—¿T/n? ¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendido.
—Yo... necesitaba distraer mi mente y al ver el libro pensé... pensé que era una buena idea venir, ya me voy.
—No, espera.
—Deja que se vaya, ya nos ha cortado bastante el rollo —intervino la chica.
—Fuera de mi habitación —respondió él.
—¿Perdón?
—¡Vete! Aquí ya no pintas nada.
—¡Eres imbécil! —gritó para después irse completamente enfadada.
—Lo siento, no sabía que estabas tan ocupado tirándote a compañeras y menos siendo el primer día.
—No me la he tirado.
—Porque no te ha dado tiempo —ambos sonreímos—. De verdad que lo siento, la próxima vez ya sé a qué habitación no venir.
—La próxima vez vuelve aquí, por favor. ¿Qué pasa?
Le expliqué que me pasé toda la noche llorando y el suceso con Potter, y que al salir de la ducha me volvieron las ganas de llorar y el malestar, y preferí venir aquí, que pasar una mala noche, me sonrió con dulzura y me abrazó. Subió un poco la temperatura del aire, sabía que para mí era exagerado como lo ponía, siempre se lo repetía. Me quité la sudadera, se sentó en la cama apoyando la espalda en el cabecero y yo me tumbé apoyando mi cabeza en sus piernas. Empezó a leer, cerré los ojos y me sentí tranquila a su lado, como si en ese instante no pudiese pasarme nada malo. Rato después me quedé dormida.
Me desperté en una habitación que no era la mía, me incorporé de un golpe y me percaté de que a mi lado estaba Tom, al verle recordé porque estaba con él y solté un suspiro de alivio. Miré el reloj colgado en la pared, aún quedaba una hora para que la alarma anunciando el desayuno sonase. Aproveché para ponerme la sudadera, coger el libro y volver a mi habitación. Ya allí me di una ducha, me puse mi túnica y justamente sonó la alarma, salí rogando, no encontrarme con Tom, nunca había dormido con él y era extraño, encima me fui de allí corriendo y al estar él dormido no me despedí.
Caminaba tranquila, pero decidida, de pronto alguien se puso a mi lado siguiendo mi ritmo y empezó a hablarme, como no, era Tom.
—¿Qué clase de amiga se marcha sin despedirse?
—Estabas durmiendo, no iba a despertarte —me excusé.
—¿Y por qué te has ido?
—Porque tenía que ducharme, porque dudo que fuese una buena idea hacerlo en tu habitación y tampoco lo sería que nos viesen salir juntos a primera hora de la mañana. Y porque necesitaba ropa limpia.
—Es más fácil decir "no debería haber dormido contigo" —comentó molesto.
—¿Te vas a cabrear por haberme ido a la ducha?
—Me cabrea que te hayas largado después de haber estado contigo para que tú estuvieses bien.
Llegamos al gran comedor y me paré justo en la puerta para decir: —Tenía que ducharme, creo que no es para tanto—. Dicho eso, seguí mi camino hasta la mesa Slytherin y me senté junto a mis amigos con mi mejor sonrisa, como si no pasase nada. Tom me siguió con un par de metros de distancia y se sentó frente a mí, evité mirarle en todo momento, pero sentía su mirada en mí durante todo el desayuno, no lograba comprender por qué le molestó tanto que me marchase, era sencillo: tenía que ducharme en mi habitación, que es donde estaban mis cosas y no me despedí por no despertarlo, de saber que le molestaría tanto una cosa tan simple como esa no lo habría hecho. Minutos después llegó Mattheo.
En el camino del comedor a clase, Mattheo me acompañó, era algo extraño, puesto que casi nunca hablábamos, no teníamos gran relación, pero nos llevábamos bien. Dejamos al resto atrás sin darme cuenta y él empezó a hablar.
—¿Cómo estás? ¿Te ha hecho una buena compañía mi hermano? —me quedé helada.
—¿Qué?
—He escuchado toda la conversación, no sabía que ahora dormías con él.
—No lo hago y de hacerlo creo que no tengo que darte ninguna explicación, ni a ti ni a nadie —comenté cabreada.
—Vale, no estás de humor. Hablamos esta noche.
Después de eso aceleró el paso hasta nuestra clase, Cuidado de Criaturas Mágicas con Hagrid, era nuestra asignatura optativa, por lo que no todos escogimos esa, Blaise y Pansy escogieron Adivinación y Tom, Runas antiguas, por su admiración por la historia. Durante toda la clase evité acercarme a Mattheo, le hablé mal y le pediría perdón por eso, pero primero prefería calmarme y tenerlo lejos, si no era muy probable volver a hablarle mal y realmente no se lo merecía.
Hagrid nos trajo un pájaro que me llamó muchísimo la atención por sus preciosas plumas verdes lima.
—Esto es un Fwooper —comenzó el semi gigante—. Es un animal bastante adorable, pero no os dejéis engañar, su canto, aunque agradable, vuelve loco a quien lo escucha.
—¿Y si lo tienes de mascota? —preguntó el impertinente de Potter.
—En ese caso, debes hechizarlo igual que hacen las personas que los venden. Un encantamiento silenciador, pero debes hacerlo una vez cada mes para que funcione porque si no, volverá a poder cantar. Además, para tenerlo como mascota se necesita una licencia que no cualquiera puede obtener.
El profesor siguió hablando y todos, bueno, casi todos estábamos atentos, el pájaro nos llamó la atención a bastantes porque que casi toda una clase estuviese atenta a lo que se explicaba, era más que raro. Después de esa clase nos tocaba Herbología, era la clase que más odiaba y me atrevería a admitir que la mayoría compartían ese sentimiento de odio conmigo, era horrible, no me gustaban las plantas de muggles que no hacían nada, ya podéis imaginar lo poco que me gustaban las mágicas, lo que agradecía es que en sexto año solo fuese una hora a la semana. Al menos la profesora Sprout me caía bien, era realmente agradable con todo el mundo, incluso cuando alguien no lo era con ella, cosa que había pasado varías veces en clase, sobre todo por parte de Draco.
La mañana se me hizo bastante eterna, las clases generalmente son un aburrimiento, pero sentí ese día más pesado de lo normal, se me pasó por la cabeza que tal vez era porque Tom estaba enfadado conmigo, ni siquiera me miraba y eso me sentía tan mal que me afectaba en general. Trate de restarle importancia porque sabía que era consciente de que tarde o temprano me perdonaría, y en el caso de no ser así, yo hablaría las cosas con él, esa debía ser mi idea principal, pero yo no lo veía tan grave como para tener que sentarme a hablar con él.
Estaba saliendo del gran comedor después de la comida cuando Fred Weasley se puso frente a mí con los brazos cruzados y completamente sonriente.
—¿Qué quieres, Fred?
—Tengo que hablar contigo.
—Muy bien, dime.
—No, aquí no, tiene que ser en tu habitación.
Lo llevé a mi habitación tranquila, él y su hermano me transmitían mucha confianza y era consciente de que siendo la líder de los mortífagos hacía mal siendo simpática con un chico que pese a ser de sangre pura, era un traidor a su sangre, pero con los gemelos era imposible no ser agradable. Empezó a cotillearlo todo y rápidamente le paré los pies, le advertí que más valía que parase si quería seguir allí y decirme lo que fuese que tenía que decirme. El sonriente cerró un cajón que acababa de abrir y se sentó en mi cama, fue entonces cuando me explicó todo. Al parecer los gemelos Weasley habían hecho una apuesta, a ver cuál de los dos se acostaba antes con una chica de cada casa, me pareció divertido y le pregunté si podía participar, a lo que él me respondió que seguramente su hermano no tendría ningún problema.
—¿Por qué me lo has contado? —pregunté curiosa.
—Porque también tengo que acostarme con una Slytherin —contestó tranquilo. Mis ojos se abrieron por completo y no pude evitar reír ante lo que acababa de escuchar—. No quiero decir que haya venido porque quiera que seas tú —aclaró—, aunque no me lo pensaría dos veces.
—Weasley ve al grano.
—Necesito que me ayudes a acostarme con una chica de tu casa, porque dudo que tú quieras estando con... —paró de hablar de repente.
—¿Estando con quien?
—Bueno, muchos dicen que ahora estás con uno de los Ryddle.
—¿CÓMO? —alcé la voz sin darme cuenta.
—Eso es lo que dicen, pensé que era cierto, por eso no te lo he pedido directamente.
—¡¿Por qué la gente piensa eso?!
—Sueles pasar tiempo con Tom, todos lo vemos en el castillo y como hoy no has estado con él, sino con Mattheo, cada quien ha sacado sus conclusiones —contestó temiendo que eso me cabrease aún más.
—Pues para tu información, no estoy saliendo con ninguno de ellos dos, ni con ellos ni con nadie. Ahora, ¿puedes salir?, por favor.
—Claro, pero, ¿me ayudarás? —me hizo pucheros.
—Cuando se me pase el cabreo te buscaré.
—Gracias, gracias, gracias —dijo antes de salir.
Odiaba que los demás inventasen cosas sobre mí que no eran para nada acertadas a la realidad, era inevitable, pero yo lo odiaba. Pasé la tarde en la torre de astronomía, era mi sitio seguro. Pasaron las horas, escuché como la puerta se abría, pensé en esconderme, pero no me apetecía moverme, estaba sentada en el suelo y quería seguir así, tranquila. Me giré cuando noté que la persona que estaba allí se encontraba detrás de mí y vi que era Draco, se acercó y se sentó a mi lado sin decir absolutamente nada, supuse que esperaba a que fuese yo quien empezase la conversación para explicarle qué me pasaba.

ESTÁS LEYENDO
VENGANZA
ФанфикNo todos tomamos buenas decisiones a lo largo de nuestra vida, más de una vez cometemos errores de esos que decimos "ojalá volver al pasado y cambiar eso" pero por desgracia para nosotros las máquinas del tiempo no se han inventado y la magia no ha...