NUDO (Darkstony)

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Caminaba por los pasillos de la base de Hydra, todo estaba demasiado calmado. Había terminado su último proyecto y planeaba iniciar con otro, pero simplemente no lograba centrarse en este, su mente no estaba enfocada en este, sino se la pasaba pensando en ese alfa de mirada escarlata.

Nunca, ni en sus más profundos sueños creyó estar con un alfa como Hydra. Pero ni siquiera él lo había esperado, ninguno de los dos, simplemente había ocurrido. En la fiesta de cumpleaños de su padre, había intentado escaparse de esta, pero sus padres no se lo permitieron, siempre lo había conseguido excusándose con los deberes de la escuela, pero ahora no tenía esa opción, se acababa de graduar y había finalizado con su último proyecto. Escapatoria no encontró, mucho menos cuando su padre Edwin se había encargado de despejar por completo su agenda.

En un inicio tuvo que estar con sus padres y escuchar sus conversaciones, no era que no le interesara, la compañía algún día sería suya, pero él solo quería irse de ahí. El lugar estaba lleno de gente vieja, nadie que le entretuviera, o al menos eso pensó cuando lo vio llegar, sonrió divertido cuando se percató de que la mirada del alfa no se apartaba de él, se acercó a la barra y pidió algo para beber, a los pocos segundos vio al alfa rubio sentarse a un lado de él. Tras un pequeño juego de palabras entre ellos, volteo su mirada y vio como sus padres estaban hablando con uno de sus más grandes allegados, Stane. Le invitó a seguir su conversación en un lugar más privado, fue seguido de inmediato por el alfa que tan pronto se alejaron de las personas este lo acorraló contra la pared y comenzó a besarlo con fiereza.

Ambos habían dejado de lado el hecho de que esa noche, se debían encontrar junto con el mayor de los Stark, simplemente se perdieron en una de las habitaciones del hotel donde se estaba llevando a cabo el evento. Donde ambos disfrutaron del cuerpo del otro, se dijeron que sería algo de una sola noche. Ambos estaban completamente equivocados en ello, la siguiente vez que lo vio fue en la empresa, el rubio se encontraba ahí para aclarar algunos detalles con Howard, aquello fue algo rápido, ambos subieron al ascensor y el rubio lo detuvo solo para tomarlo ahí en ese pequeño espacio. Se seguían encontrando y repitiendo en cada ocasión, ya fuese algo rápido o algo más alargado y conseguían algún lugar "decente".

Sabían que eso no era algo pasajero, no cuando odiaban ver al otro en compañía de alguien más. No fue fácil para que Howard aceptara el hecho de que su cachorro estaba con un alfa como lo era Hydra, pero sabía que no podría detenerlos ni a Tony, ni a Rogers.

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Había extrañado tanto a su alfa, habían sido más de un mes sin verle, sin sentirlo. Se había sentido tan solo que había hecho un pequeño nido y se había envuelto en su aroma con una de sus camisas, sin esperar que su Steve llegará ese día y lo encontrara en esa situación. Cuando sintió con mayor intensidad el aroma del alfa, y sintió que algo se frotaba contra su trasero, se encontró con su pareja.

A pesar de como inicio su relación y de la fama que tenía el alfa, este nunca lo había lastimado al momento de tener sexo, siempre era un poco cuidadoso, se aseguraba de que estuviese lo suficientemente dilatado y que no se formara un nudo en su interior. El cuerpo de su hermoso omega era una de las cosa que amaba de él, sabía que este era fuerte, pero él también, con el suero corriendo por su sangre su nudo era más grande que el de un alfa común, podría lastimarlo y aquello era lo que menos deseaba en el mundo.

Ahora se encontraba en medio de un dilema, Tony pedía su nudo, lo deseaba y quería. Sus ojos estaban humedecidos, sus labios hinchados por la forma en como lo había besado y sus mejillas coloradas en un hermoso color rojizo.

— Ahhh p-por favor S-Stiff... dámelo... lo quiero... quiero tu nudo — sus piernas colgaban en sus hombros y sus manos sujetaban sus caderas.

— Puedo lastimarte... — gruñó al sentir cómo las cálidas paredes del interior del omega se cerraban y envolvían deliciosamente su miembro.

— N-no lo harás... lo sé... — el castaño movió ligeramente sus caderas haciendo que la polla del alfa rozara su próstata, deseaba su nudo, deseaba tener un par de cachorros.

Steve vio a su omega, gruñó antes de soltar sus caderas y apoyar sus brazos a los lados de su omega. Beso su cuello y sus labios, mientras movía sus caderas en círculos haciendo suspirar al menor.

— Esto puede dolerte, mi amor — lo vio asentir y no necesitaba más que eso, comenzó a embestir rápido y fuerte, su miembro entraba y salía de su agujero, el morboso sonido de sus pieles chocando junto con los dulces gemidos de su omega eran una dulce sinfonía para su oídos, podía escuchar también el sonido húmedo de su miembro al entrar y salir, su omega estaba soltando mucho lubricante.

Tony comenzó a rasguñar su espalda al sentir como su próstata era maltratada y golpeada una y otra vez por cada embestida certera que daba su alfa. Su cuerpo se contraía, su mente se nublaba y sus ojos se ponían en blanco ante el abrumador placer que le estaba dando Steve. Sentía el dulce cosquilleo en su bajo vientre anunciando que estaba por correrse, podía sentir como el miembro del alfa comenzaba a hincharse, dolía un poco, pero él quería sentir su nudo y lo soportaría. Lo haría, por lo que se aferró con mayor fuerza al cuerpo de su alfa al sentir como este daba un certero golpe en su próstata.

— ¡Ahhh! ¡Alfa! — gimió al correrse y a sentir como su interior se expandía y cómo a pesar de esto su cuerpo tembló al sentir como el nudo se formaba en su interior, mordió el hombro de su alfa y un par de lágrimas comenzaron a salir. Dolía.

El rubio comenzó a besar su cuello y su rostro, limpiaba sus lágrimas. Intentaba moverse lo menos posible, pero no podía evitar mover un poco su cuerpo haciendo que el nudo entrara aún más en su interior.

— Mgh n-no te muevas... ahh...— el dolor comenzaba a irse un poco, su cuerpo estaba sensible ante el satisfactorio orgasmo, podía sentir el nudo en su alfa justo sobre su próstata, además de que podía ver como algo se alzaba en su estómago.

— Está bien mi amor — Steve repartía caricias por su cuerpo, y besaba cada parte de su rostro tratando de alejar el dolor y darle paso al placer.

Quería que su omega disfrutara del nudo, además de que intentaba no perderse en la deliciosa sensación de sentir la calidez de su interior. Sentía como abundantes chorros de su esperma llevaban el cuerpo del castaño, beso sus labios una y otra vez, viendo que el dolor del menor se había ido, comenzaba a mover un poco sus caderas ocasionando que el omega jadeara y gimiera gusto al recibir su nudo.




Continuación de rutina.

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