𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐂𝐑𝐔𝐙𝐀𝐃𝐎━━━━𝐈𝐧𝐚𝐳𝐮𝐦𝐚 𝐞𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧²

Capítulo 19

ISLA LIOCOTT

Ya estábamos en el aeropuerto, el avión privado de la selección nos esperaba.

Me quedé de pie hablando con Jordan, Shawn, Kevin y Mark.

Siento unos pequeños brazos rodearme la pierna derecha y me doy vuelta.

—¡Sorpresa!

Me río junto a Julia.

La niña se queda a mi lado en todo momento, lo que me causa ternura.

—Ojalá pudiésemos ir juntos—. Le dice Xavier a Jordan.

—Lo siento, pero el que da lo que tiene no está obligado a dar más. No me arrepiento de nada.

—Bah, que amargados están algunos—. Cuando escuchamos la voz de Caleb todos nos giramos en su dirección—. Tampoco es que se haya acabado nada, ¿no?

—¡Caleb!—. Le reprende Jude.

—Odio decirlo pero tiene razón—. Digo—. Todos pueden jugar en los partidos si se vuelven a unir al equipo. Según las normas los equipos pueden cambiar a los jugadores cuando quieran.

—¿Es eso verdad? ¡Que bien!entonces Shawn, Jordan, os estaremos esperando allí para luchar por el mundial. El Inazuma Japón va a necesitar a todos sus jugadores en forma—. Dice Mark.

Nos dieron un aviso de que el avión saldría pronto.

—Mucha suerte en el mundial, Ari—. Me agacho hasta estar a su altura y pongo mis manos en sus hombros.

—Gracias, Julia.

La niña me da un beso en la mejilla y se despide.

Había algunos que ya habían entrado al avión.

Yo fui una de las últimas.

Al entrar, ya estaban casi todos en sus puestos, quedaba un sitio libre al lado de Hurley, que cuando quise darme cuenta, Thor se sentó.

Bien, me tocaba sentarme con Caleb.

Me encaminé hacia el asiento, Caleb estaba del lado del pasillo, dejando la ventana libre.

Él al verme chasqueo la lengua y rodó los ojos.

—¿Por qué no te sientas al lado de la ventana?—. Pregunté, atándome el cinturón.

—Porque no.

A todos nos gustaba el lado de la ventana, solo podía haber una razón—. ¿Te mareas?

Cuando Caleb giró la cabeza molesto, supe que había acertado.

Reí internamente.

Ya llevábamos unos cuantos minutos de viaje, estaba a punto de dormirme hasta que escuché a Hurley.

—¡Quiero volver al mar!

Me había espantado todo el sueño, giré a mirar a Caleb, que había conseguido dormirse, así parecía hasta tranquilo y todo.

Cogí el mapa de la isla de Liocott que estaba en el asiento del frente.

Sabía que se le conocía como la isla del fútbol, y que se había transformado la isla entera para poder disfrutar en ella este torneo frontier internacional.

Volví a dejar el mapa en su puesto y me acomodé para dormirme.

(...)

—¡Hemos aterrizado!

El grito de Mark me hizo abrir los ojos, miré por la ventana y efectivamente, habíamos aterrizado.

Me tallé los ojos y miré al asiento de al lado.