EL MESTIZO Y LA SANGRE PURA

¿𝐒𝐍𝐀𝐏𝐄?

El pequeño Draco de tan solo 5 añitos se acercó a su madre y se escondió detrás de ella.

—Madre, ¿quién es ella? —los pequeños ojitos del pequeño Draco trataban de identificar a la esbelta mujer que se encontraba frente a él.

—¿No me recuerdas, Draco? —Harmony se sintió decepcionada por un momento aunque era obvio que el pequeño no la recordaría, más ella tenía una ligera esperanza.

El pequeño sangre pura observada todo estando detrás de su madre, Narcissa sonrió enternecida y empujó a Draco para que hablara con la joven.

—Tranquilo Draco, ella no es una mala persona. —sonrió y acercó al pequeño a la chica la cual se agacho para estar a la altura de el niño.

—Soy tu amiga no te asustes, nos conocimos hace muchísimo tiempo, pero no lo recuerdas, apenas eras un bebé. —la joven le sonrió amablemente y le extendió la palma de su mano al pequeño para que este la tomara.

El pequeño miró estáticamente a los ojos de la joven, recordó aquellos ojos verdes, su mirada un tanto triste pero de igual manera dulce y amigable, entonces corrió hacia ella y se aferró a su pecho en un fuerte abrazo, ni siquiera él mismo se lo esperada solo sintió un impulso por hacerlo.

Narcissa sonrió y aprecio la escena inmensamente feliz, en cuanto a Harmony se quedo en shock por un momento pero luego correspondió al abrazo felizmente.

—Si, te recuerdo. —le susurro en el oído y luego se separó de ella.

la chica le miró conmovida, estaba inmensamente contenta.

Narcissa la cual estaba observando todo se dirigió a al pequeño— Draco, dentro de poco llegara papá que te parece y si vas a cambiarte de ropa. —el pequeño asintió y salio de el salón para dirigirse a su habitación.

—No sé si lo sabias pero mañana será su sexto cumpleaños , me preguntaba si te quedarías a la fiesta, al parecer Draco está muy feliz de verte. —hablada mientras se aseguraba de que todos los cubiertos estuvieran perfectamente alineados.

—P-pero yo no tengo un regalo para él. —dijo la chica un tanto triste y apenada.

—No te preocupes por eso, linda.

Mientras ellas hablaban animadamente acerca de el cumpleaños del chico. Se escuchó una voz masculina y potente, en la entrada apareció Lucius que inmediatamente al verla sonrió inmensamente.

—Fleming, pero que gusto verte, aunque no es ninguna sorpresa tu madre ya a llamado a medio mundo mágico para lograr localizar... —expreso Lucius pero al ver el terror en el rostro de la chica se calló inmediatamente—, no te preocupes, estas con nosotros. —se acercó y puso su mano derecha en el hombro de la chica la cual se sobresalto un poco por la sorpresa.

—Ya es hora de cenar, ¡Ameria, llama a Draco inmediatamente! —la elfa asintió y comenzó a avanzar hacia las escaleras .

La cena avanzo perfectamente, tuvieron una conversación realmente amena y amigable, no se volvió a pronunciar el nombre de su madre o de la situación actual por la cual la joven estada pasando, al terminar la cena y después de algunos minutos de charla todos se retiraron a sus respectivas habitaciones.