Capítulo 6

110 7 1
                                    


Me desperté un poco desorientada, antes de recordar que me encontraba en un cuarto de hotel con Sebastián. Rayos...mi cuerpo, dolía. Sentía como si hubiese hecho ejercicio sin parar por horas. Mis piernas estaban adoloridas y entumidas, mis caderas ardían, mi vientre se sentía hinchado y mi vagina estaba hecha pedazos. Bostecé y me estiré un poco solo para que mi pierna chocara con la de Sebastián, quien seguía cómodamente dormido enseguida de mí, y totalmente desnudo, igual que yo.

Me senté en la cama y me tape con la sabana. Lo observé un poco antes de levantarme para ir al baño. Se veía tan cómodo dormido, tan inocente, pero no se dejen llevar, en la noche se convirtió en una bestia totalmente. Me puse de pie y corrí hacia el baño, la verdad me hacía pipí horrible. Hice mis necesidades rápido y cuando me disponía a salir mire en el espejo, tremendos chupetones en mi espalda.

"Ay te pasaste Sebastián" murmuré y esta vez sí salí corriendo del baño, pero cuando me encontraba en el medio de la habitación, él estaba sentado en la silla del pequeño comedor que se encontraba frente a la ventana y me asusté "Ay...pensé que seguías dormido" enrojecí pues yo estaba desnuda aun y el ya traía puesto su bóxer.

"No...te sentí despertar" Asentí y le di la espalda para buscar mi ropa interior, pero se puso de pie y me abrazo por la espalda, totalmente erecto. Al parecer tenía pila para rato "¿Como estas?"

"Mmm pues..."

"¿Me refiero a cómo te sientes?"

Abrí los ojos y él me dio la vuelta para que pudiera verlo a los ojos "Pues, estoy un poco adolorida pero creo que bien...y por cierto, gracias por marcarme" me di la vuelta y le mostré el chupete.

Soltó una carcajada "Eres irresistible, además te lo hice en la espalda, nadie lo notará"

De pronto sentí que necesitaba cubrirme y cruce mis brazos frente a mi pecho "Puedo...no se"

"¿Qué pasa?"

"Es que estoy desnuda y..." se acercó lentamente a mí.

"Nina, se que tienes que irte...pero antes me la vas a mamar"

Creo que mí quijada debió caerse hasta el suelo cuando Sebastián decidió decir esas palabras. Digo, obvio quería hacerlo pero escucharlo decir esas palabras me sorprendió bastante

"Lo puedo intentar pero no esperes que sea toda una experta en el tema"

"Para eso estas aquí, para aprender Nina" Asentí "Después de esto, yo ya no podré tenerte, y es una pena porque estas buenísima, así que no te irás sin que yo sienta tus labios alrededor de mi pene" tragué saliva. Sus palabras me encendían cañón.

No quería que Sebastián siguiera viéndome como una niña, así que me arrodillé y tome el elástico de su bóxer. Había viso algunas películas porno, sabía cómo debía hacerse, pero jamás lo había hecho. Sebastián era un maestro ejemplar sin duda.

Suspiré y me lamí los labios, preguntándome que sabor tendría y noté que en su punta tenía una pequeña gotita la observe por un buen rato y la toque con mi dedo, observe el líquido en mi dedo y lo olí.

"Mierda Nina, amo que seas tan inocente"

Y así con esas palabras me la metí completa a la boca y lo vi atragantarse, no sabía tan mal, pero tampoco era mi favor favorito, aunque cierto que tenerlo en mi boca y sentir su calor era exquisito; tomé el resto de su pene con mi mano y jadeó, al parece que moviera mi mano hacia arriba y abajo le había gustado así que continué. Mi boca estaba salivando bastante, temía tragar pero con tanta saliva y su propio liquido tuve que hacerlo y me sentí jodidamente sucia y sexy. Quería concentrarme en darle su felación o darle la mamada como él vulgarmente lo había dicho. Pero me encendía ver su rostro. La manera en que disfrutaba y cerraba los ojos me estaban excitando bastante, la manera en que su garganta movía su manzana de Adán me estaba volviendo loca.

Dulce Ardiente Tentación [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora