Capítulo 36

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RAY DARK


—¡Empatamos!—Grita Jack eufórico una vez llegamos al banquillo.

—Si seguimos jugando así, acabaremos ganando el partido—. Dijo Xavier.

—¿Estáis seguros? ellos dominaron una súper táctica tan complicada como el contraataque catenaccio mientras estaban jugando el partido. Quien sabe qué más serán capaces de hacer que no sepamos—. Jude y su honestidad nos hizo reflexionar y bajarnos de arriba a todos.

Vi como un chico moreno se acercaba al banquillo de Orfeo, fruncí el ceño y la confusión aumentó cuando Paolo lo llamó "capitán".

Axel, Mark y Jude se acercaron un poco más pero yo no me sentí con la osadía de hacerlo también.

Aún así todos oímos como el chico que ahora sé que se llama Nakata, explicaba como Ray Dark le había pagado la operación de la vista a una niña, y que le enviaba cartas para saber sobre su estado.

El comandante no dejaba de sorprenderme, y esta vez para bien.

El segundo tiempo estaba por empezar y Paolo había cedido la bandana de capitán a Nakata.

Lo único en lo que pensaba es que debía ganar, si no superaba el verdadero fútbol de Ray Dark entonces nunca sería capaz de dejarlo atrás.

El pitido que dio inicio al segundo tiempo resonó por todo el estadio, Orfeo había mejorado todavía más—si es que eso era posible—con la entrada de Nakata al campo.

Ni siquiera me di cuenta cuando Paolo recibió el pase de la muerte de parte de Nakata, estaba frente a Mark y con la posibilidad de ponerse por delante otra vez. Y de hecho la espada de Odín logró romper la súper técnica de Mark, pero Jude logró bajar y terminar de despejarlo, librándonos de un gol más.

Recibí la pelota y avancé hasta el medio campo contrario, donde el catenaccio me esperaba.

Fui capaz de superar a Paolo gracias a haber entrenado junto a Jude toda mi vida, lo que no me esperaba era que apareciera Nakata y me arrebatase el balón.

Paolo se llevó a nuestra defensa por delante y le hizo un pase hacia atrás a Nakata, que con su "disparo valiente" perforó la portería, poniendo por delante a su equipo.

Perdí la cuenta de cuantas veces habíamos caído en el catenaccio y no pudimos superar a Nakata, llevábamos así más de la mitad de la segunda parte.

Confié en Mark nuevamente cuando Nakata volvió a disparar contra él, y Mark respondió a mis esperanzas, a las de todos.

Sonreí y vi una pequeña oportunidad de ganar, y yo misma la haría grande.

Axel me pasó la pelota y caí en el catenaccio.

Superé a Paolo, y sabía que mis compañeros estaban detrás mío, respaldándome.

—¡Ari!—. Jude y David habían entrado en el catenaccio junto a mí, se la pasé a mi hermano y este a David, en zigzag, hasta que la pelota volvió a mis pies.

Llevé la pelota hasta el área y la lancé al aire, viendo como Caleb, Jude y David realizaban el pingüino emperador número 3, tan fuerte y rápido como ninguno.

El 3-3 se iluminó en el marcador, las esperanzas crecían, tanto las nuestras como las de los japoneses que estaban en la grada.

Robé el balón y vi como Paolo se acercaba, su pie impactó en la pelota y el mío también, creando una fuerza por ambas partes que impedían que la pelota avanzara o retrocediera.

𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐂𝐑𝐔𝐙𝐀𝐃𝐎━━━━𝐈𝐧𝐚𝐳𝐮𝐦𝐚 𝐞𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧² Donde viven las historias. Descúbrelo ahora