DESVELO

SINCERIDAD

PENHOUSE

Se recostó bocabajo. Desduna en la cama. Lena miró el ventanal. Podía escuchar las sirenas y autos derrapar a 3 kilómetros de distancia. No tenía sueño ni las ideas fluían.

Kara acarició y besó su pálido hombro izquierdo. Se recostó tiernamente sobre la espalda media.

— Desarrollé supervelocidad. Quise evitar que cayera, pero lastimé a Chloë. Ella no me demandará, pero igual deseo cuidarla —Lena dijo con voz suave.

— Tuve poderes seis meses después de llegar a la Tierra, te puedo ayudar a controlar los tuyos —acarició con la mano derecha la cintura de Lena.

— Dime qué sientes por Mon-el —Lena tenía miedo, pero necesitaba una respuesta.

— Con la telekinesis no solo manipulan mi cuerpo, también mis recuerdos. Mientras sentía que mi cuerpo era lastimado, me llevó al momento en que Mon-el se fue por el plomo en la atmósfera. Mi primera reacción fue abrazarlo —Kara no mencionaría el beso antes de eso.

— ¿Cuáles son tus sentimientos por Mon-el? —insistió en una respuesta. Lena se giró para verla a los ojos. Puso nerviosa a su novia, escuchó su corazón.

— No lo sé. Fue importante para mí —Kara apenas pudo sostener la mirada.

— Entonces, yo si tengo razones para estar celosa —Lena colocó sus codos para levantar la espalda. Miró su reacción.

— Si —respondió acorralada.

— ¿Quieres estar con él? —Lena se veía tranquila y molesta.

— Te prefiero a ti. La forma en que me miras —la besó en el vientre y subió hasta el cuello—, esa manera de controlar me exita tanto.

— Demuéstralo Zor-el —Lena habló claro, fluido y volumen controlado.

Las pupilas de Kara se dilataron al máximo. Acarició la espalda y cadera con los dedos abiertos. Firme y segura. Se exitaba más en cada palabra que Lena susurraba al oído, le indicaba cómo la debía acariciar y besar. Su recompensa fue una mordida en el lóbulo derecho. Sangró un poco, se bebió la sangre y comenzó a excitarse más con cada caricia.

La mirada de Kara cambió por completo, el rostro enrojecido y los labios parecían más carnosos. Está vez se contuvo menos, las caricias eran marcadas con fuerza como las pedía su novia. La estrujó entre sus brazos. Sus movimientos de cadera se acentuaron cuando introdujo tres dedos y sintió esa humedad.

Lena la rasguño en la espalda cuando aumentó el movimiento. Siguió dando órdenes, decía su nombre y que no se detuviera. La besó intensamente mientras el orgasmo apareció. Abrió los ojos para ver la expresión de Kara, jadeó mientras la apretaba contra su pierna. Cuando llegó al punto más alto todo se volvió confuso, gritó y la abrazó por debajo de los hombros.

— Detente Kara —Lena cerró las piernas para inmovilizar su mano. En ese momento sintió como su pierna derecha estaba mojada. Era la pierna en la que Kara se frotó con placer.

— Lena —la besó en el cuello mientras tenía un pequeño orgasmo.

Se asombró al ver sangre en la oreja y cuello de su novia. Lena no imaginó que podría herirla. La abrazó y limpió de forma discreta.

La miró a los ojos. Kara sintió el temblor por todo su cuerpo. Era la primera vez que alguien provocaba tantas cosas al mismo tiempo. Amor, deseo, enojo, ternura, pasión. Los ojos verdes la miraban con la calma de siempre.

BAR ALIENÍGENA

Tomaron sus cervezas y caminaron hasta la mesa del fondo. Win y Mon-el estaban listos para partir. Debían regresar al futuro para averiguar el plan de Cosmic King contra Bruce Wayne.

— Kara y Lena son pareja —Mon-el repitió de mala gana.

— ¿Por qué no lo supimos en el futuro? —Winn comió unos cacahuates.

— Porque no soy importante para Kara —Mon-el entendió el perfume fino entre los cabellos de la rubia.

— Lo bueno es que Lex está muerto. Velo de esta manera, Kara siempre estuvo a favor de Lena y cuántas veces se han salvado la vida. Si Lex lo hubiera sabido controlaría a Lena y a Kara —Winn bebió un trago.

Mon-el levantó el rostro. Su amigo a veces no tenía tacto. Nadie le daba importancia a sus sentimientos por Kara. Quizá no era coincidencia que Lena arreglara el mecanismo que llenó de plomo la atmósfera.

— Hablando con probabilidades, es mejor que no haya nada entre tú y Kara. Alterarían el futuro y es probable que no tengas hijos —Winn era sincero.

— Prefiero a mis hijos —habló con voz clara. Mon-el odiaba tener solo amores fugaces. Deseaba lo que Kara sentía por Lena, aún cuando todo estaba en su contra, creía en ella.

— Bien, regresemos a casa —Winn se levantó—. Llevaré cerveza, la del futuro me parece un asco.

— Estoy de acuerdo, Winn.

Mon-el seguió con esa expresión de hombre amargado. No quería perder a sus dos hijos tan parecidos a Imra y su hija que tenía los ojos y nobleza de su difunto padre. Imra lo odiaba porque dejó morir al menor de sus cuñados. Nadie le creía sobre el sacrificio que hizo para detener a un coluano que desató el caos el Marte. Su misión salvó millones de vida y tenía que pagar con su matrimonio y que su cabeza tuviese recompensa. Le consolaba un poco que sus hijos siguieran con los ideales y que le dieran el beneficio de la duda.

Al regresar a la DEO se despidieron de Alex, Nia, Brainy, M'gann, Ma'alefa'ak y Kara. Se dedicaron algunos palabras.

Mon-el abrazó a Kara, tenía ese perfume de jazmín, madera de sándalo, rosas, vertier y flor de naranjo amarg. No sé parecía al anterior pero sabía que era tan fino y elegante como el anterior. El estilo de una Luthor que siempre cuidaría de una Super. Por ello guardó silencio, solo deseó lo mejor para su amiga kriptoniana.