Déjà Vu

Capítulo #10:

Capítulo #10: "Primera Segunda Vez"

Charlotte

Si me preguntan "¿Cuanto puede cambiar una persona por otra o por amor?" Yo diría que demasiado y una prueba viviente es David o Kevin, incluso puedo decir Carlos.

Al Carlos que conocí los primeros de universidad, solía estar bebiendo, incluso consumía drogas, peleas. Todo un sin fin de momentos de dolor. Y si yo lo sentí así, imagino como lo sintió Emily, pero hemos visto su evolución, su forma de importarle ella por encima de sus pensamientos. Lo vi cambiar en cuestión de segundos, quizás siempre ocultó su amor por Emily y cuando por fin pudo demostrarlo de la mejor manera.

Kevin, mi hermano, lo vi crecer a mi lado, nunca vi una chica a su lado, al punto de pensar que le gustasen los hombres. La frialdad con la que dirigía a los demás, siempre andaba fumando, aunque bebía poco. Por lo que se dejó de fumar porque Valeria es alérgica al olor del cigarro. He visto la forma en que la observa, es como si estuviese buscando un defecto en ella y creo que nunca lo ha hallado. Mi hermano que parecía el que jamás se casaría de los dos porque tiene los pensamientos muy claros, también los tuvo al conocerla, la vio como alguien especial. Valeria es especial, no lo dudo.

Pero David, es el que más me impresiona, sus cambios fueron tan lentos pero igual de buenos. Ya no hay nada de su arrogancia, no queda nada de quien no perdonaba, hay alguien que está dispuesto a renunciar a todo solo por tener a su familia unida. Solo queda el D que cuida a los demás. Nunca pensé volver a Nueva York y encontrar tantos cambios en alguien como él. Pero así es, D continua impresionándome incluso cuando lo conozco tan bien. Y me queda claro la frase "Si se puede cambiar" cuando lo tengo en frente. Es la muestra viva de del cambio absoluto para mejor.

Como siempre mis sentimientos están a flotes y después de su confesión me quedo mirándolo todo el rato. Vamos para la casa y Enzo duerme en mis brazos, y yo continúo observándolo como si el mundo dependiese de conocer sus rasgos.

— Te amo Charlotte — dice sin dejar de mirar la carretera, se que puede sentir mi mirada en su rostro.

Valeria y Kevin han decido ir en el otro coche para cuidar a Nicolás.

Estamos solos y la tensión crece por segundos.

Deberías decir algo. Me recuerda mi conciencia.

— También te amo mi ángel — su sonrisa se intensifica como si le hubiera dado un hueco la realidad y le hubieran dado la mejor noticia del mundo.

Cuando llegamos subo las escaleras hasta la habitación de Enzo, está decorada de color azul y en algunas partes rojo intenso.

— Esta era mi habitación cuando era pequeño — me dice D que va justo detrás de mi con Enzo en sus brazos, lo deja en la cama.

— Descansa pequeño — Beso su frente.

— Te amo hijo — dice David y suelto algo muy parecido a un suspiro.

Me siento feliz, demasiado, ¿como puede ganarme con un simple gesto? Pero aquí me tiene rendida a sus pies para él cuando lo desee.

El me observa  buscando las palabras para decir algo, lo que no sé qué.

— Siempre nos imaginé así, con nuestro hijo. Tú, yo y nuestro pequeño — dice acariciando mi mejilla — Vayamos a la cama.

Me toma de la mano entrelazando nuestros dedos, caminando por el pasillo hasta llegar a su habitación. Es de color blanca con todos los detalles en dorado. Una habitación muy lujosa, nada cargado, ni exagerado, simplemente hermoso.