Déjà Vu

Capítulo #29:

Capítulo #29: "Nueva casa, nuevos recuerdos, nueva familia"

Dereck David

Estoy colocando un columpio en el portal de la casa. Charlotte descansa con los pies en alto sobre la cama, las pastillas la dejan muy cansada. Enzo llego del colegio y estuvo dos horas juntando video juegos en la sala pero se a aburrido y ahora juega aquí en el patio con una pelota de fútbol. Valeria y Kevin han quedado a venir a cenar esta misma noche.

Las gotas de sudor caen sobre mi frente y algunas otras corren sobre mi espalda. Seco el sudor con la manga de mi enguatada roja. La primavera ya está aquí y el calor comienza a subir.

— Papá, ven a jugar conmigo — pide mi hijo que dentro de dos días cumple 5 años.

— Solo un segundo más — dije colocando la última rosca antes de dejarlo terminado.

Charlotte había escogido el color de la madera de todo el porche por lo que tuve que cambiar el color de accesorio familiar o como lo había llamado el pequeño: "El avión del suelo".

La reja blanca que cubre la entrada es abierta y antes de que pueda girarme siento como el pequeño Enzo grita.

— ¡Tía Vale y tío Vin! — definitivamente mi hijo no aprenderá a pronunciar Kevin.

— Enano — saluda su tía despeinando el cabello rojizo rizado de Enzo.

— Gracias — me susurra Kevin al abrazarme. Y así es como comprendo que la conversación tuvo sus frutos.

— D, te has vuelto un amo de casa — se burla mi hermana despeinado a mi también como si tuviese cinco años.

Pero yo lejos de enojarme le saco la lengua y muevo la cabeza como si se tratase de un perro pequeño.

— ¿Y donde está Charlotte? — cuestiona Valeria al no verla juntos a nosotros.

— Mamá siempre descansa por las tardes.

Ambos asienten y entramos dentro de casa. En las últimas semanas hemos colocado varios cuadros sobre toda la casa, algunos de nosotros tres, otros míos y de Valeria.

Algunos con todos los amigos. Pero el más hermoso es el cuadro que me hizo Charlotte cuando aún cursábamos la universidad que ahora cuelga en una pared del salón.

— Vayan a visitarla, mientras yo prepararé la comida — les indico dónde está la habitación mientras me dirigí a la cocina.

Mire uno segundos todo lo qué hay dentro del refrigerador. Más de lo que es necesario antes de comenzar. Pero hay algo importante en mi defensa. Aún no soy bueno en la cocina.

Pero como si mi mente fuese leída. Valeria apareció por el pasillo del salón.

— Vine a no dejarte quemar la casa en la primera cena familiar que hacemos en ella — asentí agradecido.

— Esto siempre se te a dado mejor a ti qué a mi — la ayude a colocarse el delantal.

— Ya te daré clases — se burla guiñándome un ojo — Bueno, de eso y también de defensa personal.

— Oye, se golpear a una persona — me quejé.

— Nadie a dicho que no, pero yo puedo golpear a seis a la vez — volvió a burlarse de mi.

¿Desde cuando mi hermana es quien se burla de los demás?

<De ti siempre se ha burlado> me contestó mi conciencia y me sentí ofendido.