METRÓPOLIS.
MANSIÓN LUTHOR.Minutos más tarde Kara se recuperó. Recostada sobre una saco de dormir y en un lugar muy frío. Miraba al rededor, una vez más. Nada le era familiar. Se incorporó y al levantar la playera notó que aquel hematoma era menos obscuro.
— Lena, ¿que pasó? —se sorprendió cuando la vista se hizo clara.
Se escucharon unas suaves pisadas. Lena estaba de pie junto a las kryptonitas y los trajes de Lex.
— ¿Dónde estamos? —Kara retrocedió, no quería más dolor en el cuerpo.
— Es un escondite de Lex.
— ¡Tienes kryptonitas que nunca vi en la vida! —se alteró.
— En tu bolsillo izquierdo tienes kryptonita dorada, te ayuda a regenerar y recuperar tus poderes. No necesitas sol en este lugar —Lena habló con calma.
Alarmada Kara sacó la krytonita dorada del bolsillo del pantalón. Sus manos temblaron. ¿Por qué tenía todas estas cosas? Miró bajo su playera, el hematoma se redujo en tamaño y color en segundos.
— Señorita Luthor, hay un intruso krytoniano —la voz de Lex se escuchó.
— No autorizo comandos de seguridad. Guarda las kryptonitas, ahora —Lena ordenó con voz firme.
— Desactivando comandos —después de que se apagó las luz roja de alarma, las piedras se guardaron detrás de una puerta de plomo.
— Lo siento. Es una de las tantas herencias de mi hermano —Lena se acercó tímida hacia su novia.
— ¿Qué más tienes aquí? —Kara devolvió la piedra dorada al bolsillo.
Se escucharon fuertes golpes en la pared de la siguiente habitación. Kara siguió el ruido. Su novia no quiso detenerla. Palideció al ver en una extraña cápsula a Levitán. Después miró a Lena. Preguntó molesta:
— ¿Por qué no me lo dijiste antes?
—No lo entregaré al gobierno. Tu traje es la mitad del trabajo de Lex y Leviatán —Lena apretó los maxilares.
— La señorita Luthor no entiende de razones —Leviatan se dirigió a Kara.
Kara le pidió regresar al salón donde despertó. No deseaba hablar con Levitán. Sus mejillas estaban enrojecidas por el enojo.
— Se que no usarás la kryptonita contra mí. Pero, soy tu novia.
— Kara no supe a qué otro lugar llevarte.
— No he dicho que disparaste contra Lex o que eres meta-humana. Estoy contigo, no me ocultes las cosas —Kara trataba de mantener la calma.
— Lo que oculto y los resultados, no son el problema. Son los medios lo que no les agradan. Kara no me pidas hacer lo correcto cuando te va a costar la vida o permitir que alguien asesine porque no debemos matarlo antes—Lena respondió con los ojos vidriosos, sabía que esto le podía costar su noviazgo.
Kara la escuchó con atención. Tenía miedo de hacer más preguntas. Comenzó a llorar, miró sus manos. Su principio era la justicia y no debía ir contra sus principios.
— En Kryptón las leyes los llevaron a su destrucción y aquí las leyes liberaron a Lex. Las leyes no son suficientes, tampoco la ciencia no tiene todas las respuestas —Lena señaló la puerta de plomo—. Lex obtuvo y desarrolló todo esto para lastimar a Superman. Yo solo lo mejoré para proteger tu vida.
— ¿Quién es el donador para Lillian? —recordó que lo habían encontrado.
— Ruby. Ella y Sam insistieron —bajó los brazos y pasó saliva.
— Por Rao, es una niña —Kara se lamentó. Miraba a Lena y en verdad no entendió.
— Lo hicieron por mí, por darme una oportunidad con mi madre —Lena suavizó la mirada.
— ¿La matarás si retoma Cadmus? —Kara cruzó los brazos.
— Ni siquiera sé si se curará —se mordió los labios.
— Siempre piensas en todo, podrías detenerla con los nanowarn —Kara hace tiempo que descifró su proceder.
— Tú también omites la justicia. De lo contrario Sam estaría en la cárcel por lo homicidios de Reign, Ruby en una casa de acogida y yo en un juicio por el homicidio de mi hermano mayor —estaba a punto de gritar por la impotencia.
Por largo rato se quedaron en silencio. Esta plática la postergaron por mucho tiempo. Lena para no perder el tiempo fue con Levitán.
— ¿Cómo puedo detener la magia?
— Al fin aceptaste tu magia —Leviatán tenía los brazos cruzados y estaba de espaldas.
— ¿Qué sabes de la quinta dimensión? —Lena reconfiguró sus lentes RV.
— Una vez pasé por ahí, pero no sé nada de ellos. Para que sepas de tu magia de fuego debes acudir con las mujeres de tu clan —Leviatán se giró.
— ¿Para qué buscabas a los psíquicos? —Kara tenía esta duda desde antes de empezar el noviazgo con Lena.
— Sólo necesitaba un poco de su poder. Para quitarte de mi camino, Supergirl —él notó que estaban molestas.
— Para causar otro cataclismo —Lena le dió la respuesta corta.
— Esto lo hago desde hace eones. Las eras tienen que pasar le guste o no a la humanidad. Es mi destino —Leviatán fue sincero.
—La magia solo es un tipo de energía que científicamente no hemos descifrado —Lena dijo obstinada.
— Esto que niegas —de su mano surgieron algunas chispas de luz—, salvó a la krytoniana.
Recordó el extraño color azul de su escudo, originalmente era de color verde. Kara miró a Lena. Lo que faltaba, tenía una de sus debilidades "mágicas".
— En todos los seres la fuerza se encuentra en el punto más débil. Tú mente es poderosa, pero temes perder la cordura —Leviatán le recordó algo que le dijo al herirla con un pedazo de roca filosa, cuando lo envió a otra dimensión.
Salieron de ahí. Interpretó sus palabras. Kara sabía que Lena era su fortaleza y su debilidad. No solo como superhéroina, también como persona. Bajó la mirada, necesitab un descanso. Regresó a la sala. Revisó su abdomen y miró de nuevo la kryptonita dorada. El poder de esa roca fluía igual que la de color verde, pero la sanaba. Lo mismo el traje Cian, el Cian-Índigo y el llamado incondicional de Ácrata. Talvez era tiempo de tomar una decisión.
— Lo siento. Mi formación científica no me permite usar magia... —Lena se asustó al ver el rostro serio de su novia.
— ¿Me espías con tus nanowarn?
— Solo cuando activas el traje. Chloë y yo tratamos de hacerlo independiente ante los telekinéticos y magos. Darte las mejores herramientas que tengo. Te comunicas con la DEO y nosotras. Ya lo hablamos, Kara.
— ¿Por qué?
— No podremos seguirte el paso, ni estamos a tu nivel de fuerza y vivirás mucho más que todos nosotros —en esto también pensó y la llenaba de tristeza.
— ¿Tienes otro secreto que me afecte? —Kara preguntó con miedo.
Lena se acercó. La besó en los labios, la besó con pasión, mientras la rubia pegó sus cuerpos. Cuando mordió los labios hubo un ligero sabor a metal.
— ¿Qué es esto? ¿Mi sangre? —Kara limpió su labio inferior y notó la sangre en su dedo índice. Palideció. El labio rosado de su novia estaba limpio.
— Es una consecuencia del Harun-el... en mí —la abrazó sin dejar de mirar sus ojos.
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DESVELO
FanfictionEstá el la 2da. parte de OBSCURO. *Imagen de portada de MissLane. La relación Supercorp continúa con el punto desde el vista de Kara. Esta vez está más cerca de Lena y la conocerá realmente.