CAÍDA

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DEO

En la pantalla principal se mostraba el rostro de dos mujeres y su número en prisión. Brainy se paró al lado de Supergirl, la sobresaltó cuando habló:

— Psi es telépata y Angie una humana-kalanoriana son las más peligrosas.

— ¿Kalanoriana como Despero! -Supergirl se sorprendió al escuchar esa raza.

— Recientemente cumplió los 21 años. Al parecer tiene poderes psíquicos y organizó el escape —Alex explicó parada junto a ellas con playera y pantalonsillos cortos. No le agradó la idea de terminar su luna de miel en Hawai.

— Tenemos un problema —Brainy miró fijamente a Supergirl—. Soló tienes un nano-traje contra sus poderes, no podemos hacerle lo mismo que a Despero. L-Corp nos puede vender más nanowarm, pero la Secretaría de Defensa tardará en aprobar y realizar el pago. ¿Alguna idea de lo que debemos hacer?

Supergirl los miró. Bajó los hombros, no era sencillo pensar al escuchar la palabra: L-Corp. No pudo evitar la tristeza de sus ojos azules. Lena fue la única que canceló la asistencia a la boda. No la buscó ni la llamó.

— Mientras las rastreamos, buscaremos una opción para atraparlas —Alex llamó al resto del grupo de inteligencia.

Nia puso al tanto a Supergirl de los antecedente de Angie L-Ron. Su vida era normal, estudiaba y trabajaba. Todo cambió un año atrás, cuando manipuló a la gente para que le regalara ropa, viajes y hasta un auto deportivo. Ese mismo año se enteró que no era hija de los L-Ron, que la cambiaron al nacer en el hospital. Cuando encontraron a su hija biológica la trataron diferente y sus padres biológicos se fueron al otro lado del mundo. No tuvieron curiosidad por conocerla. Así comenzó a buscar su propia identidad, esas palabras usó en el juicio.

— Enviamos agentes a casa de los supuestos padres. Se podría esperar que este enojada con los supuestos o biológicos —Alex pensó en su hija Esme. No quería que pasara por lo mismo algún día.

— ¿Existe la posibilidad qué quiera vengarse de la enfermera que las cambió al nacer? —Supergirl se dirigió a Brainy.

— Esta en un punto inestable, todo es probable —leyó los reportes escolares y de prisión. Estaba enojada y sus comportamiento era un caos. El coluano buscó algún patrón o orden aleatorio. Pero entre la edad, su historial y sus nuevos poderes no había nada definido.

— La enfermera está suspendida, debemos localizar a esa enfermera. Supergirl usa el traje Cian-índigo —Alex ordenó mientras buscaba el domicilio en la base de datos.

SUBURBIOS CARL'S

Sobrevolaba las grandes áreas verdes. Supergirl permaneció atenta a cualquier voz enojada o pidiendo auxilio. Tenía consigo el traje cian-índigo, las gráficas no rastreaban ondas mentales fuera del rango humano. Estaba cerca de llegar a la casa de la enfermera. La patrulla tardaría unos quince minutos. Al llegar notó que una silla rompió la ventana, en la parte trasera de la casa. De adentro hacia afuera. Bajó tan pronto como pudo y las gráficas de onda Q se volvieron variables de un segundo a otro. El protocolo de Protección Q se activó.

— ¡Debiste quedarte callada! —Angie la chica gritó a la mujer de casi 50 años, arrinconada entre la chimenea y la estancia.

— Kieran necesitaba un trasplante, por eso se dieron cuenta. Lo siento no fue mi intensión —la mujer respondía bajo la orden de Angie.

— Angie ven conmigo —Supergirl dijo desde la ventana.

—¡Arruinó mi vida, mi familia! —Angie lloraba de rabia y tenía un bat de beisbol en manos.

— Comprendo que estás enojada, pero no arruines tu libertad —Supergirl flotó lento al interior de la casa. 

 — Perdóname, perdóname —repitió una y otra vez. Cayó sobre sus pies e inclinó la cabeza. La enfermera lloró sin control.

Angie lanzó el bat hacía el ventanal que daba al jardín. Los cristales estallaron y las cortinas se desgarraron. Levantó la cara y le dijo a Supergirl:

— Nos cambió porque dobló turno... Su estupidez arruinó mi vida —era como un animal herido.

— Te entiendo mejor que nadie. Una mala decisión cambia tu vida —se refería a sus padres y Superman.

— Sólo busco respuestas —Angie intentó entrar a la mente de Supergirl. Pero había algo que le causó dolor de cabeza al intentar manipularla—. Confía en mí.

— Debes volver a prisión por el robo —Supergirl presionó un botón para que una legión de nanowarm sirvieran como localizador.

— Todo lo devolví en buen estado. Solo que los L-Ron no quisieron pagar 50 mil dolares de fianza. Desde que conocieron a su hija Kieran, dejaron de quererme —Angie dirigió la mirada a la enfermera.

La mujer se levantó y corrió al baño. Rompió el espejo y estaba por cortarse las venas cuando Angie saltó por la ventana para huir entre la penumbra del atardecer.

Supergirl detuvo a la enfermera. La sujetó de la manos y esperó a que pasara el efecto de aquella manipulación psíquica.

Una hora después.

Estamos en casa de los L-Ron, Kieran esta con ellos —Brainy confirmó la llegada.

Seguimos su rastro —Alex confirmó que los nanowarn se fijaron en la nuca de la fugitiva.

AL SUR DE NATIONAL CITY

Esa misma noche los agentes de la DEO tenían cubierta la zona. El localizador indicaba que Angie estaba a dos kilómetros de distancia. En las cámaras de vigilancia que intervino Alex miró a la gente saliendo de sus casas, en cuestión de cinco minutos comenzaron a vagar en las calles. Los automovilistas detenían los autos y se unían a ellos. Caminaron sin sentido ni rumbo. Solo miraban al rededor, como cámaras de vigilancia. Lo más estresante fue cuando los perros, gatos, pajaron, mapaches, ardillas y siervos hicieron lo mismo. Los agente se unieron al último, los inhibidores Q no funcionaron. Nadie obedecía sus ordenes, ni respondía a la capitana Danvers.  

Lo peor llegó cuando el mismo Brainy y Nia salieron por la puerta principal de los L-Ron. Ellos eran los que permanecían cerca de Kieran. La puerta trasera se abrió. El viento sopló y las luces parpadearon. Angie no estaba sola y el poder de manipulación mental no era reconocido por el traje cian-índigo.

DESVELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora