sino también del alfa de la manada, el cual había estado alejado de su omega por casi un mes. Intentaban ser comprensivos, por otro lado Bartón sentía la presión en el lugar, más se salvaba de percibir el fuerte aroma de feromonas debido a ser un beta.
Las misiones que aceptaban a pesar de que se esperaba que fueran complicadas, resultaban ser sencillas. A pesar de la resistencia de Hydra, de la pelea que daban sus oponentes, nada detiene a Steve, al alfa que se encontraba en la línea floja de su instinto alfa, su cordura y raciocinio. El no estar cerca de su omega, lo mantenía molesto. Hacía casi un mes desde que no tocaba su piel suave, desde que no probaba su dulce boca, desde que no sentía su aroma dulzón a caramelo. Podía olerlo en su ropa al inicio, pero poco a poco fue desapareciendo.
Su alfa y él estaban extenuados. Necesitaban a su omega.
En un rincón del gimnasio se hallaba una pila de sacos de boxeo, en el piso miles de millones de diminutos granos de arena. Acababa con cada uno de ellos, su frustración no salía de su cuerpo, su ansiedad tampoco y esas consecuencias no solo las reciben los sacos de boxeo, sino también cada que se atreviera a atacarlo. Los soldados de Hydra y AIM eran testigos de la brutalidad del alfa.
Hasta el momento ninguno había terminado muerto, solamente resultaban hospitalizados. Pero los Vengadores dudaban de cuánto tiempo esto resistiría, su capitán y su alfa se encontraban cada vez más fuera de sí.
Cuando lograban contactar con el castaño, solo era por unos cortos minutos. Donde gran parte, por no decir todo, era acaparado por el alfa, pero esos minutos se redujeron aún más. Sabían que si el Stark no volvía pronto, seguramente tendrían que encerrar al Capitán en alguna celda de contención, aunque dudaban que esta pudiera contenerlo por siempre.
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Ellos tres se encontraban en la sala de estar, como ahora estaban acostumbrados. El gimnasio se volvió territorio exclusivo de Rogers desde hacía un mes. Escucharon fuertes y apresuradas pisadas acercarse, solamente vieron al alfa pasar a gran velocidad hasta el elevador donde al abrirse las puertas se mostró al castaño.
— Chi- — antes de que pudiera terminar o siquiera saludar al resto, sintió los fuertes brazos de su alfa envolverlo y pegarlo a su pecho.
Sintió la cálida y apresurada respiración del alfa en su cuello, justo donde se encontraba su marca. Sentía el calor y la humedad del gran cuerpo que lo sostenía, rió bajo y le devolvió el abrazo, las manos del alfa bajaron por su cintura llegando a su trasero, el cual fue apretado y sujetado con fuerza para elevar el menudo cuerpo del castaño.
— S-Steve — a pasos largos el mencionado llevó al castaño a la habitación que hacía un mes no compartían.
Tan pronto cerró la puerta, comenzó a devorar los labios del más bajo. Movía sus labios sobre los del omega, introduciendo su lengua a su boca para juguetear y enredar su lengua con la contraría. Sus manos viajaban libres por su cuerpo, destrozando la ropa que se encontraba a su paso, solo quería sentirlo. Su alfa y él estaban felices de tener a su omega a su lado nuevamente, tanto lo estaban que comenzaban a ronronear al sentir sus dulces feromonas.
Un dulce y apetitoso caramelo. El cual solo ellos tenían la dicha de probar. Lo llevó a la cama donde lo bajo con poca delicadeza, comenzó a besar su pecho, lamerlo y marcar su aroma en todo el su cuerpo. Quería que oliera a él. Pasó su lengua por uno de sus pezones, atrapandolo en su boca para comenzar a lamerlos, succionar, morder lo y torturarlo con la punta de su lengua
— E-espera Steve — las manos de Tony tomaron el rostro del rubio y lo hicieron levantar su rostro — e-estoy exhausto alfa. N-necesito dormir y-yo no...
— Está bien — dijo mientras subía por su cuerpo y volvía a besar sus labios. Su alfa y él estaban tan felices que habían olvidado lo que su omega había dicho en las últimas llamadas, no había podido dormir correctamente debido a las pesadillas que lo atormentaban al no sentir la protección de su compañero.
Tomó su cuerpo y lo pegó a su cuerpo, escondiendo su nariz en los cabellos castaños del contrario, deleitándose con su aroma. Su alfa y el no paraba de ronronear, estaban felices.
— Estas ronroneando alfa — escucho la voz cansada de su omega, podía ver las bolsas negras debajo de sus ojos que amenazaban con cerrarse en cualquier momento.
— Estoy muy feliz de tenerte aquí otra vez — sus feromonas lo decían, todo lo indicaba, en ese momento solo quería marcarlo con su aroma, el sentir el dulzor del omega, tocarlo y saber que estaba ahí, mimarlo y cuidarlo — no pienso permitir el que vuelvas a irte tanto tiempo. Máximo dos días, no más.
— ¿Solo puedes sobrevivir dos días sin mi alfa? — preguntó juguetón el omega.
— No puedo sobrevivir sin ti — ambos sonrieron.
Se necesitaban, eran alfa y omega. Se amaban más que a nadie, tanto que sus instintos más primitivos, como aquel ronroneo del alfa eran causados por solo ver a su pareja.
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OMEGACEMBER
FanfictionPEQUEÑOS FIC CON UNA TEMATICA DEFINIDA OMEGACEMBER SHIPPS: - Stony / DarkStOny (principalmente) - Thorki -Spiderpool - Winteriron