Había llegado noche de brujas, el día favorito que cada bruja y mago del mundo mágico.
Era temprano de noche y se acercaba lentamente la esperada velada por cada niño, joven y maestro de Hogwarts, en donde podían comer hasta reventar y disfrutar de la música fascinadora del coro del sapo.
Todos estaban alistándose para la cena y Harmony no era la excepción, este era su día favorito sin dudas, estaba emocionada, muy emocionada.
Estaba en su habitación peinando su larga cabellera, cuando un leve toque llamo su atención, se levantó de su silla en frente de un espejo y abrió la puerta, encontrándose con un guapo hombre esperándola.
—Hola Inspectora —hablo con tono seductor, mirando fijamente a los hermosos ojos de la chica.
—Hola Snape —sonrió tiernamente.
—He venido a buscarte, pronto iniciará la cena de Halloween y recordé que cierta señorita se escapaba de mi clase cada año para alistarse 2 horas antes y estar perfecta para la cena.
—Siento mucha vergüenza ahora mismo. —agachó su cabeza y su mirada se posó en la mano derecha del mestizo— ¿Qué es eso?
—Es un regalo...
—¿Un regalo? —contemplo los ojos de su amado y con una sonrisa emocionada le dio un beso.
Otro de tantos, de muchos que se daban a diario.
—Se supone que deberíamos tener discreción y más ahora que hay muchos mocosos dando vueltas por ahí —dijo después de separarse abruptamente de la chica aunque muy dentro del su corazón latía muy rápidamente, no esperaba que alguien lograra ese efecto en él.
—Tienes razón, la euforia me controlo... —se rio aunque sin decir nada en su interior sintió una punzada de dolor por no poder estar con él sin tener miedo de que alguien los viera, y obviamente no logro contener su expresión de tristeza.
Snape noto esto, pero no podía decirle nada de la sorpresa... No por ahora.
—Vamos, no te pongas triste es tu día favorito del año y además... —El mestizo levanto la cajita en frente de su rostro— ábrelo, es tuyo.
—Está bien —una pequeña sonrisa de lado de poso en su rostro y agarro con timidez la cajita.
La caja de color marfil era pequeña y de una tela tan peluda como un gatito, en su interior un tejido negro parecido a la seda ocultaba un pequeño medallón.
—Es Ares. —dijo con un tono suave y afectuoso— Gracias, es hermoso.
—Sabía que te gustaría, no sabía realmente por qué, pero planeé dártelo desde la primera vez que te vi.
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EL MESTIZO Y LA SANGRE PURA
FanfictionUn hombre que perdió a su verdadero amor para siempre, aquella única mujer que lo entendía completamente, la única persona que no debía de perder. Una mujer que no conoció el amor de una familia, tratando de ser aceptada siendo ella misma, pero los...