ATRAPADOS

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NAVE DE LA LEGIÓN

Los signos eran estables M'gann revisó las ondas de pensamiento de Imra, en su mayoría eran sueños, algunos recuerdos y pocas evaluaciones de su estado mental. Era diferente a los humanos y los marcianos. Era como un caos de pensamientos, ecos y de pronto silencio. Debía encontrar Winn un patrón entre los pensamientos y los resultados de la nave para poderla localizar. Era como encontrar la firma de la radiación de la krytonita. En la pantalla de control, seleccionó varias lecturas dónde la actividad cerebral de Imra, era más alta.

Entrenó esa mañana, Mon-el necesitaba distraerse. Las últimas palabras de Imra retumbaron en su cabeza. Los trece años de matrimonio se terminaron, Imra lo odiaba. Sus sienes empezaron a encanecer. En las manos solo tenía el anillo de la Legión. Su arra de boda la guardó en la casa que compartía con sus tres hijos.

— Pasaron 2 años desde la última vez que te vi —Kara dijo con su ropa negra deportiva. Cabello recogido.

— Para mí fueron 6 años —bebió un poco de agua.

— ¿Conociste a Ma'alefa'ak, hermano de J'onn? —se acercó.

— Me impresionó su voz grave. Pensé que pasaríamos tiempo juntos.

— El dúo daxa-krypta —Kara sonrió por el nombre complicado.

— ¿Cómo estás? —preguntó serio.

— Tranquila, estable —dudó en contarle sobre Lena.

— Me divorcié. Tengo 2 hijos y 1 hija —bajó la mirada. La voz delató su dolor.

No supo que decir para consolarlo. Kara era más feliz que nunca y al mismo tiempo se ponía nerviosa al verlo otra vez

Kara, Mon-el. Tenemos un incendio en la fábrica de IN-cubu —Alex les informó desde su transmisor.

— Si, Alex —con un simple toque, en su reloj de pulsera, formó el traje Cian.

El traje tenía una nanotecnología más avanzada. En dos segundos la cubrieron por completo, sin capa y con un ligero reflejo metálico. Tenía esa elegancia que Lena ponía en todo. Mon-el lo intuyó.

Al sur de la National City estaba la zona industrial. La fábrica de IN-cubu tenía dos fuegos, en la fachada y en el cuarto de máquinas. Seguían evacuando a casi mil empleados.

— Me encargo de la fachada —Mon-el propuso.

— Bien —la Superchica logró sofocar el fuego con aliento frío.

Winn y Brainy no encontraron nada sospechoso en las cámaras de vigilancia. Por otra parte Ma'alefa'ak sondeó la zona, solo sintió un pequeño impulso de energía que coincidió con un tercer incendio en una camioneta. Las cámaras de vigilancia fallaron en la propia fábrica.

Creo una cápsula con su anillo, la disminuyó de tamaño. Sofocó el fuego con la falta de oxígeno. Señaló a la gente alejarse de la puerta principal. Después saltó hacia donde se encontraba la kryptoniana.

Fue sencillo apagar el fuego con aliento frío. Con un par de soplidos se deshizo del humo y salieron los últimos trabajadores. Supergirl aterrizó después de asegurarse con los rayos X que no quedara nadie dentro. Preguntó a su equipo

— ¿Pudieron ubicarla?

No. Al parecer manipuló a los vigilantes para que las cámaras de vigilancia no la capten —informó Brainy.

Antes del segundo incendio pude sentir algo —Ma'alefa'ak fue afinando su sensibilidad.

— Es un avance —Mon-el miró al rededor.

Las brigadas de emergencia se formaron y fueron pasando lista de los trabajadores. Las sirenas de los bomberos se escucharon cerca.

— Daré una vuelta -Supergirl estaba por levantar el vuelo cuando algo la hizo caer al pavimento. Su cuerpo se hizo pesado, miró las venas de sus manos—. Se siente como kryptonita, pero no lo es.

— ¿Dónde estás? —Mon-el se fijó en las personas.

Detrás de ustedes, está huyendo —Ma'alefa'ak escuchó ligeramente los pensamientos de la piro-kinesis. Comenzó a bloquearlos en la cabeza de la rubia.

Aquella mujer las hizo recordar el dolor que le causaba la kryptonita. Supergirl se levantó, apretó los puños para luchar contra aquel dolor. Sentía que los músculos de sus piernas ardían por el esfuerzo. Cerró los ojos y dejó de resistirse. Nada, ni la kryptonita fue tan dolorosa como cuando estuvo a punto de morir en manos de Hija Roja o de Reign. Todo era una maldita ilusión.

En las tácticas que Mon-el aprendió con Imra había una ilusión. Se detuvó y regresó con su amiga. Dio un par de saltos.

— ¡Se acerca a ti! —al mismo tiempo dijeron Ma'alefa'ak y Mon-el.

Supergirl vio a una mujer con casco y mascarilla en las manos tenía kryptonita de verdad. Con un puñetazo en el piso de concreto la hizo caer. No debía lastimarla. Podía ser una humana obedeciendo a los deseos de Blaze.

Se acercó Mon-el y le quitó la piedra y la mascarilla. Era una trabajadora con rasgos orientales. Sus ojos pasaron de opacos a un brillo y mirada confundida.

—¿Qué hago aquí? —la mujer miró a Mon-el.

— Uso a una trabajadora para atacarme -—Supergirl informó.

La señal de las cámaras de vigilancia se restablecieron. Fue al mismo tiempo que Ma'alefa'ak dejó de sentir ese impulso. Nunca se había enfrentado a nadie que pudiera dejar una orden en varios humanos y que al mismo tiempo parecieran que ella seguía en el sitio.

Supergirl levantó el vuelo. Con su super-oído no logró escuchar un corazón acelerado por huir del lugar.

L-CORP

Todos los sucesos que pasaron por la cabeza de Ma'alefa'ak y con los nanowarn del Supergirl fueron registrados en la base de datos. Chloë los miró callada y detenidamente. Buscaron la manera de interpretarlo de forma matemática. Bebía un taza de expresso.

— ¿Pasa algo? —Lena preguntó por tanto silencio.

— Blaze dejó su huella mental en una humana, engañó al mismo Ma'alefa'ak —Chloë lo contó con la misma emoción que un fanático al fútbol.

— ¿Qué estás pensando?

— En niños índigo  Ellos tienen las mismas ondas cerebrales que el humano promedio, la diferencia está en que estas ondas vibran más rápido en el campo electromagnético del ADN. Se pueden comunicar con gente que no conocen, escuchan a los animales, leen rocas de cientos de millones de años, encontrar lugares atemporales y adimensionales y más —Chloë recordó lo que estudió hace años.

— ¿Cómo podemos usar esta teoría? —Lena se sentó al lado de su amiga.

— Debemos encontrar la forma de ubicar el verdadero origen de esas ondas vibratorias y distinguirlas de los "huéspedes" que replican esas ondas —Chloë sonrió apretando los labios—. "Huéspedes" se escucha como una mala película de exorcistas.

— Es divertido hacer ciencia contigo —empujó suavemente el hombro de la rubia. Aun tenía miedo de lastimarla.

— Me encanta trabajar con mi mejor amiga —brindaron con sus tazas de expresso.

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