𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐂𝐑𝐔𝐙𝐀𝐃𝐎━━━━𝐈𝐧𝐚𝐳𝐮𝐦𝐚 𝐞𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧²

Capítulo 31

"ALESSIA DE ANGELIS"

El entrenamiento de hoy había finalizado, Cammy había hecho sándwiches y habíamos tendido una manta en el suelo del campo.

Silvia llegó con una bolsa llena de cartas.

Todo el mundo había cogido una y la única que faltaba era yo, cuando metí la mano en la bolsa que cogí una carta enrollada, y que incluso pesaba un poco, negué con la cabeza.

—Ni de coña voy a leer esto, déjame coger otra.

—A ver—. Dijo Mark, se la pasé gustosa y vi como la desenvolvía, todos se reunieron a su alrededor.

Yo me encogí de hombros y saqué las pocas cartas que quedaban, habían dos a mi nombre.

Las cogí y dejé las otras en su lugar.

Una era anónima, y la otra de mi padre.

Abrí la de mi papá primero.

"Para Arianna Sharp

Hola Ari. Nunca escribo cartas así que no sé muy bien qué escribir, pero que sepas que tu padre está muy orgulloso de ti, no me pierdo ni un partido tuyo y brillas tan distinto cuando estás en el campo. Aunque te eche de menos, a ti y a tu hermano, no quiero que volváis sin antes haber cumplido vuestra meta y traerles la copa del mundo a los japoneses, sé que lo conseguiréis y pongo mi fe en ti y Jude.

Os quiero mucho niños, tened cuidado y no os metáis en problemas. Papá os espera en casa"

Cuando terminé de leer me di cuenta de que estaba sonriendo, incluso se me humedecieron los ojos, papá nunca me había dicho nada tan bonito, no porque no lo sintiera, simplemente era una persona tan cerrada como Jude, definitivamente su carta me había tomado de sorpresa.

La guardé y me prometí no perderla, definitivamente quería tener esto para siempre.

Abrí la otra carta.

"¿Estamos jugando a los detectives y yo no lo sabía? Te aviso que estás en frío, no llegaréis al caliente."

Me encantó, me conquistó.

Bueno la carta era evidentemente para el detective Smith, y como yo siempre estaba en medio de estas mierdas. Y encima ya me había descubierto que guay, a Smith le va a dar un infarto.

Guardé la carta y me metí al albergue, para dársela a Travis y que él me diga qué hacer.

Piqué la puerta de su despacho y me abrió,

Me senté en la silla frente a la suya y le tendí la carta.

La abrió y la leyó.

—Bien, yo me encargaré de hacer algo con ella, de mientras sigue con los entrenamientos. No debes contárselo a nadie.

Asentí y me fui del despacho

(...)

Habíamos terminado de cenar hace unos minutos, y compartíamos conversaciones entre todos.

—De vez en cuando me apetece surfear un poco sobre las olas, ¿alguien quiere venir?—. Preguntó Hurley.

Mark rio y se apuntó al plan.

Yo definitivamente no iba a surfear por nada del mundo otra vez.

—¿Tú qué dices Austin?—. Le preguntó un muy animado Hurley.

—Si tantas ganas de ir, ve tú solo. Muchas gracias por la cena—. Y se levantó del asiento.

Creo que a todos nos dejó un poco descolocados ese comentario por parte de Austin, de Caleb me lo podría esperar, pero nunca de Austin.