Un hombre que perdió a su verdadero amor para siempre, aquella única mujer que lo entendía completamente, la única persona que no debía de perder.
Una mujer que no conoció el amor de una familia, tratando de ser aceptada siendo ella misma, pero los...
Nuestra querida Harmony descansada a la sombra de un bello pino, el otoño ya había arropado la bella ciudad de París, el frío ya comenzaba a azotar los árboles, las calles tenían una hilera de hojas rojas amarillas y naranjas. Pero no le importaba, gozada ver a los Thestralsaquel animal tan inusual y maravilloso que le causaba tanta intriga, su reporte acerca de estos seres estaba en marcha.
En los últimos años se había transformado en una de los magizoologos más importantes del mundo, había sacado varios libros y estudios, se había vuelto bastante famosa aunque casi nunca mostraba su rostro, muchas veces era invitada a diversas fiestas y proyectos, pero ella prefería estar en casa con sus variados animales.
Debido a ello muchas personas comenzaron a conspirar y decir cosas como: "debe de ser tan fea como un troll y por eso no muestra el rostro" o "apuesto a que realmente no es tan inteligente como se muestra" y demás tonterías.
Disfrutada estar sola con sus animales y perderse en sus pensamientos, la mente de la chica comenzó a vagar en sus recuerdos posándose en aquel día de verano en el cual logró escapar de su familia y se refugió con sus queridos Malfoy.
La parada de trenes estaba casi vacía era bastante tarde de noche, pero aun así Narcissa y Lucius la acompañaron antes de que la joven comenzará una gran aventura que le cambiaría para siempre.
—Entonces, ¿trabajaras para el ministerio? —expreso enarcando una ceja Lucius, aunque estada en realidad muy emocionado, ya que su trabajo estaría prácticamente juntos.
—Así es, trabajaré con Newt Scamander. —dijo la joven agarrando con fuerza la manija de cuero del maletín marrón, estaba sumamente emocionada. El tren saldría pronto de la estación, pero al ser el último vagón del día tan solo había unos cuantos muggles.
—Newt Scamander, ¿el magizoologo? —preguntó Narcissa con incredulidad aunque un tanto escéptica ante la noticia.
Mientras conversaban, la chica sintió como una mano cálida se posó en su hombro. Al darse la vuelta se encontró con su amigo y mentor que la saludada con una sonrisa amigable.
—Es un gusto verte Mony, dude por un momento que... —sonrió, pero al notar la irritante mirada de Lucius esta se apagó y su rostro se tornó serio— Lucius y Narcissa Malfoy, es un gusto verlos.
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El magizoologo les extendió la mano, pero Lucius ni se inmutó a tomarla, a lo cual Newt simplemente la bajo incómodamente.
—Scamander, al parecer el gusto no es mutuo. —sonrió agriamente y lo miró de arriba a abajo con aires de grandeza— Entonces, ¿cuidaras de mi ahijada?
