Capítulo #31:

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Capítulo #31: "Si lo hacen mal y si no peor"

Dereck David

Salí del edificio principal en donde está instalada mi empresa junto a dos guardias. Estoy un poco agobiado con que mi abuelo Francisco haya salido de la cárcel. Así que tengo la cabeza llena de pensamientos agobiantes.

Decidí conducir mientras que otro carro me persigue hacia el colegio en donde estudia Enzo.

El aire fresco me da en la cara y golpeo el ritmo de la música en el volante de mi auto. Bajé en busca del pequeño.

Una maestra está tomando su mano en la entrada del edificio. Un hombre vestido de negro está justo a su lado.

— ¡Papi! — mi hijo me abraza las piernas. Si cabello rojo juega con el aire moviéndose con este.

— Buenas tardes señor Cortés — me saluda la maestra extendiendo su mano hacia nosotros — Su hijo a tenido un buen día — asentí.

Susurré un Gracias antes de agacharme para tomar a mi hijo y llevarlo en mis brazos hacia el auto.

— ¡Te compré chocolate! — le informé con emoción — ¿Invitaste a tus amigos a casa mañana?

— Si papá, ¿vamos a ver a mamá? — asentí y bajé a mi hijo para caminar hacia el auto, los guardias nos siguen a paso ligero.

Lo senté detrás con el cinturón.

Comencé a conducir hacia la casa el teléfono comienza a sonar justo a mi lado, intento alcanzarlo en la guantera.

— Papá conduciendo no se puede contestar — me regaña mi hijo.

— Tienes razón — miré con preocupación otra vez más pero mi hijo tenía razón. No puedo dar el mal ejemplo.

Volvió a comenzar a sonar. Aparte la mirada un instante y me incliné para tomarlo.

— ¡Papá!

— Solo será un segundo, tiene que ser algo importante.

— ¡Papá! — gritó mi hijo un poco más alterado, obligándome a llevar la vista hacia la carretera.

Un auto gigante se abalanzaba encima del auto lo que me hizo hace un movimiento brusco con el volante llevándome a salir de la carretera.

— Señor, ¿está usted bien? — preguntó un guardia alterado acercándose corriéndose hacia mi.

— Lleguemos a casa rápido, estoy un poco estresado — simplemente volví a encender el auto para llegar a casa lo más pronto posible.

Mi hijo pareció bastante alterado en la parte de atrás del auto.

— Ves hijo por eso no se puede contestar las llamadas cuando vas conduciendo — mi hijo asiento menos convencido — Todo está bien — estiré una mano hacia él, el me rodeó un dedo con su mano completa y me regaló una sonrisa.

Conduce más tranquilo hacia la casa sin mirar el móvil en ningún momento. <Cuando llegue a casa te revisaré>

Pronto llegamos y después de quitarle el cinturón al pequeño, tomé el celular revisando que era una llamada de Charlotte.

Lo que me hizo fruncir el ceño.

— ¡Mamá! Hemos traído helado de chocolate para todos — escuché la voz de mi hijo ya dentro de la casa.

Caminé hacia él, porque me confundí un poco. ¿Cómo entró a casa si todo debe estar cerrado?

— Corran — la voz de Charlotte me hizo ponerme en alerta al segundo. Dos guardias corrieron hacia el ruido y yo salí en busca de mi hijo obligándome a abrazarlo contra mi pecho.

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