CELO DE OMEGA (Darkstony)

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Tal y como se lo dijo Hydra, le dijo a Fury que se tomaría unas "vacaciones". Sabía que no serviría él pedirle a Fury un permiso, sino que simplemente le aviso, diciendo que debía atender no solo su celo sino que también unos asuntos personales. Cuando estaba por dejar el complejo de los Vengadores e ir a las coordenadas que le había dado Hydra, vio como Steve se acercaba a él y su cuerpo se estremeció al recordar las palabras de su alfa.

— No quiero que su aroma vuelva a estar impregnado en ti. Eres mi omega, por ende solo debes portar mi aroma.

Cuando este intento tomar su mano, él se alejo. Su cuerpo y él recordaban a la perfección lo que le había dicho su alfa. Vio como la expresión del rubio al no dejar que lo tocara se entristecía, admitía que sentía lástima por él, pero no podía hacer nada, Rogers era in cabeza dura que creía que podía conquistar al omega. Si tan solo supiera que ese omega de acostaba con su gemelo malvado.

— ¿Qué sucede Rogers? — pregunto queriéndose ir de ahí lo más pronto posible, faltaba al menos varias horas para que su celo iniciará.

— Me entere de que tomarás unas vacaciones — notó como la tristeza se asomaba en sus palabras — Tony... eres alguien muy importante para mi y quería saber si todo esta bien.

No pudo evitar sonreír al saber que el rubio se preocupaba por él. En un inicio se había fijado en él, había querido ser su pareja, pero antes de que eso siquiera se intentara su camino se cruzó con el alfa de cabello rubio oscuro, de ojos escarlata. Ahora no tenía escape y no lo deseaba, su omega sólo y él solo podían imaginarse a su lado.

— Todo esta bien Rogers, solo necesito un tiempo para atender mi celo y algunos asuntos personales — no planeaba mentirle, sabía que eso no sería bueno, pues se ausentaría un mes o dos.

— Y-ya veo y... tú... — lo escuchó aclarara su garganta y vio como movía sus manos en el aire, soltó una pequeña risa, sabía que quería decir el soldado — tienes... pareja, p-por que escuche que tus celos son difíciles, b-Bueno e-eso fue lo que dijo Pepper la vez anterior y...

— Steve — calló al rubio, era divertido verlo tan nervioso, también era claro ver su intención, pero no podía aceptarla, no cuando Hydra le había dejado claro que él lo iba a atender en su celo — estaré bien, mi celo es difícil como el de cualquier omega. No tienes que preocuparte — lo vio asentir, no quería rechazarlo de forma tan directa y lastimarlo — bien, tengo que irme abres de que yo, ya sabes entre en...

— Eh, si, claro — asintió y llamó a su armadura la cual llegó, cubrió su cuerpo y comenzó a elevarlo por los aires.

— Jarvis, dirígete a las coordenadas que nos dejó Hydra — dijo a su IA.

— A la orden señor.

Tardo solo media hora en llegar a las coordenadas que le había dado el alfa, durante el trayecto pensó seriamente sobre aquello que rondaba su mente y que se había planeado la posibilidad desde hacía un par de meses. Si lo que venía sintiendo desde hacía unas semanas era cierto, aquella idea no se veía tan mal.

Su armadura se desplegó de su cuerpo, al salirse de esta estiró su cuerpo y miró alrededor. Era una mansión hermosa, con una bella vista.

— Jarvis, desactiva la armadura, no quiero que Fury intenté rastrearme — pidió, pues lo que menos necesitaba era que el pirata lo encontrara en medio de su celo con Hydra entre sus piernas.

Subió por las escaleras del que parecía ser un taller, era amplio y parecía estar bien equipado. Subió las escaleras y llegó al primer piso de la mansión donde divisó a su alfa sentado en uno de los sillones con una gran sonrisa, se acercó a él y estaba por sentarse a un lado en el inmenso sofá cuando el rubio lo tomó del brazo y lo jalo hacia él. Al quedar sentado sobre su regazo el alfa comenzó a besarlo mientras que lo sostenía de las caderas, Tony pasó sus manos por el cuelo del rubio, tomando el borde de su playera para después sacarla. Enredo sus brazos en su cuello, comenzaba a sentir como su cuerpo era llenado por un cálido calor, lo que le daba la señal de que su celo estaba iniciando. Frotaba su cuerpo contra el del alfa, inclinó su rostro un poco al sentir como los labios de su alfa bajaban a su cuello para comenzar a lamer su piel y marcarla, sus grandes manos bajaron a su trasero para comenzar a apretarlo y ayudar a esa deliciosa fricción que hacia el omega al moverse sobre él.

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