✨PRIMERA PARTE ✨
La vida de Andrea cambia totalmente cuando su padre la echa de casa y la manda a vivir con su tío en Clarksville, Virginia, un pueblo pequeño y amistoso. Andrea hará de todo para regresar a su antigua vida, pero se dará cuenta que e...
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11 de Mayo
Ya había pasado un mes, un mes que había llegado al pueblo y que prácticamente mi padre me había corrido. Sé que últimamente repetía mucho que me iría pronto de Clarksville, pero la realidad era que empezaba a sentirme cómoda con el lugar.
El pueblo no era para nada igual a la ciudad, el ambiente y las personas, todo era distinto y eso me gustaba. Solté un suspiro, ya ni siquiera pensaba tanto en Manhattan.
—¿Ya terminaste?— escuché desde la puerta de mi habitación.
Miré a mi tío y le di una sonrisa.
—Sí, ya lo terminé de envolver.
—¿Es una broma? El papel sigue intacto.— mi tío se acercó a mí.
—Oh. Preferí llevarlo así, igual lo que importa es lo qué hay dentro.— dije con una sonrisa forzada.
Sí me preguntaban, la verdad no sabía cómo envolver un regalo, en realidad era la primera vez que le iba a dar un regalo a alguien.
—Ven siéntate a mi lado.— musito mi tío—. Dime la verdad, ¿lo prefieres llevar así o es porqué no sabes cómo envolver un regalo?
—Nunca tuve a alguien que me enseñara.— dije mirando mis manos.
—Sabes que existe YouTube, ¿verdad?— me preguntó con tono burlón, ambos empezamos a reír.
—Lo sé.— sonreí, ya que recordé que YouTube me enseñó cómo hackear una cuenta.— ¿Te puedo confesar algo?
—Claro cariño.
—Está es mi primera vez.— le dije.
—¿Tú primera vez?— preguntó con tono confundido.
—Mi primera vez comprando un regalo y también en dárselo a alguien.— musité suavemente.
—Sabes te he visto con Olivia, ¿qué pasa entre ustedes?
—No pasa nada, solo somos amigas.— mencioné mientras lo volvía a ver.
—¿Te gusta Olivia?— preguntó con una sonrisa.
—No, tío, que cosas dices.— me levanté de la cama—. Se hace tarde, es hora de irnos.
—Espera, primero el regalo.— dijo mi tío agarrando el papel—. Te enseñaré, es muy fácil.
Asentí y observé todos los movimientos que hacía, después de unos segundos ya lo tenía listo.
—Y eso fue todo.— me dijo con una sonrisa.
—Guau, eso fue bastante rápido.— musité.
—Sí, ahora vámonos.— agarré el regalo y salimos de mi habitación.
