INESPERADO

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PENHOUSE

Se escuchaba la secadora de cabello en el baño. Kara usó el traje normal, el último que modificó Brainy. Caminaba en la cocina, guardó los platos y tazas de la cena. Eran las ocho de la mañana y tenían que realizar las pruebas con las ondas cerebrales que procesaron M'gann y Ma'alefa'ak. Aunque ella realmente pensaba en el beso y cuanto se estremeció con Mon-el. Nunca se dio el tiempo de asimilar lo que sentía por él cuando se separaron. Los ataques y enemigos le dejaban poco tiempo para resolver los asuntos de su vida. En la barra de la cocina vibró el celular de Lena, un mensaje escrito de Chloë: "Almorzaremos en tu restaurante favorito <3". El siguiente mensaje fue: "XOXOXOXOXO", besos. la kryptoniana apretó lo maxilares.

— Estoy lista —Lena salió peinada con el cabello completamente recogido y la chamarra de piel que tanto le gustaba.

— Recibiste mensajes de Chloë —se cruzó de brazos.

Lena se adelantó a tomar el móvil. Lo desbloqueó con su huella digital. Levantó la mirada y notó a Kara muy seria.

— ¿Trabajas con ella 10 horas diarias, almuerzan juntas, nos reunimos algunos viernes con ella y ahora te manda besos? —Kara no ocultó sus celos, ni suavizó su tono de voz.

— El almuerzo es con Andrea e inversores de Latinoamérica. Desde antes de conocerte nos escribimos con corazones y besos. Un momento —la observó detenidamente—. ¿Estás celosa?

Las dos ignoraron el ruido de la puerta. Alguien entró sigilosamente.

— ¿Pasó o pasa algo entre ustedes? —endureció la mirada.

— Chloë es mi mejor compañera, nunca hemos tenido una diferencia —Lena guardó el móvil en el bolsillo—. ¿Por qué no te pusiste así con James?

— Nunca te reconciliaras James porque ahora eres una meta-humana. En cambio con Chloë pasas todo el tiempo posible —aumentó el volumen de la voz.

— Entre Chloë y yo nunca hubo una relación sentimental.

— ¿No es coincidencia que Chloë, Eve y yo seamos rubias de ojos azules? ¡Somos tu tipo! —Kara no podía dejar de decir lo que pensaba desde hace semanas.

— El 5% en este país son rubios y de ojos azules. ¿Quieres que les prohíba la entrada a mis empresas y a mi vida para que no te moleste? —Lena respondió con más enojo. Prefirió dar media vuelta e irse por su cuenta.

— ¡Chloë te gusta, siempre te ha gustado! —arremetió en su contra.

— Te doy una exclusiva Danvers: me enamoré de una kryptoniana —Lena respondió girando y sosteniendo la mirada.

— ¿En serio, Lena? —se sobresaltaron al escuchar la voz de Lillian Luthor.

— ¿Madre por qué entras sin avisar? —Lena se paró frente a su novia, para evitar que se moviera.

— Una propina de cien dólares abre puertas. ¿Tenías que enamorarte de Kara Zor-el? —Lillian era tranquila al confrontarlas.

 ¿Tenías que enamorarte de Kara Zor-el? —Lillian era tranquila al confrontarlas

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La que se sorprendió más fue Lena. Esta confesión significaba que la memoria de su madre se restauró de alguna manera. Algo que no tenía contemplado. Se dirigió a su novia.

— Debo hablar con mi madre.

Supergirl caminando hacia la terraza. Tras cerrar la puerta voló hacia la DEO.

Con alivio Lillian miró a su hija. Realmente le preocupaban todos esos exámenes y las semanas en las se sintió mal. Meta-humana era lo que intentó con Metalo, al parecer con la kryptonita equivocada.

— Por una parte es un alivio saber que no estás enferma. ¿Por qué convertirte en meta-humana? Los exámenes de tu alter ego: Saskia De Meridiol, lo dicen todo —Lillian la siguió hasta el sillón de dos plazas.

— Tuve una herida grave. Así tomé está opción, fueron una larga semana para recuperarme, dicho correctamente: para adaptarme —Lena no sabía que esperar.

Dejó de lado las apariencias. Lillian la miró y ladeó la cabeza. Su hija tenía esa expresión de miedo, como cuando era pequeña. Le contó con la voz apagada:

— Un electroencefalograma descompuso tus juguetes.

— ¿Por qué te hiciste ese estudio? —se imaginó lo peor.

— Intensos dolores de cabeza. Esto es algo que debía decirte en persona —le tomó la mano y la envolvió con sus manos frías—. Sea o no fatal quiero estar en tu vida. Eres mi hija, te amo.

— Te creo —Lena aún no era capaz de decirle te amo—. Quédate y haremos los exámenes en el hospital.

Aún lado de la terraza flotaba Supergirl. Escuchó todo con su super-oído. El corazón de Lillian no parecía mentir. Lo que si le inquietaba eran los "juguetes", ¿a qué se refería? Era obvio que sería la próxima paciente de la neuróloga Chloë.

DEO

En el laboratorio M'gann y Ma'alefa'ak realizaban la transmisión de información. Chloë los monitoriaba a cada uno y la conexión entre ambos. La información corría en código binario, un electrocardiograma y un programa de RV (Realidad virtual).

— ¿Tú hiciste este programa? —Brainy se acercó a la rubia

— Del 40% soy responsable. El resto es de Lena —Chloë se sorprendió al ver su verdosa piel.

Entendió Winn como tradujo las ondas de marcianano blanco al verde y aún lenguaje de programación. Debía guardar más secretos del futuro. Le daba gusto ver cómo se desarrollaba las bases de la tecnología del siglo XXXI y en mano de las mujeres.

— ¡Aquí está! —Chloë señaló en la pantalla, hizo una marcación en la pantalla touch. Intentó levantar la otra mano. Se despertó, sacó el brazo del cabestrillo. Lo tiró sobre las maletas. Continuó marcando en las pantallas dónde los signos estaban en lo mínimo y lo máximo. En su mente se formaban varias opciones. Era como un juego de cartas, debía contar y encontrar esas sutiles diferencias.

Brainy y Winn vieron el caos que formó con sus trazos. El sistema se fue llenando con las marcaciones, procesaba la información incluso con la misma rapidez que una nave kryptoniana. El culuano supo que Chloë era muy parecida a Lena. Esa manera de procesar la información era catastrófico para su gusto.

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