𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐂𝐑𝐔𝐙𝐀𝐃𝐎━━━━𝐈𝐧𝐚𝐳𝐮𝐦𝐚 𝐞𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧²

Capítulo 01

ARIANNA SHARP
📍NEW YORK

—Vamos, estoy esperando a Ira—. Dijo mi amiga, Ciara.

—¿Ira?

—Tu inverso malvado cuando te emborrachas. Ari, Ira ¿lo pillas?

Reí por las estupideces que podía llegar a decir Ciara estando borracha.

No tenia pensado beber, mañana tenía entreno y no me hacia gracia ir con resaca.

Llevaba en New York tres meses justos, me incorporé bien en el instituto, tenía bastantes amigos, ninguno como los del Raimon.

Pero había una en especial que había conseguido un hueco en mi corazón, y esa era Ciara.

Una morocha un poco más baja que yo, de ojos miel, también fanática del fútbol.

Mi móvil sonó, me encerré en el baño y contesté.

—¿Hola?

—¿Arianna Sharp?

—Sí.

—Soy el detective Smith. Vuelves a Japón.

—¿Así tan a la ligera? Que poco tacto tienes—. Bromeé gracias a los nervios que sentía, por dentro estaba saltando de la emoción.

—El billete ya está pagado, prepara tu maleta, si sales en el siguiente vuelo llegarás aquí por la mañana, dirígete al Raimon.

Colgué y salí del baño, en busca de mi amiga.

—Ciara, me voy—. Le dije una vez salimos del local.

—¿Que dices? ¿dónde? La fiesta acaba de empezar.

—Que me voy devuelta a Japón, Ciara.

Ella abrió los ojos exageradamente.

—¿Cómo...

—¿Te digo la verdad? Me gustaría seguir hablando, pero enserio, tengo que irme.

—Esta bien, voy contigo, sube al coche.

—Yo conduzco—. Dije, no quería tener ningún accidente con Ciara de conductora.

Arranqué de camino a mi casa, metí todo en la maleta desordenadamente, aún sigo intentando descubrir cómo me entró todo.

Salí de la casa a paso rápido, diría que puse la maleta en el maletero delicadamente, pero la tiré dentro de este.

Ciara se sentó de copiloto y me dirigí al aeropuerto, por suerte para mi, este no estaba a más de veinte minutos.

Una vez entre me giré hacia Ciara.

—¿Como piensas volver?—Pregunté—. No dejaré que vuelvas estando así.

—Llamaré a Dylan, vendrá a buscarme

—Gracias por acompañarme—. Abracé a mi amiga fuertemente.

—Suerte, ellos son tus chicos, lo van a entender.

Le había hablado a Ciara sobre el Raimon, sobre Axel.

—Eso espero—. Suspiré.

—Pasajeros con destino a Japón...

Dejé de escuchar, Ciara me envolvió en un corto abrazo y se despidió de mí con la mano.

Después de dejar mi maleta y pasar por los controles, me subí al avión, ese que me llevaría con mi familia y amigos.

(...)