DESVELO

FUEGO

RESTAURANT FRANCO-VIETNAMITA

Al sur de la ciudad se reunieron Alex, Kelly, Kara y James. Faltaban cinco minutos para la reservación. Platicaron en el lobby.

Kara envió otro mensaje de texto. Lena no respondía. Las llamadas se iban directo a buzón de voz. No siempre tenía señal en el laboratorio.

— ¿Tienen fecha para la boda? —James está feliz por ellas.

— En seis meses. Eliza nos ayudará con algunos preparativos y con los vestidos. Está contenta mi suegra —Kelly respondió.

Bajó la vista. Kara estaba a años luz a Alura y a Eliza no le agradaban los Luthor. No sabía que tan lejos llegaría con Lena, pero lo agradaba la idea de comprometerse.

— Kara y Lena serán nuestras damas —Alex abrazo por los hombros a su hermana.

— Tú el padrino —Kelly tomó del brazo a James y sonrió a Alex.

Con los ojos muy abiertos Kara giró la cabeza hacia la esquina.

Una mujer huía a pie de un par de policías. Iban en sentido contrario a los autos. De pronto abrió los brazos y dirigió las palmas al frente. Del asfalto se levantó un muro de fuego. Los policías no pudieron detenerse, entraron a las llamas y sus uniformes comenzaron a arder.

Kara desapareció y llegó volando Supergirl. Con su aliento frío apagó el fuego y sus ropas. Siguió a esa mujer de larga cabellera rojiza. Aumentó la velocidad de su vuelo y de pronto la perdió de vista. Disminuyó la velocidad y con su  super-oído la siguió a una bodega. El candado cayó cuando extendió el brazo al frente. Entre los estantes y miles de cajas no podía volar. La busco a pie.

— ¿Por qué huyes? —no recibió respuesta.

Había demasiadas cosas para distinguir su figura. Se quedó inmóvil, trató de escuchar el menor ruido o su pulso. Escuchó los autos en la calle y el llamado de los policías por radio.

La mujer se quedó en un lugar obscuro de la bodega y rodeada por placas de plomo con el logotipo de L-Corp. Miró atentamente a la chica de acero.

— Te puedo ayudar. Llegar a este planeta no es fácil —Supergirl se paró frente al pasillo donde se escondía.

La peliroja sabía cómo manejar a los kryptonianos. De dónde venía había cientos de ellos. Siempre del lado de la ley y lo correcto.

— Supergirl, ¿dónde estás? —Alex preguntó.

— Perdí su rastro —sintió una pequeña punzada en la sien izquierda.

— Provocó un incendio en el tren subterráneo, le dispararon en varias ocasiones —Alex lo supo por los policías.

— ¿Qué tipo de alienígena es? —caminó hasta el siguiente pasillo. Notó pequeñas manchas rojas. Con la punta del pie supo que eran frescas, les pasó la punta de la por encima.

— No la hemos identificado —envió al mismo tiempo la información a Brainy.

Con su superoído supo que había una alarma de seguridad. Supergirl regresó al pasillo y notó que eran placas de plomo con el logotipo de L-Corp. Por un momento dudó que Lena las usará para ocultarle información, pero también se protegía de las señales satelitales. Respiró ondo y salió de la bodega.

Al regresar al restaurante Kara se encontró con Lena. La saludó con un discreto abrazo.

— Fui tras una fugitiva —Kara explicó.

— Tuvimos un contratiempo en el laboratorio —Lena la miró con esa dulce sonrisa.

— Pasen —James les dijo.

Lena cruzó la puerta.

Justo en ese momento una ráfaga de fuego envolvió a Kara. El abrigo rosa se cubrió de llamas. Miró hacia todas partes pero no encontró a esa mujer. Lena cubrió a Kara con su gabardina y sofocó el fuego abrazándola.

Alex usó un dispositivo para que las cámaras de seguridad grabarán una interferencia en la señal.

James vio a la mujer correr hacía el norte. Su cabello estaba suelto y le daba bajo la cintura.

Apagó el fuego con su aliento frío. Kara se asombró, esa desconocida la siguió y la reconoció sin el traje.

— ¿Estás bien? —Lena se giró para revisar sus ropas.

— No llegó a la piel —mintió para que los curiosos no se asustarán.

— ¿Acaso no la viste? Huyó hacia allá —James señaló a la derecha.

— Tampoco puede escucharla —Kara temía que fuera un tipo de telepatía. Algo que no podía enfrentar.

Lena retrocedió un paso. Se paró muy cerca de su novia.

— Reaccionaste muy rápido —James pensó en voz alta al mirar a Lena.

— Será mejor que nos vayamos de aquí —Alex sugirió.

Los policías esperaban la ambulancia en la esquina.

Lena llamó a su chófer, estaba en la esquina. Se marchó con Kara y James.

Alex y Kelly se fueron en la motocicleta.

PENHOUSE

A la mañana siguiente Lena enjabonaba la espalda de su novia. Su piel estaba recuperada por completo. Se regeneró en minutos.

— Los telepatas tienen ventaja sobre mí —Kara se giró y la abrazó. La miró a los ojos.

— ¿Te molesta? —las pestañas se le dijieron en gajos, hacían más atractivos.

— Por mi misma no tengo forma de contrarrestarlos, eso me molesta.

— ¿Te ayudará Ma'alefa'ak? —Lena se preocupó.

— No lo sé. Extraño a J'onn —Kara la abrazó. Recargó su frente sobre el hombro derecho de su novia.

-— Me asusté al ver el fuego.

— Tus movimientos fueron rápidos. ¿Qué otro poder tienes? —levantó el rostro.

— Mis pensamientos son más rápidos.

— Soportaste el golpe de Despero, fisuró tus huesos y se regeneró en un minuto —le contó lo que vio el día que lo detuvieron.

— Escuchó a 40 metros de distancia y mi visión ahora es nítida —Lena cerró las llaves del agua.

Kara tomó las toallas blancas. Le pasó una a su novia. Se secaron y después se fueron a la habitación. Las cortinas seguían cerradas.

— Kara, ven —Lena la abrazó por la espalda y la besó a la altura de los hombros—. Aún es temprano.

El rostro de la rubia se sonrojó. Cerró los ojos y se dejó llevar por los labios y manos de su novia. No quería pensar en nada más. Solo quería sentir el amor y el deseo entre ellas. Que el resto del mundo desapareciera.